Capítulo 32

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     El desayuno fue delicioso. Además, tuvimos barra libre así que podíamos tomar todo lo que queríamos. Había facturas, galletas, tartas, zumos de todo tipo, frutas y copas de postres muy bien decoradas. Salíamos literalmente rodando del hotel para ir a la playa, era una vergüenza usar traje de baño así... la delgadez de la mañana se me fue en un respiro.
-¡Cuidado! -clamó Rayan capturándome con su brazo por la cintura para jalarme hacia atrás.
      En menos de un segundo una motocicleta pasó a toda velocidad seguida por un auto de policía. Quedé paralizada, por poco me llevan puesta.
     -¿Qué demonios fue eso? -cuestionó Marcus con furia mirando al igual que todos hacia donde la moto y el patrullero habían desaparecido.
      Seguía sujeta entre los brazos de Rayan con el corazón alborotado. En verdad que estuvo cerca. Además, estas eran calles tranquilas de  barrio, es muy extraño que ocurran estas persecuciones.
      -Eso sí que fue extraño, no creo que ocurran espectáculos como ese a menudo por aquí -comentó Rayan pensando lo mismo que todos.
      -Sólo fue un susto, continuemos. No hay que dejar que esa locura nos arruine el hermosos día de playa -ánimo Agnes acercándose a mi lado para verme con una sonrisa y luego darme un cálido abrazo.
      -¿Estás bien? -preguntó Flor acercándose a nosotras.
     -Sí-sí estoy bien -conteste algo trabada por la adrenalina.
      -Claro que está bien, su héroe la salvó -se anunció Rayan inflando el pecho con orgullo.
      Dios... ahora iba a empezar con eso, estará así de engreído por más de un mes y aún no dejaba de refregarme el espectáculo que me dio con su motocicleta. Aunque quizá, si le daba crédito...
      -Gracias, Rayan -le agradecí con una tierna sonrisa.
      Me miró perplejo y dejó de respirar. Genial, lo había logrado. Ya no seguiría insistiendo luego de mi gratificación a su heroico acto. No obstante, su rostro curvó una enorme sonrisa.
      -No hay de qué, nena -respondió tratando de hacer una voz extremadamente varonil. Sin embargo, no le salió para nada bien. Agnes fue la primera en reírse sobre su cara. No pude resistirme y me uní con ella seguida de Flor.
      -¡Ya basta las dos! -clamó Rayan súper rojo por la vergüenza.
       -Basta chicas, van a dejar a el superhéroe con mal humor todo el día -advirtió Marcus tratando de no reírse con nosotras.
      Se me cortó la risa por completo, tenía razón. Luego quién aguantaría al plomo sería yo.
      -¡Seguiré solo, no salvaré a nadie más! -clamó Rayan acomodando la sombrilla que llevaba sobre su hombro y continuó el camino a la playa sin esperarnos.
     Lo que me esperaba en la noche...
    
     Tal como Flor lo dijo el día de playa que nos esperaba era pleno. Logramos otro día sin una sola nube en el cielo y un mar azul muy poco mecido. El viento era tan ligero que no era necesario hacer fuerza con los párpados para disfrutar del horizonte sin que la arena te entrara en los ojos. El día era especial para estar en la playa, menos mal que elegimos hacer el viaje en la última quincena de noviembre. Son los días donde comienzan los primeros calores del verano.
      -Vaya día nos tocó -comentó Sebastián estirando sus hombros al terminar de colocar las sombrillas junto con Marcus, ya que Rayan sólo soltó las sombrillas y se fue solo a zambullirse al agua.
      Reí en mis adentro al verlo tan renegado como siempre y fui junto a él al terminar de acomodar las estirillas junto con las chicas.

      -¿Qué haces aquí? Este héroe está retirado, lárgate -me dijo ofendido en cuanto me acerqué a él en el agua, pero no puedo evitar sonreírme a medida que me le acercaba.
      -Eres muy infantil, ¿lo sabías? -le pregunté con burla acercándome por completo a él para atrápalo con mis brazos al rededor de su cuello.
     El inmaduro no se resistió ni un poquito, no era tan fuerte como yo.
      -¿Infantil? ¿Yo? ¿Después de todo lo que te hice? ¿Quieres que te recuerde a quién le dio vergüenza que le hagan un oral? -me atacó de preguntas sin cesar completamente engreído.
      -¡Ya cállate! Los chicos pueden venir en cualquier momento -reté riendo y tirándole un poco de agua en la cara.
     Rayan río conmigo y no tardó en bajar sus ojos sobre mis labios. De repente sentí el mar más cálido y mi piel se erizó bajo el agua.
      -Te amo -soltó sin más quitando la vista de mis labios, fijándola en mis ojos.
      Sonreí como una tonta y lo besé sin más excusas.
      Rayan levantó mis piernas del suelo bajo el agua intensificando el fogoso beso que estábamos empezando en un recinto público, pero me daba igual que a él, era delicioso. El mar dejó de sentirse cálido y empezó a hervir en cuanto acarició mi cintura con sus desesperadas manos.
       -¡Hey, hey, hey! ¡Hay niños en estas playas! Sepárense o yo los separo, no pienso dejar que nos echen porque montaron un escándalo en público -nos regañó Flor acercándose a nosotros junto con los chicos.
      -Juro que jamás creí ver esto tan pronto, creí que seguirían con el berrinche hasta la universidad -nos burló Agnes llegando detrás de Flor.
      Rodeé los ojos aún sobre los brazos de Rayan, mis amigas estaban equivocadas si iba a separarme de él por unos cuanto niños ocupados en sus castillitos de arena ajenos a las causas de como fueron procreados.
      -Nah, yo sabía que lo resolvería pronto -opinó Marcus junto a su esposa.
      -¿¡Y cómo no?! Sí tú fuiste quién reservó así el hotel -volví a protestar recordando la mala jugada que me hizo.
      -¿Y te disgusta? Sí no fuera por mí aún seguirías jugando al ping pong  -se defendió con orgullo la cínica pulga depravada.
       -Tú cállate que te lo cobraré en la ceremonia del egreso -le informé curvando una malévola sonrisa, todavía aferrada al cuello de Rayan.
       -Así no te dejaré ser la madrina de mis hijos -atacó cruzando los brazos.
      Abrí mi quijada ofendida y clavé mis asesinas pupilas en Agnes.
      -¡Me imagino que no vas a dejar que se entrometa en tu decisión! ¡¿Verdad?! -le exclamé a mi indefensa amiga.
     Él no era quien escoge a la madrina, sino al padrino. Pobre de Agnes... el padrino de sus hijos será Rayan. Reí como una estúpida hasta que me acordé de lo que hice anoche.
      -¡Alto, un momento! ¡¿Y yo qué?! ¡¿Vas a elegir a Jessica en vez de a mí?¡ -protestó Flor tomando partido en esta plática.
     -¡¿Por qué no me elegiría a mí antes que a ti?! -me quejé dejando de apuntar a Agnes con mis ojos para clavarlos en mi competencia.
      -Por favor... a ti seguramente se te caería el niño más de una vez en su primer mes de vida -me acusó Flor antes de tener pruebas contundentes.
      -¿Qué tal si dejamos la plática para diez años más adelante? Ya me cansaron, quiero disfrutar del agua -se quejó Sebastián totalmente indiferente mientras hacía la plancha en el agua desde váyase a saber cuándo.
      Entre las chicas nos miramos estupefactas tratando de pensar como rayos habíamos llegado a ese dilema y estallamos en risas como si fuéramos los tres chiflados. Ahora los chicos nos veían con el ceño fruncido.
      -Te juro que me encantaría lanzarte hacia lo hondo, pero estoy muy feliz tocando el trasero de una loca -comentó Rayan con una sonrisa a mi lado.
     Me ahogué con mi propia risa y lo miré como si fuera Meduza.
     -¡Dios! ¡Asco, asco, asco! -clamó Flor alejándose de nosotros al igual que los chicos mientras exclamaban  asqueados como ella.
      Quería hacerlo piedra, pero me gustaba volver a recuperar nuestro espacio personal en el agua y sonreí volviendo a besarlo.

      ¿Quién hubiera pensado que las cosas terminarían así este año? Empezamos una misma rutina y terminó todo patas arriba en cuanto un traumado niño volvió a la vida de Agnes causando también una terrible sacudida a mi historia.
     ¿Quién sabe lo que nos deparará el destino ahora? Si nos recibiremos en alguna carrera universitaria. ¿Cuál y cómo será nuestro primer empleo? ¿Qué personas nuevas aparecerán en nuestro camino? Probablemente también, y espero que no, sufriremos alguna perdida, pero... así es la vida. Tiene sus giros inesperados que por más de que tratemos de tener una base de la cual guiarnos algo siempre distorsiona el camino. Y está bien, hay que aprender a aprehender de los importunos problemas que se nos cruzan y salir adelante de ellos de la mejor forma posible. No todo es bueno o malo, nosotros somos quienes les damos ese valor, así qué siempre trata de llevarlo de la mejor manera que puedas hacerlo, porque sí puedes. El único que te detiene a hacerlo eres tú mismo.

                           Fin.




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    ¡¡IMPORTANTE!!
Habrá EPÍLOGO, pero aún no termino de editarlo ><. Así  que guarden la historio o pueden seguirme ☻ para que les llegue la notificación cuando lo suba. Esto aún no termina 😈. Lo digo en serio, habrá segundo libro y luego otro con la historia de Margaret y Mattwell que está buenísima aunque aún ni la escribí 😆😆😆, pero sé que lo estará porque a ellos los cree antes que a los chicos, sólo que por cosas de la vida quise escribir primero estás historias 🙈
   ¡Y te pediré una cosita más! Sí llegaste hasta aquí y te gustó la novela, no dudes en compartirla con aquellos amigos o compañeros que sabes que les gusta este tipo de trama. Me ayudarías muchísimo creciendo esta historia 🤗🤗🤗🤗. Saludos apasionados lectores!!
   




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