𝗛𝗔𝗦𝗧𝗔 𝗟𝗔𝗦 𝗠𝗨𝗝𝗘𝗥𝗘𝗦 𝗣𝗨𝗘𝗗𝗘𝗡 𝗝𝗨𝗚𝗔𝗥 𝗙𝗨𝗧𝗕𝗢𝗟 ❱ 𝗖𝗧 ✔

XIII. 𝐏𝐑𝐈𝐌𝐄𝐑 𝐄𝐍𝐓𝐑𝐄𝐍𝐀𝐌𝐈𝐄𝐍𝐓𝐎

Shizuka logró convencer a su papá de volverse el entrenador del equipo Hakodate, y Abril llevó a Ukume y Uxue para presentárselas a sus amigas.

─Chicas, ellas son dos nuevas amigas de mi colegio. Se llaman Uxue y Ukume.

─Soy Uxue Ogura.

─Yo soy Ukume, jiji.

─Mucho gusto, chicas─ les dijo Kimiko.

─¿Van a jugar en el equipo con nosotras? Podrían ser las suplentes─ dijo Rika.

─¡N-no vamos a jugar! 

─Solamente vinimos a animar a Abril y a ustedes.

─Ah, bueno.

Akari chasqueó los dedos.

─Tengo una idea.

─Diga, capitana.

─¿Y si ellas se vuelven nuestras mánagers?

─¿Nosotras? ¿Mánagers?

─Ustedes entregan toallas, botellas de agua y todo lo que necesitemos.

─Pues, por mí me parece bien─ respondió Ukume.

─Por mí también, lo único que pedimos es que no nos tengamos que quedar mucho tiempo por las tardes, debido a que tenemos que hacer cosas en nuestras casas.

─No se preocupen. ¿Una hora después de clases les parece bien?

─Sí, claro, puedo almorzar aquí y luego irme a casa a prepararme para ir a trabajar.

─¿Trabajas, Uxue-chan?─ le preguntó Seiren.

─Así es, antes trabajaba de mesera, ahora me dedico a trabajar en una panadería durante ocho horas al día. También me hago cargo de los quehaceres en la casa, ya que mi mamá trabaja doce horas al día en un supermercado.

─Vaya, ustedes dos son muy trabajadoras─ dijo Chihaya, sorprendidas.

─Gracias, jeje.

─¿Pero no tienes padre?─ se animó a preguntar Abril.

Uxue miró hacia abajo con un poco de seriedad.

─¡Uy! L-lo siento, no quise...

─No te preocupes, no te lo conté, por eso no lo sabes. Mi padre no está muerto (o eso creo), simplemente nos dejó a mamá y a mí cuando yo era pequeña. Mamá no puede ni verlo por fotografías, porque vive diciendo que es un desgraciado que nunca se quiso hacer cargo de mí, es más: no soportaba la idea de que yo tuviera su apellido, entonces ¿qué hizo? Reunió muchísimo dinero durante años, pidió préstamos en el banco, hizo de todo, hasta vendió muchísimas cosas que teníamos en casa, todo con tal de cambiarme el apellido al de ella, y finalmente lo logró hace cinco años.

─Vaya, cuánto sacrificio. 

─Entonces ahora soy Ogura, gracias a Dios. Sino hubiese sido Shirogane toda la vida.

─Mierda, Shirogane me parece un apellido muy elegante─ dijo Seiren─, pero ese hijo de puta lo caga todo.

─Jaja, entiendo. No odio el apellido, pero mamá no quería que lo tuviera.

─Entonces es por eso que ahora no tienen una buena situación económica, y tienen que vivir trabajando horas y horas para recuperar la economía que tenían...─ a Abril le están entrando pensamientos negativos en la cabeza─. Ella trabajando a su edad, y yo quejándome de que la gente me daña, cuando debería ser yo la que no debería dejar que la dañen. Me siento una mugre...

─Shizuka, perdón que interrumpa su charla de chicas, pero quiero entrenarlas─ le dijo su papá.

─Uy, lo siento, papi. Bueno, chicas, por hoy van a ser espectadoras de nuestro primer entrenamiento.

─Nos parece genial.

─Chicas, ¿no les molesta que invite a Kojiro a venir a verme?

─Para nada, cariño, puedes invitar a todos los que quieras─ le respondió Himari.

─¿Kojiro?─ Akari recordó cómo hizo pedazos su orgullo en su propio colegio, luego sonríe "diabólica"─Muy bien, puedes invitarlo.

─Akari, te conozco y sé que le vas a demostrar que eres mejor que él, pero por favor, no quiero peleas.

─No te preocupes por eso, jiji.

Durante los primeros cuarenta minutos de entrenamiento, se pusieron a practicar pases entre compañeras, tanto largos como cortos, vieron cómo se debe patear la pelota, para hacer pases cortos, deben usar el costado del pie, y para los largos, deben levantar la pelota con el dorso del pie, como si fuese una pala. La mayoría no tuvo problema, aunque la que sí estuvo apunto de tirar algo de la ira era Abril, quien sentía que no iba a poder conectar un pase perfecto.

─¡Abi-chan! ¡Tú puedes!

─¡Piensa en que pronto serás rival para tus compañeros!─ le gritaron sus amigas.

Sí, ese es un sueño que ha tenido desde siempre, poder ser capaz de hacer un pase perfecto, de meter un gol, de driblar... Todo sería diferente, desearía que se acabara la clase de Literatura para tener Educación Física, jugar sin temor, y disfrutar del deporte como debió haberlo hecho siempre. 

─Abril, ten confianza en ti misma, y continúa practicando. No te sientas mal por no poder patear bien ahora, recuerda que Roma no se hizo en un solo día─ le dijo el señor Minamoto.

Ese hombre era mucho mejor dando ánimos que su profesor de Educación Física.

Cuando Kojiro llegó, casi intentó asesinar a Akari, pero se calmó debido a la presencia de Kimiko y un montón de chicas más.

─Hola, Kojiro─ saludó Akari con una sonrisa adorable.

─Ay, hola, Akari─ respondió al saludo, con la misma sonrisa, obviamente de manera falsa.

─Uy, pero qué hombre más hermoso, ¿no lo crees, Uxue?─ le preguntó Ukume en un susurro, con los ojos hechos dos corazones.

─Supongo, jaja.

─¿Estás entrenando con un equipo, Kimiko?

─Así es, Akari formó un equipo de chicas para llevar el fútbol femenino a otro nivel.

─Ya veo. Sería divertido jugar contra ustedes, porque si tú estás en ese equipo, debe ser fuerte.

─Me alegro que pienses eso─ la pelinegra mostró una sonrisa cálida. El moreno realmente le tiene mucho respeto.

─¡Muy bien! ¡Vamos a practicar tiros a la portería! Aquí entras tú, Posuka.

─Hai─ golpea su mano con su puño, ambos cubiertos por los guantes de arquera.

Akari fue la primera en tirar, y obviamente su tiro del asteroide entró, sorprendiendo a Posuka.

─I-increíble.

─Ese tiro de mierda─ pensó Hyuga.

Todas las demás tiraron, y no fueron malos tiros, pero Posuka logró detenerlos todos. Tiene muy buenos reflejos. Abril, como siempre, fue la que le costó más tirar.

─Abril, pégale con un poco más de fuerza, tampoco estrelles la punta del pie con la pelota, o te puede hacer daño a los dedos─ le dijo el entrenador.

─S-sí. Sí, tengo que tener cuidado con eso, no quiero que me vuelva a pasar lo mismo...─ pensó.