Los meses pasaban, había conseguido mantener mi propia rutina y me encantaba.
Mi sueño era ser doctora, ejercer como médico, igual que mi padre. Sabía que a él le hubiera encantado. El problema era el tiempo.
Peter crecía demasiado rápido y temía no pasar el suficiente tiempo con él, por lo que, mis planes de futuro tendrían que esperar.
Mi rutina comenzaba por la mañana temprano, aprovechaba que Peter era un dormilón para ir con Carlisle, él había conseguido que me aceptase en el hospital como su aprendiz. Algo así como una alumna en prácticas. Aquellas pocas horas con él me ayudaban muchísimo, no solo aprendía sino que me confirmaban que aquello era lo que yo quería hacer.
Cuando volvía a casa de los Cullen, Esme siempre tenía comida lista para mí. El resto del día lo pasaba con Jasper, o Peter. Él no podía ir un colegio normal, así que entre toda la familia le dábamos clase.
Pero no todo iba a ser estudiar, también saliamos a pasear por Seattle o Port Angeles. Incluso ibamos a la reserva. Los fines de semana, Peter y yo nos quedabamos con Sue. Seth siempre estaba encantado con pasar tiempo con él, lo llevaba a la playa o paseaba por el bosque. Si no fuera por él no tendría tiempo para mí.
Tiempo que Leah aprovecha para llevarme de compras o al cine o donde fuese. Salida de chicas, justo lo que necesito.
Actualmente, a pesar de los pocos meses que habían pasado, Peter tenía la apariencia de un niño de 5 o 6 años. Ya andaba, hablaba y hasta hacía travesuras.
Oficialmente podíamos decir que Peter tenía un don, uno muy similar al de Jasper. Sentía las emociones a su alrededor, pero no era capaz de cambiarlas como Jasper.
Jasper puede hacer que estes calmado cuando te sientes furioso. Peter si nota que estas molesto por algo, puede incrementar esa molestia hasta convertirla en una furia sin control.
Cuando se aburre, se dedica a manipular a los de su alrededor. Provocó que Rosalie se enfadará con Edward de la nada. Hizo llorar Bella en una ocasión, aunque claro, los vampiros no lloran por lo que se quedó en lamentos tristes. Y a Alice le provocó un ataque de risa.
Quisiera molestarme y regañarlo pero no podía. Aquellas situaciones me hacen reír.
Aquella mañana volví del hospital antes, la casa estaba misteriosamente silenciosa.
-¿Hola?
-Bienvenida querida -dijo Esme desde la cocina.
Fui hacia allí directamente, Esme cocino unos raviolis que olían deliciosos. Dejó el plato en la mesa con una sonrisa.
-¿Donde estan todos? Hay demasiado silencio.
-Oh eso es por qué Peter y Nessie se fueron a cazar con Jacob, Bella y Seth.
-Dime que hoy no ha hecho llorar a nadie -dije esperanzada.
Esme empezó a reír.
-No te preocupes, son cosas de niños. Hoy tan solo hizo que Emmett perdiera los nervios, Jasper lo soluciono.
Me lleve la mano a la frente mientras comía. No quería saber como sería en la adolescencia.
-Cuando termines, alguien te espera en puerta de atrás. - Esme beso mi cabeza antes de irse, ni siquiera pude preguntar.
¿Cómo que alguien? ¿Por qué tanto misterio? Sentía mucha curiosidad, comí rápido y cuando terminé fui hacía la puerta de atrás con cuidado.
Jasper esperaba entre los árboles, al mirarme sonrió de lado.
-¿Qué haces aquí? -pregunte mientras me acercaba con una sonrisa.
-Sube -dijo él señalando su espalda. Lo miré sorprendida.
-Te aviso que acabo de comer...
Jasper soltó una carcajada.
-Esta bien. Si vas a vomitar solo avisame...
-Viva el romanticismo -dije riendo. Él la miró divertido.
Subí a su espalda, él echó a correr aunque iba rápido sabía que no iba a toda su velocidad por mí y mi posible mareo. Había olvidado lo genial que era sentir la velocidad. Sonreía mientras el viento agitaba mi cabello oscuro.
Jasper paró justo frente a una pequeña cabaña, no tardó mucho en llegar por lo que estaba cerca del hogar de los Cullen. Me baje de su espalda mirando la cabaña y luego a él.
Jasper no dijo nada, solo me miraba. Mis ojos se abrieron mucho más al comprender lo que ocurría.
-No, ¿en serio? -dije con una sonrisa. Él asintió satisfecho.- ¿Es nuestra?
-Así es. Para los tres, ¿quieres verla?
-Por supuesto que quiero -dije saltando a sus brazos.- Pero ¿por qué?
-¿Acaso debe haber un motivo? Tan solo quería un lugar para nosotro. Un hogar.
Agarre su mano con una sonrisa, no quería llorar así que tiré de él hacía la casa. Era una cabaña sencilla y rústica, pero me encantaba, no necesitaba más, simplemente era perfecta. Tenía un saloncito que comunicaba con una cocina pequeña. Por el pasillo estaba la habitación de Peter y un baño, además de una habitación de matrimonio que tenía su propio baño.
Al llegar a la habitación de matrimonio miré embobada lo precioso que era. Seguro que Alice había tenido algo que ver. Jasper iba a mi lado, analizando si todo aquello me agradaba o no.
-Me encanta, es... perfecta. -dije mirándolo.
Agarré su camisa y lo empuje, tumbandolo en la cama. Él sonreía divertido, no se acostumbraba a que pudiera tener cierta fuerza debido a mi don. Me senté sobre él aprovechando la situación, besando sus labios fríos, que aún así me hacían arder.
-Si llego a saber que te gusta tanto, lo hubiera hecho antes - dijo riendo, sus brazos me rodeaban acariciando mi espalda.
Sonreí y volví a besarlo con una sonrisa en los labios. Por suerte, teníamos tiempo de sobra hasta que volviera Peter.
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Mi debilidad (saga crepúsculo 4)
FanfictionEbonee vuelve a Forks junto a Jasper, Bella va a casarse y sabe que será todo un evento. Sin embargo, volver a Forks supone la vuelta de problemas que ella pensó que dejó atrás. Ebonee tiene que sacar toda su energía y fuerza interior para hacer f...