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XX. 𝐄𝐋 𝐅𝐔́𝐓𝐁𝐎𝐋 𝐄𝐒 𝐍𝐔𝐄𝐒𝐓𝐑𝐎 𝐒𝐔𝐄𝐍̃𝐎 (FINAL)

Han pasado tres semanas desde el partido amistoso contra el equipo juvenil de Japón. Ellos están a pocos días de partir a Francia para el torneo europeo. Las chicas del Hakodate continúan entrenando para mejorar su nivel. 

Kanae se sumó a Uxue y Ukume como las mánagers del equipo, y también es animadora, y muy, pero muy fan del equipo en general, aunque principalmente de Shizuka, su única amiga y persona que más se preocupa por ella.

Ahora están en un entrenamiento en un campo en buenas condiciones que encontraron cerca de un parque. Si todo sale bien, el padre de Shizuka conseguirá una cancha propia para el Hakodate.

Hablando de Shizuka, logró crear su tan deseado tiro del lobo. El tiro no es muy rápido, pero tiene mucha fuerza, y el tiro le da un efecto al balón de que es un lobo feroz que corre a la portería. El tiro tiene todas las características para ser llamado "tiro del lobo".

─¡Esa es nuestra niña, carajo!─ Chihaya, Rumiko y Miye se le tiraron encima.

─¡Shizuka, te amo!─ exclamó Kanae.

─Muy bien, Shizuka, ya tenemos un nuevo tiro a nuestro favor. Las demás deberían tener un ataque característico de ustedes, un tiro, una forma de driblear...─ dijo Minamoto.

─Sí, entrenador.

─¿Puedo preguntarles algo?─ les susurró Kanae a Uxue y Ukume.

─Por supuesto.

─No es que me caiga mal el padre de Shizuka, al contrario, pero si somos un equipo de mujeres, ¿por qué nuestro entrenador es hombre?

Las dos se encogieron de hombros, mirándose entre sí.

─No tenemos idea, deberías preguntarle a Akari o a alguna de ellas.

─De todas formas, el señor Minamoto es una gran persona.

─Ni lo digas, ni mi profesor de Educación Física me motiva tanto para jugar─ Abril se coló a la conversación.

─Ahora eres toda una jugadora de fútbol profesional─ Himari le palmeó la espalda.

─Jaja, tampoco exageres, apenas aprendí a hacer pases y driblear.

─Pero juegas muy bien, ese gol de cabeza que hiciste contra Japón estuvo increíble.

─Gracias─ se rascó la mejilla con un leve rubor en ellas.

─Volviendo a lo del papá de Shizuka, no importa que sea hombre, es un gran entrenador, y no lo cambiaríamos ni por una entrenadora mujer─ dijo Seiren.

─Exacto─ respaldaron todas.

El señor Minamoto sonrió un poco emocionado.

─Gracias a todas, prometo hacer hasta lo imposible porque ustedes tengan un mejor lugar para jugar, y también para que mejoren sus habilidades más y más.

─¿Saben qué me gustaría hacer? Ir a ver a Japón en el torneo europeo─ dijo Posuka.

─Tú sólo quieres ver a Morisaki─ Rika la codeó suavemente con un gesto cómplice.

─Y tú quieres ver al mono de Ishizaki.

La rubia pequeña cayó al suelo.

─¡NO DIGAS TONTERÍAS!

─Yo quiero ver a Taki─ a Shizuka se le formaron dos enormes corazones en los ojos.

─Y yo a Kisugi─ Abril juega con sus índices, haciendo que se toquen y separándolos.

─Uuuuh, a nuestra niña de rulos le gusta el niño oveja─ Kimiko rodeó sus hombros con su brazo, y una mirada juguetona.

─El otro día estuvimos en la playa, caminando por la orilla. Últimamente me está entrenando personalmente para mejorar; es muy bueno.