Ella era la chica alegre, extrovertida, chistosa y juguetona.
Hasta que sucedió el incidente...
Pero en todo cuento tiene su príncipe ¿No?
Él le devuelve los hermosos colores de la vida, por que, en todo caso:
-En la tristeza, hay alegría...-susurr...
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A la hora de aterrizar otra vez en el pais. Iba eufórica.
Me sentía tan feliz y a la vez tan agotada. Pero lo bueno es que estaba junto a él, aquí a mi lado, agarrando mi mano, que por lo que me dijo él no es de muestras públicas pero lo estaba haciendo por mí.
Amé aquel gesto.
De vez en cuando le daba uno que otro beso, cuando estábamos solos, quería darle la noticia primero a mi padre antes que por algún paparazzi de fuera cuanta de nuestras relación.
Ashton me había contado que su padre—cuando estaba vivo—, le había dicho que él y yo no podíamos tener ninguna relación, ya que mi padre había hecho algo con otra persona. Me asusté, sinceramente lo hice.
¿De que estaba hablando?
No creo que mi padre haya hecho una cosa estúpida. Después de eso Ashton había estado muy serio pero no conmigo, sino como que con la gente.
Miraba a las personas con seriedad absoluta. Y a mí me sonreía, me daba besos en la frente o en el cabello. Era frío con los demás pero conmigo era diferente.
Cuando estuvimos al pie del edificio de mi padre, casi corrí hacia la puerta peor me detuve brutamente y miré atrás, Ashton tenía la mirada baja y no caminaba atrás mío.
—Ashton —lo llame y él me miró con un intento de sonrisa—. ¿Qué pasa mi amor?
Caminé hacia atrás para encontrarme con él, sus manos fueron a mi cintura y besó mi frente.
—Nada...
—No me mientas, no me gustan las mentiras —lo miré a los ojos.
—Yo... no me gusta estar aquí, esta ciudad me acuerda a... —dejó la palabra en él aire, sabía a quién se refería.
—... tu padre —terminé por el, asintió—. Tranquilo, no recuerdes eso ¿ok?, haremos nuevos recuerdos por los cuales estarás feliz siempre.
Sonrió.
—Está bien.
Caminamos agarrados de la mano hacia la puerta principal.
*****
—¡Papito! —bramé acaramelada. Jode tenía mucho de no ver a papá.
—¡Mi Abby!
—Mi Abby no de él —susurró a mis espaldas Ashton, sonreí tontamente. Estaba mal. Me soltó para que fuera donde mi padre que me estaba reviviendo con una gran sonrisa en su rostro. No sé qué pasaría sin él.
