Sentí un aroma a playa y arena, así que pensé que habíamos llegado, pero lejos de la realidad, seguíamos en carretera, confundido miré a Oikawa fruncir su ceño levemente mientras dormía, coloqué mi mano en su frente sintiendo su fiebre leve y suspiré, su rut llegaría en esta semana a más tardar, desde que perdí el control estaba más pendiente a mi ciclo y también al suyo así que venía preparado, saqué un parche colocándolo en su nuca y olfatee confirmando como el aroma se redujo, el despertó al sentir tanto movimiento.
- ¿Qué sucede? - tomó mi mano besándola.
- Abre la boca - susurré presionando una pastilla contra sus labios, el abrió dejándola pasar y le di agua, bebió pasando el supresor y lo abracé arropandonos con la manta, de inmediato volvió a dormir.
Ya más tranquilo hice lo mismo, cerré mis ojos pues no sabía la hora pero fuera de la van estaba oscuro, cuando desperté de nuevo Oikawa estaba sonriendo esperando a que me pusiera de pie, bajamos estando en el estacionamiento del hotel donde nos quedaríamos, por supuesto pedimos estar juntos pero gracias a eso nos tocó la habitación más chica, aunque con eso estábamos cómodos.
- ¿A qué hora debemos bajar? - me miró guardando las cosas en el baño.
- Tenemos dos horas - me tiré en la cama encendiendo la televisión, era una sola cama matrimonial, se recostó a mi lado mirando la pantalla buscando un canal bueno hasta encontrar películas.
- Hace tiempo no veía esa película - sonreí acurrucandome y el me arropó aunque no se cubrió con la manta - ¿no tienes frio? - lo miré curioso.
- Está haciendo calor - levantó una ceja confundido, así que supuse era inconsciente de su rut.
Dejé caer mi cabeza en su pecho restándole importancia, sabía que no sería hoy cuando entrara en su rut.
- Tooru - tomé su mano - ya es hora de bajar.
Bajamos junto a todos y volvimos a subir a la van para llegar a las canchas en la playa, practicamos ejercicios un poco y nos explicaron los detalles del torneo, hoy sería el primer juego, por suerte lo ganamos, el chico del otro lado me miraba atento, era guapo, cabello castaño piel pálida y ojos marrones, se notaban las quemaduras del sol en su piel, cuando terminamos y agradecía por el partido se aseguro de abrazarme.
- Jugaron genial, espero volver a verlos pronto - sonrió.
- Gracias - rodeó mis hombros Bokuto apartándome un poco de el, una vez nos sentamos suspiró - ¿estas bien?, me dio escalofríos cuando noté que te miraba, tiene ojos de loco - me reí por eso.
- Gracias - sonreí bebiendo agua.
- Mañana será el siguiente, ¿quieres volver ya o nos quedamos mirando?.
- Deberíamos ir a comer algo y ver la transmisión en vivo, así llegamos a tiempo para tu llamada.
- Andando entonces - se levantó.
Tomamos una ducha y pedimos comida al hotel para que cuando llegáramos ya estuviera ahí, mientras comíamos vimos el partido notando varias cosas a nuestro favor y verificando contra quién jugaríamos mañana, la puerta se abrió dejando entrar al resto del equipo, Oikawa se sentó a mi lado suspirando suavemente, se tensó y me miró algo serio, pero no molesto.
- ¿Quieres? - le tendí un rollo de sushi y lo devoró rápidamente haciendo reír a más de uno, tras comer todos cada quien fue a su cuarto, nada más entrar olfateo mi cuello.
- ¿Abrazaste a alguien?, dejó impregnado su olor, casi como si fuera adrede.
- En realidad el chico contra el que jugamos me abrazó y Bokuto lo apartó, a ambos nos dio escalofríos así que salimos de ahí rápido, me da miedo pensar que dejó su olor.
- Y bastante marcado, ¿no te mareo? - suspiró besando y lamiendo mi cuello.
- Ni un poco, sentí algo de nervios y náuseas.
- Perfecto - me recostó en la cama.
