19. El Final

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-Da igual lo que te muestre, no vas a cambiar de opinión -dijo Alice molesta, se giró hacía atrás mirando a Bella, moviendo sus labios en un "ahora", que Bella entendió a la perfección.

Bella miró a Nessie por última vez antes de mirar a Jacob y asentir, este no necesito más para saber lo que tenía que hacer. Ebonee que había visto aquello supuso que el momento había llegado, miró a Peter y susurró un "te quiero" antes de mirar a Seth: Cuidale. Fue lo último que dijo. Ella se giró para mirar a Jasper quien la observaba a pesar de estar agarrado por los vampiros, sin embargo, la pelinegra se distrajo, Alice golpeó a Aro con una patada.

Aro fue lanzado varios metros hasta caer en la nieve como si nada, salvo por su mirada furiosa.

-Atraparla -dijo Aro.

No tardaron en agarrar a Alice quien se resistía, pero no tenía tanta fuerza como para deshacerse del agarre, de dos vampiros.

-¡Soltadla! -gritó Carlisle mientras corría hacía Aro. 

Ebonee observó sorprendida como Carlisle ni siquiera lo pensó, simplemente salió corriendo para ayudar a su hija. 

Se deshizo de dos vampiros que intentaron pararlo y saltó. Todo ocurría rápido ante los ojos de Ebonee. Aro saltó chocando con Carlisle, el choque no produjo ruido alguno. Cuando Aro tocó el suelo, Ebonee sintió que no podía respirar, en sus manos llevaba la cabeza de Carlisle. 

Los vampiros de la guardia prendieron fuego a su cuerpo. Ebonee no podía reaccionar, no escuchaba nada a su alrededor... ni siquiera los gritos de Esme o cuando Edward rugió y salió corriendo hacía ellos. 

El resto le seguía menos Ebonee que estaba en shock... ¿Cómo iba a reaccionar si acababa de ver morir a Carlisle? 

Ambos ejércitos chocaron, no podía distinguirse nada, eran tan solo cuerpos luchando unos contra otros. Los lobos atacaron junto a los clan. Todos se unieron por Carlisle. La pelinegra perdió de vista a Jasper entre aquel grupo...

Ebonee reaccionó cuando escuchó los gritos de Jasper, Jane estaba usando su don con él. Ella no lo dudo, mientras se acercaba uso su don en Jane, envolviendola. No podía herir a nadie, pero tampoco moverse. La pelinegra cerró los ojos concentrándose y cada miembro del cuerpo de Jane se separó. Ella no sería más un problema.

Jasper gracias a eso pudo luchar contra Demetri hasta arrancar su cabeza. Ambos se miraron, Jasper y Ebonee, a veces se podía decir tanto con una  mirada. En ese momento, aquella mirada podía hablar por sí sola. Jasper se sentía angustiado por tenerla allí, en aquella batalla, siendo humana y corriendo el riesgo de acabar herida. Ella lo miró con nostalgia, con amor, lo había extrañado tanto y verlo era como... un sueño. Tan solo las circunstancias no eran las mejores en ese momento. 

 Ebonee observó la batalla, muchos Cullen y amigos de estos morirían por conseguir ganar o al menos matar a gran parte de los Vulturis. Solo había una solución, la misma que había barajado hace muchos días atrás. La misma que dolía con solo pensarla.

-Leah, necesito que  me cubras las espaldas -dijo Ebonee a su amiga. 

La loba la miró al tiempo que retrocedía a su lado. 

Ebonee se sentó en el suelo y cerró los ojos, escuchaba los gritos, los cuerpos partirse, los lamentos de los lobos al ser heridos... Necesitaba encontrar la paz, recordar aquel sueño, aquel lugar idílico en su mente que le transmitía paz y energía. Ningún Cullen moriría, ningún amigo lo haría, si ella podía evitarlo.

Ebonee se elevó varios centímetros del suelo al tiempo que su cabello parecía moverse como si no hubiera gravedad a su alrededor. La energía recorría su cuerpo, nacía en su corazón y se extendía hasta sus manos. Ella alzó sus manos, justo cuando sus ojos se abrieron... No eran sus ojos los que se veían... era algo más ...

Se concentró en cada vampiro de la guardia, cada testigo de Aro, incluyendo las esposas de estos... cada uno quedó quieto sin poder moverse y entonces todos se pararon sintiendo que algo raro estaba pasando. 

Los pies de los vampiros se despegaron del suelo, eran muchos... demasiados para que ella pudiera hacer lo que pretendía sin consecuencias. Conforme más pies se despegaban del suelo más le costaba controlarlo. Sentía algo húmedo deslizarse por su nariz, pero no había tiempo para retroceder. 

Los Cullen y sus amigos tan solo observaban como una humana era capaz de hacer más de lo que ellos mismos podían.

La sangre bajaba por su nariz, y conforme más se exigía más salía. Pronto empezó sus oídos a sangrar... pero no le importó ni siquiera cuando escuchaba la voz de Jasper pedir que parara... Jamás había visto suplicar a Jasper, no de esa manera, no con tanta gente mirando... 

No quería verlo ahí arrodillado, si pudiera seguro que él estaría llorando, suplicando que no siguiera. Él la conocía sabía que siempre estaría los demás antes que ella y una parte de él sabía como acabaría aquello.

¿Él podría perdonarla por lo que iba a hacer? Quizá con él tiempo lo haría... 

-Lo siento... -murmuró sabiendo que él podía oírla, hasta Leah podría escucharla. 

Cuando todos los vampiros estaban levitando, controlados por ella, los descuartizó como había hecho con Jane. Cada parte de su cuerpo se partió en pedazos, un proceso duro y doloroso. 

Los ojos de Ebonee empezaron a sangrar mientras un gritó desgarrador salía de lo profundo de su garganta. Su cuerpo cayó al suelo, quedó tumbada en la tierra sin ningún escudo a su alrededor. Jasper fue enseguida a tomarla entre sus brazos, ignorando la cantidad de cadáveres que había en el claro.

La abrazó sintiendo cada parte de su cuerpo, estaba cálida pero tan inmóvil. Jasper solo sentía dolor, entre sus brazos estaba la mujer que más amaba... muerta. No podía escuchar sus latidos, ni tampoco su respiración. 

Leah aulló, un aullido terriblemente lastimero que indicó a Jacob y Seth de lo ocurrido. 

Aro, Marco y Cayo habían sido los únicos en librarse de aquella masacre, pero por poco tiempo. Vadimir y Stefan se encargaron de Marco, desmembrandolo y de Cayo se encargó Kate y Tanya. Aro quedó a merced de Bella y Edward que deseaban vengarse de la muerte de Carlisle. 

Jasper ni siquiera pensaba en venganza. Ebonee los había salvado a todos, su sacrificio suponía una oportunidad para el resto. 

¿Qué le iba a decir a Peter cuando volviera? ¿Cómo superaría el muchacho la muerte de madre? 

Jasper sollozaba aún abrazando su cuerpo, aquella imagen fue la última que vio Aro antes de arder.



Mi debilidad (saga crepúsculo 4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora