Después de comer mis deliciosas tostadas francesa, decido vestirme con mi overol y una blusa turquesa que hace algunos días compré en el pueblo. Después, miro mi agenda semanal la cual me indica que hoy me toca trabajar lavando y limpiando las escaleras del castillo, las cuales son bastantes. Así que me encamino hasta la habitación de limpieza en donde tomo una cubeta, unas esponjas y finalmente algunos paños. Luego, me dirijo a uno de los baños y lleno dicha cubeta de agua.
Me encamino al inicio de las escaleras y miro a estas con desprecio. Pero, a pesar de la poca emoción que tengo de realizar esto, decido comenzar. Tomo una de las esponjas y la remojo con el agua jabonosa y comienzo a pasar esta por el primer escalón, luego tomo el paño y limpio el área para finalmente continuar con el siguiente escalón.
—Molly, mañana se publicará mi libro, finalmente —exclama Lizzie al verme.
—¡Felicidades, Lizzie! —respondo con una gran sonrisa—. Llevas meses trabajando en ese proyecto.
—Fue difícil, pero lo logré. No sabes lo feliz que estoy, tenías razón, tan solo debía arriesgarme —dice abrazándome.
—A veces hay que salir de nuestra zona de confort —añado sonriendo—. Por cierto, te tengo que contar algo.
—Claro, ahora en la noche ven a mi habitación —indica para luego alejarse de mí. Continúo limpiando las escaleras, mientras mi mente va a mil por hora. Esta tarea está perfecta para pensar sobre qué voy a hacer con mi vida. Tengo tan solo dos días para pensar en esto. Ya he pensado todos los pro y contras de irme a Estrasburgo. Si me voy, mis habilidades en arquería mejorarían mucho, además conoceré lugares nuevos. Pero, tendría que buscar un nuevo trabajo, departamento. Además, voy a estar muy perdida los primeros días, pero creo que también sería una gran aventura... justo lo que me gusta.
Vuelvo a la realidad por algunos segundos y miro que apenas terminé las escaleras del primer piso, me faltan todas las del segundo.
—Mejor no mires adelante —susurro mientras bajo mi cabeza y continúo con mi trabajo.
Cuando tan solo me faltan cuatro escalones para finalizar, decido darme un pequeño descanso, pero por accidente termino tirando la cubeta, logrando mojar todos los escalones que ya había limpiado.
—Soy una tonta —digo con frustración. Camino hacia el inicio de la escalera y me encuentro con Nate, quien sostiene la cubeta entre sus manos.
—¿Necesitas ayuda? —pregunta con una pequeña sonrisa.
—Tranquilo, lo tengo todo controlado —digo fingiendo una sonrisa.
—¿Sabes que se te da fatal mentir? —menciona riendo.
—Eso es mentira —respondo con seriedad, pero al cabo de unos segundos termino riendo.
ESTÁS LEYENDO
Alma de Guerrera | Terminada
Novela JuvenilUna valiente jovencita de un campestre pueblo de Francia, decide iniciar el camino de su vida fuera de las murallas de un descuidado orfanato. Después de escapar del tétrico lugar, se encuentra con varios obstáculos que la pondrán a prueba. Sin emb...