El color de la vida © ✔️

🌟 CAPÍTULO VI 🌟

Una semana después...

Veo la foto de mi madre en la que salimos ella y yo sonriendo... felices.

Duele.

El sentimiento de saber que una de las personas que amabas más en la vida, llegan y te digan que ya no volverá más, que ya no jugaras con esa persona, ni escucharás sus risas cuando decías algo gracioso o no recordar cuando estaba pequeña y ella llegaba por las noches a leerte un cuento o cantarte una canción para poder dormir y no tener pesadillas.

Es díficil y doloroso saber que algún día esa persona se olvide de ti.

La vida da obstáculos y este es uno de esos, donde hay que superar la muerte de un ser querido, muy querido en este caso mi hermosa madre.

Ella era la alegría de nuestra casa y el soporte de papá.

Ahora mi papá está llorando abrazado a su madre, mi abuela Agatha, ella aunque no era muy cercana a mi madre por la distancia a la que vivíamos por el trabajo de mi padre, la quería, ellas se llevaban muy bien, Eran como amigas a distancia pero su suegra a la vez.

Eran muy lindas, verlas reír, decirle secretos una a la otra era muy divertido, pero no todo es para siempre.

Veo a mi padre, está roto, destrozado y herido, me acerco y me siento a su lado,me mira con sus ojos sin brillo, sin el ánimo que me daba mamá.

Cuando estamos en casa voy a la habitación de mi padre donde mi padre se esconde para soportar su dolor, cuando entro veo que está con una botella de whisky en la mano y en la mesa de noche el vino favorito de mama, ahogo un gritó cuando veo la habitación, está hecha un desastre, hay vidrios rotos por todas partes, esto es de locos.

—Papá —lo llamo.

—La amo, no pued-o —se derrumba y llorá como un niño.

—Lo se papá, lo sé —camino hacia el y lo abrazó con fuerza para que deje fluir todo.

—Solo quiero descansar hacer como que todo esto es una pesadilla de la cual nunca voy a despertar y no me lleves al cuarto de nosotros llévame al de huéspedes por favor, nuestro cuarto tiene el aroma de tu madre no podré dormir, solo quiero olvidar —cierro lo ojos con fuerza al escuchar a papá decir eso, lo peor es que el se lo tomará encerio, después de esto nada será igual, respiró hondo y me levanto llevándome conmigo a mi padre hacia su cama, no quiero seguir viéndolo así, se lo difícil que es para el pero no puedo verlo así, haré lo correcto por el y por mí.

—Papá —lo llamo, se que esto es lo correcto.

—¿Si? —pregunta.

—Me haré cargo de las empresas — lo miro y veo como el voltea si cabeza rápidamente hacia mi.

—¿Que? ¿Es una broma? —niego con la cabeza—. ¿Porque? —vuelve a preguntar.

—Por que tú no estás en condiciones de dirigir las empresas, primero tienes que recuperarte de e-esto —trago el nudo en mi garganta.

—Pero sabes que esto es muy díficil para la edad que tienes, Abby, es mucha responsabilidad —niego.

—Nada que no pueda sobrellevar —asiente no muy convencido.

—Pero primero tiene que ir donde tu tutor para que adenlanten las clase o lo que sea —asiento está vez yo.

—Ok, papá creo que iré a ver al Ashton —veo a mi padre como me mira con una sonrisa en sus labios.

—Quedarán juntos ustedes dos, eso me lo dijo tu madre y creo que es verdad —niego frenéticamente.

¿Pero que es lo que está pensando?

—No papá que está diciendo, ya te estás volviendo loco —ríe una vez más.

—Por tu madre —bosteza.

¡Dios mío! esto será más díficil de lo que pensé.

—Bueno, me voy duerme un poco papá, te hará bueno —asiente y lo miro por última vez al escuchar lo que dice.

—Te amo Abby, estaremos bien.

—Yo tambien te amo papá —y sin más salgo de la habitación.

Camino por el pasillo y me encuentro con una de las mucamas, Leila creo, le aviso que cuando mi padre despierte ordenen su habitación, ella asintió y se marchó.

Sigo caminando y me dirijo hacia mi habitación, por qué Dios necesito una ducha de ¿Relajación?, lo que sea.

Al entrar al baño recuerdo a mi madre, de nuevo hace dos días estuvimos aquí, sonriendo, jugando, aunque ya sabíamos de la noticia estábamos con la sonrisa sin importar que.

Un suspiro sale de lo más profundo de mi, es que ¿como?, como hago para superarla eso jamás pasará, ni porque lo intente un millón de daños jamás lo haré. 

Es extraño como una persona que estuvo ayer contigo ¿puede desaparecer de la noche a la mañana?, Y no va a volver. 

Dios ayúdame con esto.

Entró a la ducha y dejó que el agua artificial toque mi piel relajándose por completo, apoyo mis manos en la pieza de mármol intentando olvidarme de ello sucedido por unos instantes pero los recuerdo viene a mi como una película.

La sonrisa de mamá cuando estaba con papá o el brillo que tenía en sus ojos al hablar del día que nací o el día que conoció a papá.

No puedo.

Las lágrimas no tardan en llegar de nuevo a mí. 

—¿Porque mamá? —sollozo.

—¡No tenías ningún derecho de dejarme!, pensé que estarías para cuando me graduará, para que vieras tus nietos corriendo llamándote abuela. —sollozó—. Quería verte el día de mi boda, que me ayudarás a escoger el vestido indicado pero no estarás ¿por qué mama?, ¿¡porque!?—pego mi espalda a la fría pared para deslizarme por ella.

» Te extraño, no tienes ni un solo mes y ya te necesito más de lo que nunca te eh necesitado, solo espero que estés bien y te agradezco por todo mamá, te amo—cierro la ducha y salgo.

Cuando estuve a punto de salir, me veo en el espejo, las grandes ojeras que se forman debajo de mis ojos por no dormir está semana lo debido, mis ojos está color carmesí claro al igual que mi nariz por tanto llorar, estoy más delgada y en mis mejillas ya no está ese color rosa que carecen.

Tengo que volver—pensé.

—Puedes hacerlo Abby, por mamá—me hablé a si misma y el recuerdo de madre la última vez que hable con ella llega a mente. 

Quiero que seas feliz y hagas feliz a tu padre ¿entendiste?, No se detengan por mí...

Sonríe por mí.

Lo haré.

—Lo prometo mamá, haré todo lo que esté en mi alcance para verlo feliz, lo prometo mamá.