𝗛𝗔𝗦𝗧𝗔 𝗟𝗔𝗦 𝗠𝗨𝗝𝗘𝗥𝗘𝗦 𝗣𝗨𝗘𝗗𝗘𝗡 𝗝𝗨𝗚𝗔𝗥 𝗙𝗨𝗧𝗕𝗢𝗟 ❱ 𝗖𝗧 ✔

VI. 𝐀𝐌𝐈𝐆𝐀𝐒

Abril finalmente hizo amigas, luego de tanto tiempo. Todas las otras amistades que tuvo los años escolares anteriores, la decepcionaron. Afortunadamente todas ellas están en otras clases o algunas hasta se cambiaron de instituto, pero desde ese entonces, Abril dejó de abrir su corazón tan fácilmente con las otras personas, por miedo a terminar igual. Como dice el dicho: "si no cometes errores, no estás innovando; si cometes los mismos errores una y otra vez, no estás aprendiendo", y ella no quería parecer una burra por no aprender, ya lo parecía desde hace tiempo, según ella.

Sin embargo, ahora el ambiente se sentía distinto. Esas chicas no parecen querer hacer algo contra ella, si bien no es bueno juzgar un libro por su portada, ellas realmente demostraron ser sinceras con ella cuando dijeron que les irritaba saber que existen personas que se creen superiores y hieren a los más vulnerables, también respetaron el hecho de que ella no quiere jugar deportes por el temor que les tiene, pero que si un día gustaba, ellas la ayudarían a superar todos sus traumas. Si bien, esa confianza podría cambiar con el paso del tiempo, por ahora se siente totalmente capaz de confiar en Kimiko y Shizuka.

─Por favor, que no vuelva a tener esas épocas oscuras de amistades falsas, que nunca vuelvan─ rezaba en su mente mientras caminaba a la par de sus amigas para ir a McDonald's.

Kimiko no es la más charlatana del mundo, pero era muy amable y paciente, Shizuka habla mucho y es muy divertida y extrovertida, ese tipo de amigas es el que necesita Abril, y no de esas criticonas.

Ya en McDonald's, Abril fue a buscar una mesa vacía para que las tres se pudieran sentar, mientras Kimiko y Shizuka iban a pedir la comida. La mesa que escogió está pegada a los juegos de McDonald's, llenos de toboganes, túneles, piscinas de pelotas... esos juegos son su infancia, son sus momentos más felices en la vida.

Es que para ella, el mejor momento de la vida es la infancia y la niñez, los años previos a la adolescencia, lo que significa una cosa: el infierno, comúnmente llamado secundaria. Antes de la secundaria, ella no era así, no era así de insegura y depresiva, ella vivía para hacer lo que amaba, el mundo estaba en sus manos, y no le importaba lo que dijeran los demás. La vida tenía mucho más sentido, ella haciendo sus manualidades, corriendo por todas partes contando sus anécdotas, sonriendo por todas partes, y rodeada por sus amigos, que tampoco tenía cien amigos, pero tenía alrededor de diez, algunos de la escuela, otros de otras escuelas, etcétera, ahora la gran mayoría perdió comunicación con ella. 

Actualmente se siente perdida por la vida, siente la necesidad de salir corriendo del mundo, ir a un lugar aislado donde no pueda ver ni recordar a nadie, y estar sola, tratando de olvidar que a veces se odia por ser tan torpe. Las personas que la rodean le viven recalcando que es una estúpida, y ella se mueve pensando en sus errores. Sigue sin entender cómo los niños quieren a toda costa ser grandes para lograr sus sueños, ser bombero, ser cantante, ser policía... Si pudiera volver cuatro o cinco años atrás, le diría a su yo del pasado: "Abril, ya estás cumpliendo un sueño, existir sin tener miedo a nada. Cuando llegues a la secundaria, te vas a querer morir".

El sufrimiento de la vida comienza en la secundaria, y se extiende hacia el resto de tu vida, con el estrés de conseguir trabajo, entrar a la Universidad, poder mantenerte solo... Ella piensa en esos detalles y se quiere morir. ¿Cómo va a hacer para mantenerse sola en unos años si ahora no puede ni mirar a los ojos a una persona e imponer respeto? Mucho menos sabe lo que quiere.

─Envidio a los que son felices ahora, yo busco y busco y no puedo ser feliz─ piensa, apunto de dejar escapar unas lágrimas, mientras sigue viendo los juegos.

─Hemos traído su hamburguesa con queso y panceta, señorita Horie─ Shizuka le entrega su bandeja con su comida.

─Oh, gracias, Shizuka─ sonríe levemente.

─Después si gustan podemos tomarnos un milkshake, tengo dinero de sobra─ dice la castaña clara.

─Abril, escucha esta ironía: ella es de una secundaria pública y está forrada de dinero, y yo estoy en el colegio Toho, que es carísimo, y apenas puedo comer─ Kimiko le da un pulgar arriba.

─¿En serio?

─Es que yo tengo problemas económicos y familiares, pero conseguí una beca y puedo estudiar en el mejor colegio de Tokio.

─Oh, qué suerte tienes, Kimiko.

─La verdad, y todo se lo debo a mi vecina, quien siempre me ha mantenido en la vida...

─Yo tengo dinero debido a que mis padres me dan doscientos yenes semanales como mesada, y mi tío me paga quinientos yenes por limpiar su casa mientras él trabaja. Soy una chica trabajadora, jiji.

─Qué genial, ojalá yo pudiera trabajar como tú...

─Estoy segura de que podrás, sólo busca algo en lo que seas buena y llévalo como un empleo. Por ejemplo, si te gusta hacer manualidades, puedes venderlas, es algo muy fácil.

─Supongo...

─Oigan, si no comen se va a enfriar─ les advierte Kimiko.

─¡Nooooo!─ las dos abren sus cajitas y sacan la hamburguesa.

Luego de degustar su comida, fueron a comprar tres milkshakes de "postre", y antes de beberlos, le tomaron foto, salió la mano de las tres agarrando el vaso, lo que da a entender que es una foto de amigas.

Kimiko hizo un grupo de WhatsApp de las tres para pasarse fotos de las salidas, y por supuesto hablarse. Abril fijó el grupo, ya que es su contacto más importante, y todos los mensajes y fotos los guarda en favoritos, como símbolo de su verdadera amistad.

─No quiero que esta felicidad termine.

En un callejón oscuro, una chica albina está controlando su balón de fútbol con la rodilla. La única luz del callejón parpadea, y las polillas vuelan pegadas a la luz.

─Kojiro Hyuga y Tsubasa Ozora son los mejores jugadores de Japón, ¿eh? Pues eso ya lo veremos.