III. 𝐌𝐄 𝐃𝐀 𝐌𝐈𝐄𝐃𝐎 𝐄𝐗𝐈𝐒𝐓𝐈𝐑 (Abril)

471 38 81
                                    

¿Se puede ser una persona muy feliz al principio de tu vida, y en unos pocos meses volverte una muy depresiva y que ya no quiere saber nada de una persona? Sí, es posible, y yo puedo explicar el porqué.

Cuando era pequeña, más o menos hasta los doce años, me gustaba jugar deportes. No era la más fanática del mundo, pero era divertido, jugar a la pasadita con mis amigos, correr en Educación Física en la escuela, jugar al manchado (mi juego favorito alguna vez), jugar al handball, entre otros deportes. No importaba si no era muy buena, me gustaba jugar, y nadie te criticaba si no eras muy buena, no como ahora, que hasta me produce mucha ansiedad jugar a cualquier cosa, hasta lanzar una pelota me estresa.

¿Cómo pasó eso? Fácil, pasar de primaria a secundaria fue de las peores cosas que me pudieron haber pasado. Es inevitable pasar a esa etapa, pero la verdad es que con haber transitado tres años de ella, puedo decir que es la peor de la vida.

Les voy a ser sincera, para mí, la peor etapa de la vida es la adolescencia, o quizás no la peor de todas, pero sí es el inicio de las cosas oscuras de tu vida, por el simple hecho de que nos hacemos más vulnerables a todo, a los cambios, a los que nos diga los demás, y por sobretodo, estamos veinticuatro siete buscando la felicidad y la perfección. Uno cuando es niño no se pone a pensar en esas cosas, porque un niño encuentra la diversión hasta con una rama y una hormiga, pero cuando creces, sientes que te faltan cosas a tu vida, quizás hasta personas, y empiezas a buscar, y te enganchas con la primera persona con la que te cruzas, pero nunca sabes si esa persona viene con buenas intenciones hacia ti, a mí me pasó eso. Cuando entré a la secundaria, tuve como tres o cuatro amigas, todas ellas aparentaban ser buenas, pero me destrozaron como a una jarra de vidrio. Una de ellas era muy tóxica con las personas, más que nada con las muy torpes (como yo). Era una estudiante destacada por ser muy inteligente y aplicada, y siempre que yo cometía algún error, se burlaba de mí y me llamaba "imbécil", "tonta", "tarada", entre otras cosas. Se me caía algo, y ella se reía y decía: "¡No puede ser tan inútil!", y esa gente es la peor, porque te da miedo a decir o hacer algo sin que ella se ría o algo peor. Takako era el infierno en persona. Kuromi era muy linda, pero era "muy azul", como dice mi padre al referirse a alguien que no sabe nada, le costaba mucho estudiar, pero no por eso dejaba de ser una hija de puta, como yo tenía gustos distintos y no tengo conocimiento de las cosas que están de moda (sumada también mi torpeza), decía que yo era una subnormal y anormal, y me vivía pidiendo cosas de la cartuchera, porque como era pobre no tenía casi nada, y era rubia, era el típico ejemplo de "rubia tarada", pero esta era mucho más tóxica. Kizuna no era tan tóxica, pero lo que no me gustaba de ella era que siempre que yo me estresaba con las tareas, por ejemplo, decía que dejara de ser tan ansiosa y también dejar de joder con la escuela. Ella no era la más inteligente, pero era muy aplicada, a pesar de que odiaba ir a la escuela. Era de las típicas personas relajadas, que nunca se estresan de más, por más que sepan que van a reprobar un examen o una asignatura. Siempre decía que yo me estreso por todo, y que esa actitud la enfermaba, un día simplemente dejamos de hablar, porque me sentía mal sabiendo que ella pensaba eso de mí. Algo parecido me pasaba con Umina, una chica que era bastante lista y aplicada, no como Takako (Umina era mucho más humana, jaja), pero parecida, ella era buena persona en general, pero conmigo como que se impacientaba y eso, porque yo soy torpe, soy lenta, no soy inteligente, y eso la irritaba, también le irritaba la gente con falta de autoestima (como yo), porque ella decía que "esa gente exagera sus problemas por estupideces tan simples como el hacerle caso a las opiniones destructivas de los demás". ¿Qué puedo decir? No es nuestra culpa que ellos abusen de nosotros, no es nuestra culpa es ser como somos, es nuestra realidad, y tampoco queremos ser así, pero es lo que nos toca. Yo tengo muchos problemas de autoestima por culpa de esas experiencias con esa gente que me hicieron dudar de si soy alguien útil en este mundo tan grande.

Pero lo peor de ese colegio no eran ellas, sino los chicos de mi clase, la gran mayoría, quienes jugaban muy bien a cualquier deporte, y si veían que alguno de nosotros no sabía patear un balón, lanzarlo o hacer un pase, lo insultaban. A mí me decían "pata chueca", "pecho frío", "estúpida", entre otras cosas. Y con el paso del tiempo le perdí el "amor" a jugar un deporte. Me da mucho miedo patear un balón o lo que sea, a pesar de que no haya nadie a mi alrededor, porque se me viene a la mente cualquiera de mis compañeros diciendo que me falta puntería, que un niño de dos años patea mejor que yo, etcétera. Juro que me late a veinte mil el corazón si tengo que hacer Educación Física. Yo lo hago por obligación, pero no me gusta. Afortunadamente tengo buena nota, por hacer las cosas, pero soy espantosamente mala.

Y otra razón por la que aborrezco jugar deportes, es por un accidente que tuve hace un año, que me tropecé con el pie de un compañero que se cayó en Educación Física.

─¡Ah, no puede ser más inepta!

─¡No sabe ni correr!

─¡Pelotuda!

Si quiera me preguntaron si estaba bien. No me hice grandes raspones, ya que era una cancha con césped, pero con el correr de los días, fue comenzando el peor momento de mi vida, la única vez en toda mi historia que quería desaparecer...

A lo que quería llegar con toco esto, es que cuando entras en la adolescencia, siendo mentalmente débil, empiezas a sufrir por cualquier cosa, y lo que antes lograbas sin ayuda, ser feliz, ahora es algo muy distante. Me da ansiedad la gente ahora, me da ansiedad jugar deportes me da ansiedad existir. Me da miedo existir.


𝗛𝗔𝗦𝗧𝗔 𝗟𝗔𝗦 𝗠𝗨𝗝𝗘𝗥𝗘𝗦 𝗣𝗨𝗘𝗗𝗘𝗡 𝗝𝗨𝗚𝗔𝗥 𝗙𝗨𝗧𝗕𝗢𝗟 ❱ 𝗖𝗧 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora