El día del egreso por fin había llegado para los chicos. No era una fiesta en donde todos debían ir a todo glamour ni nada por el estilo. La ceremonia de entrega del legajo la organizaba el Instituto a medio día y todos debían presentarse con el mismísimo sagrado uniforme del colegio. No obstante, si Rayan no presionaba el acelerador de su motocicleta no llegarían a tiempo para el inicio del gran espectáculo institucional. Y cuando digo "llegaríaN" debo aclarar que el simpático chico tuvo la maravillosa idea de decirle a su NOVIA (Jessica) por mensaje de texto, un día antes de la celebración, que la recogería en su casa para ir juntos hasta el Instituto. Así que serían dos los que caerían a media obra y entrarían a los pisotones para lograr llegar a sus asientos reservados gracias a Agnes y Flor. A los demás humanos masculinos, que eran parte del grupo, les daba igual que llegasen tarde.
Pero no nos vayamos muy lejos de la actualidad. Ahora Rayan se arrepentía completamente de haber sido un caballero al haberse prestado como trasporte para su novia, ya que la muy pesada chica le enterraba las uñas en las costillas cada vez que iba a más de treinta kilómetros por hora en su motocicleta.
-¡¿Puedes dejar de hacer eso?! ¡Vas a hacer que nos estrellemos! -exclamó por décima vez al reventarle los tímpanos con sus gritos y enterrarle sus uñas en su abdomen cada vez que aceleraba a treinta y uno en su moto.
-¡Entonces deja de acelerar! ¡Prefiero llegar tarde que terminar con una pierna enyesada por culpa de un payaso que no sabe conducir! -le exclamó Jessica por detrás de él sobre su motocicleta con los ojos algo cristalinos por culpa del pánico.
La joven la única vez que había viajado con él fue cuándo la secuestró, a medio año en la salida del colegio luego del castigo que se ganaron por “laminamutilación”. En ese entonces, Rayan se sintió sumamente devastado por hacerla llorar, así que se puso en los zapatos de un caballero para darle una merecida disculpas. La llevó a su casa manejando a veinte kilómetros por hora. Pero ahora ya no tenía más nada que probar y cálculo el tiempo al salir de su casa como si fuera a ir en una velocidad decente.
-¡Sí sé conducir! ¡Dios! ¡No voy rápido parezco tortuga, si no acelero terminaremos con un auto en el trasero! -reclamó apretando el acelerador tratando de llevar su mente a otro lado que no sea al dolor en sus orejas, por culpa de la aguda voz de su novia y al ardor en sus costillas por el fuerte apretón de espinas que le estaba haciendo con sus garras.
-¡Voy matarte en cuanto baje! -le afirmó aterrada aceptando los minutos de tortura que faltaban para llegar a la escuela.
-¡Sí es que llegamos vivos! -le burló con ánimos el desconsiderado busca pleito.
Jessica gruñó en su interior por el comentario de su espantoso novio, pero no abrió los ojos ni despegó su rostro de la espalda de Rayan. Sólo se concentró en rezarle al sagrado Dios de los unicornios para llegar con vida y partirle la madre, porque con el Dios de la religión popular tenía unos cuantos desacuerdo.
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¿Conoces al chico nuevo?
Fiksi RemajaCERO CLICHÉ: Dos valientes amigas extrovertidas aplastarán el orgullo de sus egocéntricos compañeros de secundaria ¡a como dé lugar! ... -¡¡Agnes!! -escuché que gritó Marcus con espanto. Me encerré en el primer baño que encontré, el de los...