Capitulo.14🏵️

1K 143 25
                                    

Chuya estaba dando vueltas por toda la habitación, estaba nervioso preguntándose "¿Y si ese día solo fue un error mío?" "¿Que hare si es así?" "¿Mis últimos años solo se trataron de una mal entendido y una venganza fallida?"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Chuya estaba dando vueltas por toda la habitación, estaba nervioso preguntándose "¿Y si ese día solo fue un error mío?" "¿Que hare si es así?" "¿Mis últimos años solo se trataron de una mal entendido y una venganza fallida?"

Esas preguntas rondaban por su cabeza realmente están muy confundido, quería seguir aferrándose a su absurda venganza, hace tiempo Koyo le había dicho que todo ese problema se generó gracias a los celos enfermizos que sintió en ese momento, pero Chuya no lograba entenderlo, ¿Celos enfermizos? Nunca lo sintió de esa manera, solo se estaba aferrando a alguien a quien amaba, a alguien a quien no quiera perder, a alguien que solo era suyo, que le pertenecía.

Ahí se dio cuenta de su error, hablaba de Dazai como un objeto, no como su pareja, pero para Chuya ese tipo de trato era normal, después de todo, desde la muerte de su madre todo lo que le hacía seguir en pie se desvaneció, hasta que estuvo con el castaño, en ese momento no quiso alejarse de él, no volvería a perder lo que amaba no dejaría que se lo arrebatasen.

Importándole las constantes bromas del castaño hacia su persona, pero estaba equivocado, ahora entendía que el cariño que Dazai le tenía a Oda si bien el castaño lo llego a confundir con amor, ambos estaban mal, solo era dependencia, buscaba algo que le fue arrebatado al nacer, algo que le faltó al crecer, después de todo, Dazai nunca conoció a su madre a causa de su padre, que está de más que nunca le crío, que le dejo a cargo de los sirvientes, ahora que lo meditaba todo tenía sentido.

Chuya estaba ciego.

Se dejó llevar por el despecho y los celos enfermizos que ocultaba sin darse cuenta.

Y ahora estaba por perderle más.

Todo por una absurda venganza sin sentido.

En los ojos de Chuya comenzaron a verse lágrimas, se sentía totalmente estúpido, pero según el que podían esperar de alguien quien aprendió a amar y todo le fue arrebatado, donde trato nuevamente de vivir gracias a Koyo pero su padre siempre le repetía lo mismo, que fue su culpa que su esposa muriera, que el simplemente se fuera, palabras duras para un niño, uno roto que a cada palabra se desmoronaba, actualmente eso ya no le daña a aprendido a ignorarlo, pero él sabe muy bien todo es cierto a su perspectiva.

Chuya quería renunciar a su venganza pero ya había llegado muy lejos, debía continuar, sin arrepentimiento, si Dazai después de eso le odiaba, no le importaría, se lo merecía, después de todo, el nació sin derecho de ser amado u amar.

—Bueno esto tiene sentido, digo Dazai y yo no tenemos las mejores referencias amorosas, mi padre me detesta , el padre de Dazai nunca esta, él se crio prácticamente por Mori que siendo sinceros no es la mejor forma educativa, a mí me crio Randou ya que Koyo fue prácticamente obligada a casarse a muy temprana edad, y es relativamente raro cuando nos vemos gracias a padre, entonces, esto esta horrible.

—Chuya, cálmate.

Chuya miro a una esquina de la habitación por un momento olvido que Randou se encontraba en el lugar, lo escaneo de arriba abajo y suspiro el tenia razón debía calmarse y no entrar en una paranoia pero le era inevitable pero siendo sincero, no quería ni ver a Randou en este momento por ocultar le cosas, ah como deseaba volver a Francia y no preocuparse de nada ya que el androide se encargaba de todo, ahora que lo pensaba no había revisado a este mismo aunque ya de nada sirviera.

Activo el mando de este y chasqueo la lengua al ver un letrero de mantenimiento, mayormente duraban 2 días, según Fyodor, eran cosas delicadas, suspiro y miro nuevamente a Randou quien desvío la mirada nervioso.

—¿Puedes traerme un vaso de vino?

—¿Prometes no excederte?

—Sí.

Randou asintió y salió de la habitación Chuya miro por la ventana, suspirando pesadamente ya que no sabía qué hacer, debía al menos entender como es una relación sana si quería hacer las cosas bien aunque ya fuera tarde, después de todo el y el castaño se casarían si o si, así que debían llevarse bien o soportarse a menos.

De la nada sus pensamientos fueron interrumpidos por la puerta abriéndose, era el mayordomo de Fyodor, si no mal recordaba se llamaba Nikolai Gogol, era del mismo país que Fyodor, ambos se llevaban una diferencia de 6 años, actualmente Fyodor tiene 28 por lo Nikolai tendría 34 años, Chuya no sabía por qué Fyodor mantendría una relación amor-odio con su mayordomo, feo no era claro está pero aún así le daba la intriga pero no quería parecer un chismoso metiéndose en lo que no le importaba.

—¿Se le ofrece algo Chuya-san? Dos-k... Dos-san me mandó a ver si ocupaba algo.

—No en realidad... —lo pensó mejor, al diablo, la curiosidad mato al gato, además eso le ayudaría a aclarar sus ideas o eso esperaba el— De hecho si, Nikolai, ¿podrías charlar un rato conmigo?

—¿Eh? Bueno claro ¿de qué se trata?

—Sobre tu relación con Fyodor, realmente no sé si se puede llamar de esa manera, pero quiero tratar de entenderla.

Si hace unos momentos el mayordomo sonreía ahora tenía una cara de preocupación, puesto que nunca espero que alguien preguntara por eso, es mas no quería hablar de eso con nadie, puesto que le era incomodo, pero mirando la cara de preocupación del peli naranja no le quedó de otra que aceptar, sentarse en el suelo mientras el otro se sentaba en la cama mirándole.

—¿Que quiere saber?

—Bueno empezaré con esto ¿Qué tipo de relación tienen ustedes dos?

Nikolai se llevó una mano a su mentón tomando un momento para poder meditar la respuesta, claramente lo que iba a decir era algo extraño, Chuya le miraba atentamente por su contestación a dar.

—A decir verdad...

—¿A decir verdad?

—Sonríe alzando los hombros y brazos— Ni yo estoy seguro.

¿prometido o prometida?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora