17.

1.2K 126 15
                                        

Abrí mis ojos escuchando un leve crujir, algunos roces y jadeos, pero sobre todo con una sensación muy satisfactoria y extraña, al lograr enfocar mi vista estaba en mi habitación, sobre mi cama, me aferré sintiendo un orgasmo increible y encorbé mi espalda deseando más.

- Se paciente por favor, no es fácil para mi tampoco - escuché la voz de Oikawa sobre mi.

Al mirarlo lo ví sobre mis piernas y sentí como entró en mi, gemí fuertemente y el frunció el ceño tratando de mantenerse cuerdo.

- Oikawa - lo llamé y el me miró entre la sorpresa y el alivio.
- Volviste - susurró llorando - Hinata.

El me abrazó pero yo no entendía nada, sin embargo no quería que acabara, lo abracé moviendo mis caderas ligeramente.

- Lo siento - limpio sus lágrimas rápidamente - estoy feliz es eso - sonrió y mi corazón se aceleró - soy feliz, es una mierda porque ahora vas a odiarme, pero me alegra que vuelvas.

Sentí que empezó a moverse dejándome llevar por las sensaciones, miré en la habitación varios condones por todos lados y nuestra ropa mojada casi seca en el suelo.

- ¿Qué pasó? - acaricíe su brazo.
- Casi te descontrolabas, Bokuto te trajo - apretó las sábanas controlando su instinto - podemos hablar de eso después, necesito concentrarme en no romper tus caderas justo ahora - aconsejó en un susurro.
- ¿Cuantas veces? ¿Es seguro? - pregunté encajando mis uñas en su hombro y brazo excitado.
- ¿Importa eso? Perdí la cuenta hace rato y siempre lo hicimos sin condón, incluso te llenaba siempre - golpee su brazo y el rió - use condón tranquilo, aunque casi se acaban, pero no dejabas de pedir más.
- Mierda - susurré abrazándolo.
- Estas más apretado ahora - jadeó.
- No, Oikawa estas anudando, tienes que sacarlo - lo abracé más fuerte sintiendo un dolor creciente.
- Carajo - la sacó de golpe abrazándome tratando de controlar su respiración - lo siento, llevamos buen rato y me es difícil controlarme.
- ¿Cuanto tiempo? - pregunté.
- Todavía había sol de medio día - me giré a la ventana y miré la noche oscura fuera.
- Me va a doler mañana - el rió levemente.
- Era eso o no volver a estar cuerdo - me recostó acomodándose de nuevo - ¿quieres parar? - mordí mi labio viendo como su pene seguía erecto y negué sonrojado.
- ¿Dónde está Bokuto?.
- No iba a quedarse a ver la porno, así que dijo que alejaría a los chicos.
- Que vergüenza - susurré.
- Hinata, sólo piensa en este momento, después platicaremos tanto como quieras - pidió.
- ¿Lo prometes? - el asintió y empezó a meterla moviéndose de nuevo.

¿Sólo sexo? (Oihina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora