Despierto un poco desanimada, lo que pasó la noche anterior dejó secuelas. A pesar de que todo mejoró, igual no me siento del todo bien.
Me levanto de mi cama y una sonrisa asoma en mi rostro al ver el regalo de navidad de Nate. Con emoción lo tomo y me quito mi actual pijama, para poder probarme este traje de arquera.
Una vez lista me miro en el espejo del baño y me encanta lo que veo. Es simplemente increíble, me queda perfecto. Además, me encanta que traiga guantes así evitaré otro accidente como el de hace algunos días.
Así que la llevo a lavar junto al resto de ropa que utilicé anoche. Me preparo un chocolate caliente junto a una pequeña baguette con mermelada y me siento en mi cama a ver hacia el exterior. Todo cubierto de nieve.
En eso escucho que alguien toca mi puerta, así que me acerco a esta y me encuentro de frente con Nate, él me brinda una linda sonrisa y me saluda.
—Hoy vamos a salir por la noche —dice sonriente.
—¿Qué? —pregunto confundida.
—Hoy es día libre para todos los trabajadores y no quiero que te quedes en tu habitación, lamentándote por aquel insensato —responde con firmeza. Es lindo ver cómo quiere que olvide el mal momento que me hizo pasar ese chico.
—¿Y a dónde iremos? —pregunto.
—Es un secreto —exclama mientras me brinda una sonrisa traviesa y tierna a la vez, para luego alejarse de mi habitación.
—¿Y qué me pongo? —pregunto, ya que conociendo a ese chico me puede llevar al bosque o a un restaurante.
—Ponte bonita, aunque ya lo estás —dice a lo lejos, lo que provoca que me ría.
—No sabía que eras tan empalagoso, su majestad —añado para luego cerrar la puerta con una sonrisa tonta.
Tomo el libro de Lizzie y decido terminar de leerlo. Lágrimas de un corazón roto, una historia de dos chicos homosexuales, los cuales se aman, pero por culpa de la sociedad deben permanecer alejados el uno del otro.
La trama es fantástica y el cómo lo narra Lizzie, la hace aún mejor. Es increíble sobre como ella no teme escribir sobre estos temas, ya que en la década actual, estas personas que gustan de su mismo sexo es algo mal visto.
Al terminar la lectura, cierro el libro y me encamino a buscar a Lizzie.
Su habitación, el bosque, la biblioteca, no está en ningún lado. Hasta que pienso en que tal vez está con Nate. Así que me dirijo nuevamente al pasillo de las habitaciones reales. Toco la puerta y Nate me recibe nervioso, lo cual me provoca una enorme curiosidad.
—¿Has visto a Lizzie? —pregunto curiosa.
—Sí, está en mi habitación. Espera aquí, no puedes ver —menciona nervioso. Él entra a su habitación y me cierra la puerta.
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Alma de Guerrera | Terminada
Roman pour AdolescentsUna valiente jovencita de un campestre pueblo de Francia, decide iniciar el camino de su vida fuera de las murallas de un descuidado orfanato. Después de escapar del tétrico lugar, se encuentra con varios obstáculos que la pondrán a prueba. Sin emb...