Bajé a la sala preocupado pero vi a los tres entrar corriendo y caer al suelo una vez me vieron.
- Gracias a dios - me abrazó Bokuto - ¿cómo se te olvidó darme tu número?.
- Lo siento, Oikawa fue por mi - sonreí acariciando su espalda para tranquilizarlo.
- Olvide mi celular, lo siento - se disculpó Tsukishima.
- Está bien - sonreí - no pasó nada malo - el asintió poniéndose de pie.
- Mejor danos tu número Chibi, no quiero sufrir otro infarto - me dio su celular.
Bokuto igual así que después de guardar los números nos sentamos en la sala, Bokuto aún me mantenía a su lado temblando un poco.
- Tranquilo bro - lo miro algo preocupado.
- Fue horrible - suspiró tallando sus ojos cansado.
- ¿Qué fue lo que pasó allá? - preguntó Tsukishima.
- Son descontrolados - dijo Bokuto - no soportan el estrés de una vida tan ajetreada y estresante, así que el animal dentro pierde el control, es peligroso cuando pasa pero la gente lo puso de moda y se hace un espectáculo cada vez que tratan de detenerlos, pero realmente es un peligro para el que esté cerca, más para los omegas - me miró - prometo cuidarte más - revolvió mi cabello.
- ¿Y no vuelven a la normalidad? - preguntó Tsukishima sorprendido.
- Lo hacen, pero es... algo sucio - suspiró Kuroo - tienen que satisfacerse si es que me entiendes, o bien encerrarse un largo periodo en un lugar tranquilo y usar medicamentos, pero cualquier cosa puede romper esa pequeña cordura que conservan.
- Pero es cruel porque los únicos que soportan el sexo con un descontrolado son los omegas y generalmente se le pide a la pareja que sea quien lo haga, pero debe ser terrible ver como tu novio o novia es una bestia que busca sexo sin cuidado, yo estaría aterrado.
- También dicen que pierden el control por emociones fuertes, no sólo el estrés aunque es la más común - agregó Kuroo.
- Da miedo - suspiré sin querer imaginarlo.
- Entonces no vas a poder andar por ahí sólo - sentenció Bokuto - así que llamanos si ocupas salir por favor.
- Gracias - sonreí.
No quiero aceptarlo, pero... el pensamiento de que Oikawa terminara de esa forma me preocupaba demasiado, no podía dejar de pensar en ello, así que decidí investigar todo lo que pude y agradecía mil veces haber entrado a una carrera de medicina, porque... a pesar de lo que hizo, no quiero verlo sufrir.
