III. Encantamiento en blanco y negro

Él

Emma estaba en la Sala de Profesores terminando de revisar unos ensayos. Tenía una maraña de ideas en la cabeza. Primero, los "sueños vívidos"; segundo, la protección de Harry con
respecto a Igor; tercero, Black; cuarto, El Innombrable.
"Vamos por parte", pensó.
Lo prioritario era proteger a su ahijado. Así que se levantó, guardó sus cosas y se marchó. Tenía que averiguar qué planeaba Igor. Y si es que era sospechoso...
Caminó por el pasillo lleno de alumnos, buscándolo disimuladamente, aunque no podía ocultarlo muy buen por ser de mediana estatura y tener que alzar el cuello. Caminó durante 10 minutos hasta que lo localizó. Mantuvo su distancia para seguirlo, atenta a movimientos extraños. A cada pasillo que cortaba, la concurrencia de estudiantes era menor, inversamente proporcional a la cantidad de oscuridad.
De pronto, Igor giró bruscamente a la izquierda, empujando una puerta de madera sumamente pesada. Emma se mantuvo en la esquina oculta, asomando la cabeza de vez en cuando. Escuchó forcejeos y de puntas llegó al marco de la puerta, oculta detrás de la pared.

-¡¿Lo hiciste tú?!-se escucha la voz desde adentro.

-¿Pero de qué...?-parece no poder terminar la frase. Se escuchan sonidos de ahogo.

-¿Lo. Hiciste. Tú?-pregunta entre dientes.
Emma se asoma un poco. No lo puede creer. No estaba siguiendo a Igor. Estaba siguiendo a Snape...