Mala Amiga

El comienzo (parte 1)

Era el primer día en el instituto, todas las habitaciones eran compartidas con chicas que llegaban de otros lugares del país. Pero todo cambio cuando Ema llegó. Ema era una chica de 17 años, vestía muy llamativa cuando la conocí, se veía simpática cuando fui su amiga por un tiempo, pero me deje llevar por las apariencias. Les contare mi experiencia con esta chica, una chica decidida en ser mi amiga, y que haría cualquier cosa para ser tu única compañera.

Todo empezó cuando entramos al instituto de mujeres. Me tocó la habitación que estaba al lado del baño, era lo único bueno, ya que odiaba caminar largos pasillos hasta aún baño, la cama era de madera vieja pero el colchón era muy cómodo, la ventana daba hacia la placeta que era nuestro lugar de descanso después de las clases. Al entrar a la habitación, me encontré con mi nueva compañera. Vestía una sudadera blanca, unos jeans rasgados y converse negras.

Ella se encontraba sentada en su cama, con un cuaderno café, donde movía con rapidez un lápiz, levantó su vista del cuaderno y me sonrió.

-Hola, soy Ema, tu compañera de cuarto.- lo dice alargando su mano hacia mí.

-encantada, soy Emilia, Emilia Williams.

-genial, ¡oh pero que modales!, déjame ayudarte con tus maletas.

Las acomoda del otro lado de la habitación, observo su lado, la pared está llena de dibujos a carbón, chicas y chicos dibujados de distintos ángulos. Me llamó la curiosidad.

-¿Quiénes son?-pregunte por los dibujos.

-son mis amigas y algunos chicos que me gustaban, la mayoría son de mis amigas, las dibujo para nunca olvidarlas. Muchas se fueron del instituto a veces pienso que se fueron a otro mundo.-dijo Ema.

-son... increíbles, en serio, dibujas estupendo.

-gracias, tal vez te pueda dibujar a ti.

-¿a mí?

-si tranquila, lo hago con las personas que conozco, es como... un recordatorio de quienes son.

-wow, gracias.

-espero que seamos buenas amigas, pues, hay muy pocas chicas que se quieren juntar conmigo.- dijo Ema con una leve sonrisa y sus manos apretando el cuaderno.

-¿Por qué?

-no lo sé, oye te veo luego ¿sí?, debo ir a clases, nos vemos.-dijo Ema mientras echaba a su bolso el cuaderno café.

Esta salió por la puerta dando un fuerte portazo.

Me quede en el cuarto viendo los alrededores y me puse a pensar: ¿Qué tendría ese cuaderno?, ¿Por qué era lo único que llevaba en su bolso?, si, a veces podía ser o muy observadora o muy curiosa, creo que ambas.

Deje el cuarto y aproveche ir a clases de música. Llegando hacia la sala habían muchos instrumentos y sets de grabación. Estaba encantada, pero de repente llega Ema:

-hola, ¿esta es tu clase?- le pregunte a Ema.

-siiiiiiiii, en realidad no, me escape de biología, la odio, además, no se darán cuenta, ¿puedo sentarme contigo?

-a claro, siéntate no tengo compañero-le dije mostrándole la silla.

-por supuesto.

No tenía ni idea porque se había cambiado de clase, pero no le mostré importancia. Terminó la clase de música y fuimos a la placeta para un descanso.

-tú eres la única persona que se ha juntado conmigo y eso me agrada-dijo Ema mientras tomaba su café.

-sí, si claro que me agrada que te juntes con migo, no entiendo por qué no se quieren juntar contigo, eres simpática.- lo dije bebiendo de una botella de agua.