20.

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Estaba saliendo de la ducha ya con mis caderas ligeramente menos adoloridas, Oikawa estaba en mi cama mirando mi carpeta de la escuela.

- ¿Qué pasa? - lo miré confundido.
- Yo, no sé cómo entiendes tantos conceptos, son palabras muy raras.
- Son nombres de medicamentos - sonreí besando su frente.
- Sería lindo que me cuidarás cuando enferme - sonrió rodeando mi cintura para que me siente sobre el, me dejé caer lentamente subiendo a la cama - ¿no es muy pesado para ti? - suspiró.
- Realmente no, por el contrario disfruto lo ocupado que me mantiene - cerré mis ojos relajándome.
- Me preocupa un poco por la vez anterior - comentó a lo bajo, sabía que iba a incomodarle que me estresara.
- Me da un poco de vergüenza no haber conocido el tema ni identificado los síntomas en mi a pesar de estudiar medicina, ser de recién ingreso no es una excusa suficiente - acaricie sus hombros - pero seré más cuidadoso, además, no era la escuela lo que me preocupaba - el se separó mirándome unos minutos.
- Lo siento - dijo ansioso.
- No, perdoname a mi, no hice el esfuerzo de entenderte en ese tiempo.
- Podemos empezar de nuevo - besó mi cuello y me sonrojé de golpe.

De alguna forma me hice muy consciente de mi cuello, si lo mordía no pasaba nada, porque no estaba en mi celo y el tampoco, igualmente si mordía su oreja funcionaba igual, acaricie su oreja a lo que se estremeció y me apretó en un abrazo.

Yo quiero estar siempre a su lado, pero no estoy seguro de lo que el desee, en mi caso a pesar de los años lo sigo queriendo igual aunque las cosas sean totalmente distintas ahora, sus feromonas me atraen como el primer día.

Y no saque el deseo de morder su oreja en todo un mes, iríamos próximamente a un torneo de playa, mi pareja era Bokuto, pero iría el resto para un entrenamiento especial, cerré mi maleta tras revisar que llevara todo.

- Shouyooo~ - entró Koutaro con su maleta y una lista - Akaashi dijo que revisaras mi maleta porque el estaría ocupado con un trabajo - lloriqueó.
- Claro, déjame ver - sonreí, dejó la maleta en mi cama y tras un vistazo corroboré que le faltaban un par de cosas, el fue a traerlas y cerramos la maleta.
- Gracias - me abrazó - voy a estar ansioso por no ver a Akaashi.
- No pasa nada - palmee su espalda - estará pendiente de todo y por las noches te prestaré la tablet para hacer videollamada.
- Bieeen~ - se relajó dejando caer un poco su peso y me reí.
- Bro, sabes que te amo - escuchamos la voz de Kuroo y ambos giramos viéndolo nervioso - pero si no lo sueltas el va a matarte - dijo sosteniendo a Tooru.
- ¿Y qué?, fue mi hijo primero que su novio - se indignó.
- Ve a abrazar así a tu novio idiota - dijo forcejeando con Kuroo queriendo entrar - ya quítate - lo empujó y tomó mi mano abrazándome - hasta dejas un poco de tus feromonas en el, ya basta - dijo serio.
- Cuido a mi familia - se cruzó de brazos.
- Familia mis huevos - bufó y acaricie su mano tranquilizandolo.
- Está bien, salgan todos, Koutaro avísale a Akaashi que ya terminaste la maleta y dile de las llamadas por la noche para que me diga la hora - le pedí y asintió emocionado yendo a marcarle a su novio, Kuroo lo regañó en el pasillo y nosotros quedamos solos - ¿estás bien? - lo miré buscando hacer contacto visual, pero el me abrazó agachando la mirada.
- No me gusta, me siento inseguro - me abrazó contra el.
- ¿Es por el rastro que deja? - rodee su cuello.
- Si, no me gusta percibirlo por sobre el mío - lamió mi cuello - debería dejar algunas marcas también - levantó mi playera.
- No puedes, tengo competencia de playa, en algún momento me verán cualquier marca que dejes - detuve su mano y la besé.
- Odio que tengas razón - suspiró.
- Pero puedes esparcir tus feromonas cuanto quieras y dejarme impregnado con ellas - le dije al oído suavemente.

El me cargó llevándome a la cama frotando nuestros miembros, jadee excitado y percibí su aroma relajándome, se frotó contra mi cuello besandolo, después mi pecho y apretó mi trasero, se quitó su playera y la mía uniendo lo mas posible nuestra piel, sus feromonas eran más fuertes de lo normal, supongo que se acercaba su rut, pero no era en este momento así que estaba bien.

Terminó quitando mi ropa por completo y la metió, suspiré sentándome sobre el para empezar a moverme a mi gusto, el sujetó mi cadera ayudándome a moverme hasta terminar, tomamos una ducha para calmar las feromonas tan potentes que había dejado pero ni eso fue suficiente, no percibía mi aroma en lo absoluto por tener el suyo encima, aunque percibía el mío en su cuello.

Una vez arreglados salimos a lo que los chicos nos miraron suspirando pero no dijeron nada, solo subimos al autobús, para poder iniciar una nueva aventura, una que marcaría mi vida para siempre.

¿Sólo sexo? (Oihina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora