Los preparativos

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El instituto no es un buen lugar para mí, me trae muchos recuerdos, recuerdos dolorosos y algunos difíciles de olvidar. El cuarto sigue igual, la misma posición de la cama al igual que el sillón.

-no he movido nada, tenía el presentimiento de que volverías.- lo dice con su típico movimiento de manos- solo ponte cómoda.

Tiro mis maletas en la cama y me siento en ella acariciando el cobertor.

-te dejare sola, llegare tarde a mi clase de artes.

Ja, ahora tiene mi clase favorita.

-está bien Ema, no te quiero retrasar.

-adiós.

Sale del cuarto y me deja sola, saco rápidamente mi celular y marco el número de Zack.

-por favor contesta.- suplico para mis adentros.

-¿hola?-pregunta Zack.

-¡Zack!

-Mia, ¿eres tú? La última vez me dejaste plantado, ¿en dónde estabas?

-lo siento, lo siento mucho, fui a ver a Ema y estuve en la cárcel...

-¿¡que estuviste en donde!? Por qué no me dijiste nada, acaso no confías en mí.

-si confío amor, solo que… mira volví a vivir con Ema.

-¿Qué? acaso estás loca, ¿Por qué volviste con ella?

-es por una buena razón solo quería decirte que te amo y no me odies por esto, ¿sí?

Ahí una pausa, tal vez lo está reconsiderando al estar con una novia que le oculta lo que le pasa.

-también te amo, pero para que allá una buena relación tienes que contarme todo lo que te pasa ¿trato echo?

-claro que sí, adiós.

-adiós.

La llamada se corta y yo me quedo ahí, sola mirando la pared del cuarto, intentando buscar una razón del porque me pasa esto a mí. Estoy tan asustada que no voy a clases si no que duermo toda la tarde, acobijada en las sabanas sintiéndome enferma, me llevo las manos a la cabeza y así me quedo viendo el techo, pasan las horas y Ema aun no llega, es mejor así, me deja un rato tranquila.

Estoy sumergida en un mundo surreal, al parecer el cansancio pudo con migo y no quiero estar despierta cuando Ema llegue. Despierto de un salto por haber soñado con Elisa colgada encima mío con gotitas de sangre que caían en mi cara, estoy sudorosa pero me quedo sentada entre la oscuridad. Ema abre la puerta y esta ebria.

-¡ahí estas amiga mía!

-estas borracha.

-si lo estoy, pero tú te vez fatal, ¿Qué te paso?

-nada que te importe.

Ema se sonroja y tira su chaqueta a su cama, se sienta al frente de mí y me sonríe.

-¿que no me importa?- lo dice casi ronroneando y acercándose a mí.

-como lo dije, no te impor…

Ema me da una cachetada tan fuerte que caigo a un lado.

-¡claro que me importa! No sabes cuánto me importa tu vida, eres como una hermana para mí y yo siempre sabré lo que te pasa ¿entiendes?

Estoy mirando la pared pero sus palabras me llegan directamente a mis oídos, me sobo la mejilla y respiro profundamente para recuperar la postura.

-quiero que tengas en claro que tú nunca fuiste mi amiga y menos serás mi hermana.

Ema sonríe y me da un beso en la frente, después se acerca a mi oído y me susurra.

-ya lo veremos.

Se levanta y comienza a buscar su cama, porque al parecer no la encuentra, hasta que tropieza con algo y ahí se queda recostada en el piso y roncando como un animal.
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Holissssss
Debo decirle que a causa de las vacaciones este es mi ultimo capitulo de la semana, estaré acampando con la familia, ¡no abra civilización!, pero aun así debo disfrutar, debo afirmar que la historia poco a poco va a ponerse un poco mas seria ya que Ema esta loca y tendrá mas crímenes, muajajajajaj.
Adios, comenten y voten por fissssssss.

Mala AmigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora