Cuando Emma entró en el Gran Comedor al día siguiente, lo primero que vio fue al profesor Lupin, que la miraba desde sus asiento. Un tanto incómoda, comenzó a desayunar mientras seguía leyendo el libro muggle.
Tenía la clases con los niños de segundo. Se levantó del asunto y fue a buscar sus cosas a su cuarto. Sonó la campana, y Emma fue a su clase. Dentro, estaban Ginny y una chica de cabello rubio de Ravenclaw. Su nombre era Luna Lovegood. La hora pasó agradable y con entusiasmo de parte de los chicos.
Los alumnos salieron por la puerta, despidiéndose con la mano, cuando por la puerta entró un chico de tercero: Harry.
—Profesora...
—Hola, Harry. ¿Qué pasa?
—Bueno...eh...yo...quería...—Harry se rascaba la cabeza—...yo...eh...
—Tú...
—¿Me puede firmar...hum...el permiso para ir a .... Hogsmeade?
—Harry, aunque me gustaría, no puedo.
—Pero mis tíos no lo firmaron, y no tengo a ningún pariente que lo haga...
—Harry–dijo Emma levantándose–, lo siento, pero no puedo firmarlo, no soy tu tutora.
—Lo sé, al menos lo intenté–bajó la cabeza Harry.
—¿Le preguntaste a la profesora McGonagall?
—No, iba a intentar primero con usted.
—Ve y pregúntale. No pierdes nada.
Harry se fue por donde mismo vino, dejando a Emma sola.
Emma salió a los corredores vacíos para ir a la sala de profesores. Allí estaba solamente Lupin.
—Hola, Remus—dijo Emma sentándose en un sillón a su lado.
—Buenos días, Emma.
—¿Cómo estuvo tu primera clase?
—Bastante buena.
—¿A qué curso le enseñaste?
—A los de quinto. El jueves me toca con los de tercero.
—¿Qué piensas enseñarles?
Lupin no respondió, en vez de eso, señaló un armario de roble en el fondo de la sala.
—Eso.
—¿Qué?
—Los Boggart. Los haré enfrentarse a sus miedos, y dirá Riddíkulus. Será divertido.
—Sí que les va a gustar. No sé me hubiera ocurrido eso.
—Bueno, por algo se llama Defensa contra las Artes Oscuras.
—Pareces un buen profesor.
—Espero serlo.
—En serio, tienes ideas distintas, prácticas. No sólo anotaciones y libros aburridos.—Emma se acordó de una anécdota del año pasado—En el curso pasado, recuerdo que el profesor que reemplazas, hizo un examen sobre cincuenta cosas sobre él. Era algo como: "¿Cuál es el color favorito de Gilderoy Lockhart", "¿Cuántas veces lava su capa el profesor Lockhart" o "¿Cuándo es el cumpleaños del profesor Lockhart"...Era verdaderamente raro que hiciera eso—Emma comenzó a reír.
—¿Cómo lo admitieron como profesor?—preguntó Lupin entre risas.
—Creo que fue el único que se presentó para el puesto.
—¿Por qué nadie quiere ser profesor de esto?–se preguntó Lupin.
—Dicen que el puesto está maldito. Los profesores no dudan más de un año.
—Vaya, que buenas vibras–los dos rieron. Se llevaban bastante bien para conocerse recién en un día.
—Boggart...—repetía Emma—. Nunca me hicieron enfrentarme a uno.
—Puedes hacerlo ahora, si quieres.
—¿De verdad?—dijo Emma emocionada.
—Claro.
Lupin sacó la sábana que cubría el viejo armario.
—Cuando lo abra, tendrás que pensar en algo realmente gracioso.
—Está bien—Emma sacó su varita.
—Cuando tengas en mente eso, di Riddíkulus. A la cuenta de tres. Uno...dos...y....
Pero Lupin no abrió el armario, porque una voz sonó detrás de ellos.
—¿Nueva alumna, Lupin?
—¡Severus!—dijo Lupin con una sonrisa—Estaba enseñando a Emma el Boggart y cómo enfrentarlo, de hecho estaba apunto de hacerlo.
—¿Se conocen?—preguntó Emma.
—Que te responda Lupin—dijo Snape con molestia en la voz.
La puerta se volvió a abrir y por ella pasó Hagrid apenas, con la cara triste y un pequeño enrojecimiento en la nariz.
—¿Qué te pasó, Hagrid?—preguntó Emma, acercándose a él.
—Ha sido un desastre, un fracaso.
—¿Qué cosa?
—La clase. Mi primera clase. He sido un idiota. ¡Hipogrífos! Debería hacer sido para la cuarta clase.
—No creo que haya sido tan mal...
—¡Atacaron a un alumno!–Hagrid de sentó en la silla más grande–Se acabo. Me despedirán.
—Calma. Seguro que se va recuperar.
—¡Le dije que se acercaran con cuidado! "¡Sean cuidadosos, niños! ¡Hagan una reverencia, niños! ¡No los hagan enojar!"
—¿Quién?
—Malfoy. Estoy acabado.
—¿Qué tan grave está?
—Tendrá el brazo inmovilizado por unas semanas.
—Se puede haber evitado perfectamente—dijo Snape desde atrás. Emma lo miró con los ojos bien abiertos, dando a entender de que no era de mucha ayuda.
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II. Hechizo en sepia
Fiksi PenggemarSegunda parte de Hechizo de Iridiscencia. Fanfic Severus Snape. Todos los personajes nombrados aquí pertenecen al maravilloso mundo de Harry Potter, y por supuesto a la grandiosa J.K.Rowling. El único personaje que es de mi creación son la prot...