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IX. 𝐌𝐈𝐒𝐈𝐎́𝐍: 𝐑𝐄𝐂𝐋𝐔𝐓𝐀𝐑 𝐂𝐇𝐈𝐂𝐀𝐒

Las tres chicas están impactadas por la forma de jugar de Akari.

─... Wow, nunca había visto a una chica jugar así. Juega mejor que Messi, jaja─ comentó Shizuka.

─Es increíble. Yo pude ver lo mismo en el Toho, y algún día me gustaría jugar al lado de ella─ dijo Kimiko.

─Si jugara como ella, aprobaría Educación Física con la nota máxima─ dijo Abril.

─Pero las redes se romperían─ Shizuka rio─, digo, con la potencia de ese disparo, no rompió la red de milagro.

─Es verdad, si hubiese roto la del Toho, se hubiese metido en grandes problemas.

─¿Y si hablamos con ella?─ preguntó Shizuka.

─Sería genial hacer contacto con una jugadora así. Vamos, antes de que se vaya.

─Pero si ya se fue.

─No creo que esté muy lejos, si se fue hace como un minuto. Busquémosla, se había ido por esa esquina de allá.

─Bueno, ¡vamos!─ las tres empezaron a correr para alcanzar a la peliblanca.

Los del Nankatsu se dieron cuenta de que ese trío de chicas estaban observándolos.

─Oigan, ¿y ellas qué?

─Deben de haber visto toda la escena con esa niña loca.

─Más les vale no haber querido hacer lo mismo.

─Si existen más chicas que juegan así, tarde o temprano el fútbol será solamente de mujeres─ dijo Ishizaki, un poco asustado.

─O quizás solamente pasaban por aquí, como una persona normal, y justo llegó esa chica y se quedaron a ver─ sugirió Tsubasa.

─Tsubasa es el único que está tranquilo luego de que esa chica nos humillara a todos─ dijo Kisugi.

─Es que no hay necesidad de rebajarnos a su nivel. ¿No creen que es fabuloso que una jugadora así exista? Es una excelente motivación para mejorar nuestro nivel de juego. Además, que sea mujer no hace que deje de ser divertido el reto.

─Tú siempre tan optimista, ¿verdad?─ Ishizaki le palmeó la espalda.

─Siempre hay que ser optimista. Mientras más fuerte sea el rival, más ganas me dan de enfrentarlo.

─Tienes razón. Bueno, ahora tenemos que entrenar más duro que nunca para derrotarla.

─¡Sí!

─Los ojos de Tsubasa brillan cuando un jugador formidable aparece, y eso es lo que más me gusta de él. La oportunidad de enfrentarse a alguien así hace que se esfuerce más y más entrenando, y sus habilidades aumenten─ Sanae observaba a Tsubasa con admiración.

─Wow, creo que ya entendí. Ahora sé por qué Sanae lo quiere tanto─ pensó Kumi, con una sonrisa leve.

─Bueno, voy a ir a lavar los uniformes─ habló Sanae.

─Trata de quitarle todas las manchas al mío, que está muy sucio─ le dijo Ishizaki, pero lo único que logró fue que la pelirroja le diera un golpe en la cabeza con una botella térmica─. ¡Auchiii! ¡¿Y eso por qué fue?!

─¡Si no te gusta cómo queda, lávalo tú!

─¿Por qué me odian tanto?─ dijo, tocándose el chichón que le quedó en la cabeza.

Abril, Shizuka y Kimiko siguen buscando a Akari por las calles cercanas al colegio Nankatsu, pero no tienen suerte.