14.

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Un sensación pesadamente ligera sobre su cuerpo, alguien suave y con curvas definidas que se aferra a ti respirando pausadamente, al abrir tus ojos vez a un hermoso pelirrojo sobre ti envueltos entre las sábanas, exactamente esa era su vista recién despertar, obviamente su cuerpo reaccionó de inmediato aunque ya lo había empezado a sentir dormido.

Pero lo que más provocaba, era culpa, porque era la persona que ama... y a quien abandonó hace dos años por pensamientos estúpidos que ojala nunca hubiera tenido, las lágrimas brotaban de sus ojos nuevamente pero lo abrazó porque lo quería a su lado todas las noches y en sus brazos al despertar, quería todo con el, pero no podían ser nada.

Al abrazarlo el menor despertó y tras verlo llorar acarició sus mejillas limpiando las lágrimas.

- Buenos días - se sentó sobre sus piernas.
- Buenos días - gimoteo por el llanto limpiando sus ojos.
- Oikawa, ¿por qué no me dices la razón? - tomó su mano.
- Es una estupidez, sólo vas a salir peor si lo digo - se sentó mirando abajo, mala idea porque vió los contorneadas muslos del chico a cada lado de sus piernas, cerró los ojos calmándose volviendolos a abrir desviando la mirada.
- No puede ser peor... créeme, tenemos que arreglarlo - pidió.
- No puedo decírtelo - lo apartó desde su cintura que ahora notaba más delgada, mierda, si el chico lo prendía con sólo pararsele enfrente, estar en esta situación era un cielo en el que no debería estar - por favor, sólo déjame de lado... como yo lo hice.

Lo dejó en la cama sentado y se levantó pero estando en la puerta antes de abrir el rodeó su cuerpo, se aferraba a él.

- No me dejes sólo - pidió en voz dolida que hizo a ambos recordar una de tantas veces que se encontraron en el baño.
- Tengo que hacerlo, lo siento - abrió la puerta con manos temblorosas y salió, afuera estaba Bokuto quien miró seriamente al castaño y este pidió silencio con la mirada entrando a su habitación.

De inmediato Bokuto entró a la habitación de Hinata y lo encontró vestido pero parado a nada de la puerta, al acercarse el detuvo sus brazos temblando.

- ¿Por qué? ¿Por qué tiene que ser de esta forma? - tiró de su cabello desesperado pero Bokuto lo detuvo.
- Tranquilo, no tienes la culpa, sólo respira - lo abrazó sorprendido por la reacción del chico, ¿qué habían hecho esos dos que lo puso así?.

¿Sólo sexo? (Oihina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora