Chuya se quedó unos minutos recapacitando lo que aquel mayordomo le dijo, hasta cuando entendió emitió un grito, que hasta Nikolai se tuvo que tapar los oídos, juraría que alguien de los pisos de abajo lo escucho.
—¡Ah! ¿Cómo que no estás seguro? Literalmente los veo besándose de vez en cuando y hasta dándose cariños, como besos y abrazos.
—Sí, no estoy seguro, Dos-Kun, bueno el no suele decir nada al respecto, además no es como que hablemos sobre el tipo de relación que al parecer tenemos.
—Serán imbéciles... —frota su cara con desesperación— ahora entiendo por qué ambos están así.
—No tiene que ofenderme, digo no es totalmente culpa mía, casi nunca se lo que pasa por la mente de él, en veces me trata bien, en otras me aleja, otras hasta me insulta, o incluso me da cariños, me siento un perro a este punto.
—Te está tratando como uno —dijo mientras suspiraba.
—Aunque sea así... Dos-Kun es lo más importante para mí por lo que respondiendo a su pregunta, por mi parte, Tenemos una relación sentimental.
—¿No tienes miedo de que se harte de ti? Digo él puede cambiar de opinión y dejarte ya que ustedes dos son de muy diferentes edades.
—Por supuesto, pero si él lo hace yo aun así estaré feliz, sobre la edad creo que es relativo si ambos sentimos lo mismo está bien.
—¿Por qué? El ya no estará a tu lado y se alejara, además la edad no es relativa es importante ya que uno de los dos puede aburrirse.
—Bueno, por que pude demostrarle lo que siento, aunque nuestra relación sea un secreto u algo prohibido, me haría inmensamente feliz seguir pasando el tiempo con el no importa que, ya que.
—Lo amas...
Gogol asintió, Chuya realmente no podía confiar en las palabras de Gogol, puesto que aquello era enfermizo, seguir con Dazai a pesar de que le estuviera engañando, que no le amara completamente, no está tan jodidamente ciego para dejar que jueguen así con él, pero en cierto punto tiene razón, si ama a alguien debe confiar en él, hasta que el otro decida hablar, o incluso dialogarlo entre los dos, pero este lo que hizo solo fue gritarle en irse, y no hablar más.
Chuya estaba tan perdido en sus pensamientos que no noto cuando Gogol le acaricio la cabeza hasta que comenzó a alborotarle el cabello, haciendo que le mira, aquel ruso sonreía, Nikolai era raro, era muy cambiante de humor, aunque recuerda que este mismo lo consoló y abrazo cuando el colapso cuando regreso ese día de ver a Dazai, Nikolai no lo soltó e incluso se quedó con el cuidándole hasta que se sintió con la suficiente fuerza para poder hablar mejor de las cosas.
—Deberías ser claro sobre lo que quieres realmente y no darle más vueltas.
—No puedo... Ya que nuevamente le estoy haciendo daño.
—Bueno puedes remediarlo.
—¿Cómo?
—Diciéndole la verdad, claro está, puede que te odie en el momento pero si le explicas el porque te perdonará, es mejor a qué te odié por toda la vida.
—Puede que ya lo haga.
—Nunca estarás seguro si no lo charlan.
—No querrá verme nunca más.
—Oye si yo hiciera caso de cada vez que Dos-san me dijera algo hiriente no estaríamos aquí.
—Fyodor es un sádico.
—Dazai también, por algo ellos dos no se llevan bien, ellos dos piensan igual para mala fortuna de algunos, buena fortuna para otros.
—Son unos sádicos, malintencionados, sarcásticos, prodigios y sátiros.
—Solo tienes que comprenderlos.
—Nikolai, gracias por lo esa vez nunca pude decírtelo.
—¿Te refieres a cuando llegaste muy mal?
—Sí, ese día no estaba en mis cinco sentidos.
—Lo se parecías una cascara vacía, nunca te habíamos visto de esa manera, hasta Dos-san se preocupó y creme que sacar al menos una expresión de él que no sea sadismo es muy difícil, además esa vez parecías necesitarlo.
—¡Necesitar qué?
—Un abrazo.
—¿Por qué lo dices? —Le mío extrañado.
—Porque Koyo no estaba, Randou y Hirotsu no estaban contigo por ninguna parte, eso era muy extraño, además no parabas de repetir una palabra.
—No lo recuerdo.
—No estoy seguro de que quieras saberlo.
—No creo que sea tan malo.
—Madre.
Chuya se quedó calado unos minutos, mientras Nikolai le miraba entre curioso y preocupado, sabía que eran temas delicados para el contrario, puede que no recordara nada de su infancia y a su madre pero al observar como Chuya frotaba los guantes que usaba con algo de ansiedad, sabía que era algo, tal vez muy complicado de hablar, Nikolai tomo las manos del contrarios y froto sus manos con algo de lentitud sacando de sus pensamientos a Chuya.
—No lo pienses tanto, solo déjalo ir, no trates de forzar te a recordar, tiene gente que te ama y te ayudara cuando lo necesites y no te dañaran, solo observa si todo lo que hiciste valió la pena y que puedes hacer para mejorar la situación, nada puede ser tan malo, de todas maneras aquí estaremos ara ayudarte, pase lo que pase, vence tus miedos poco a poco sin apresurarte, creo que Dazai y tu tienen mucho de que hablar, y creme no será fácil pero más vale intentarlo.
Chuya solo asintió levemente, Gogol se retiró sin decir más, Chuya debía pensar lo que haría, no era una decisión fácil, el tampoco podía perdonar tan fácil, no solo por lo que sucedió si no por el carácter del castaño después de todo eso, le trataba mal y siempre trataba de que sus citas saliera mal de alguna manera.
Después de todo, Dazai no le perdonaría, y menos ahora que se había enterado de todo, quería hacer pagar a Chuya por engañarle, por no hablar con él en vez de hacer esta tontería, y se vengaría de la mejor manera que sabía hacerlo, metiéndose con lo más preciado, doloroso recuerdo que Chuya tenía, aquello que no recordaba y atormentaba sin saberlo. La muerte de su madre.
ESTÁS LEYENDO
¿prometido o prometida?
FanfictionDazai Osamu asistiría a una fiesta donde conocerá a su pareja; el no tiene la menor idea de quién es, tendrá que descubrirlo en ese salón, al hacerlo se llevará una gran sorpresa A.u. Los personajes de Bungou Stray Dogs no me pertenecen, solo los to...