boyfriend ; bunny

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boyfriend; redlips

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Vacaciones de invierno.

Si creyeron que el otoño en South Park fue cruel, el invierno tenía mucho más.

Leopold había copiado doble las tareas de invierno, sabía que no era su responsabilidad y que él no merecía tal trato, pero deseaba mucho librar a Kenny de sus cargas.

Aunque sea con la tarea.

Salió volando del salón, el cielo anunciaba lluvia con suerte, se paró detrás del anunciador en la entrada del campus y esperó por Kenny.

Los estudiantes eran menos saliendo del colegio, casi al final ubicó a McCormick a paso veloz, sonrió para ir con él y unas chicas lo abordaron primero.

Leo regresó a su posición, atento.

- Kenny, no contestas mis mensajes- dijo una rubia.

- Dijiste que irías al cine con nosotras!- continuó la castaña a su lado.

- A mí me prometiste una salida al menos.

Reconoció a Penny, la chica del NASCAR, a las otras no, sin embargo escuchó la conversación sin intervenir, y deseaba ver la reacción de Ken.

- No me siento bien, tal vez otro día- incluso si detestaba la presencia de las chicas en general (últimamente) Kenneth nunca las trataba mal.

Eso sorprendió a Butters, en parte.

- Eso dijiste una semana atrás!

- Cortaste con tu novio, porqué no vienes a olvidarlo por completo?

- Entre tres podríamos hacer que lo olvides~

Pasaron de agresivas a lanzadas, Leopold no entendía nada nada a las chicas americanas.

- No creo que sea bueno, me siento mal, sí? Por favor...

Y la vió.
La cara de Kenny mostró que enserio quería quitárselas de encima, Stotch encontró su oportunidad de ir con él, espantarlas, y de paso, el anorak.

- Kenny! Te estaba esperando!

Los cuatro abrieron sus ojos como platos.

- E-enserio?- las mejillas de Ken tomaron color a la par que Leopold rodeaba su brazo.

- Por supuesto. Y ellas son...?

Ellas sonrieron falsamente, al final los rumores de que los dos terminaron fueron eso, rumores, y con unas excusas poco elaboradas, huyeron de la escena.

Estaba un tanto contento de que tuvieran "miedo" de su posición como "novio" de Kenneth, miró al mayor y éste no dejaba de admirar su cara.
Había extrañado mucho su sonrisa.

Aunque sea falsa.

- Estás bien? Te ves pésimo.

- No, creo que pesqué un resfriado- odiaba mentir, especialmente a Leo, pero no estaba seguro ni de sus propias emociones como para responder con franqueza.

- Entonces te devuelvo esto...

El pequeño sacó su anorak de la mochila y cubrió a Kenny, mantuvo sus manos casi uniendo el cierre del camperón y suspiró.

Su estómago se sentía vomitar, y sólo las palabras que no podía decir calmarían las náuseas.

- Nos están mirando.

Leo despertó de su trance y revisó sutilmente a las chicas en la esquina, vigilando cualquier movimiento de los muchachos.

- Vamos, tómame de la mano.

La pequeña mano de Leopold.

Kenneth percibió su calidez a través del guante de cuero, clavó su vista al frente imitando a Stotch, él controlaba su respiración en caso de sufrir algún percance por la cercanía de Ken. Unas extrañas ganas de llorar y sonreír.

Nunca tuve algo así. Siento que voy a morirme.

Y Kenny sólo empeoraba su estado.

- Leo, tú...

- Te ayudé porque no podía verte así, me molesta que las personas puedan ser tan desconsideradas- su tono era neutro, ni agresivo o enojado como antes; Leopold apretaba suavemente la mano de su compañero, guardó sus verdaderos motivos en un bolsillo y continuó hablando- tendrás que afrontar tus problemas tu solito, no siempre estaré allí para ti, verdad?

Preguntaba enserio?

Porque Kenneth abrió la boca para contestar, decir que no, que quería que esté allí para afrontar con él todos esos problemas que nadie más quería ayudarle.

Sin embargo calló.

Leopold apretó los labios y soltó la mano de Kenneth en cuanto llegaron a su casa, tenía ganas de llorar y no sabía porqué.

- Te veo mañana.

- Hum.

Apuró su paso para no aparecer en casa después del atardecer y recibir un castigo, sus padres nunca estaban en casa y de todos modos le castigaban porque sí.

Ni un "hasta mañana", "adiós" "buenas noches". Nada. Vacío.

Había tantas palabras que anhelaba escuchar de Kenneth, que estaba convencido que él sentía, y que no salieron.

Entonces se equivocó?
Kenny no necesitaba su ayuda?

Pero lucía tan desesperado...

Una parte de él gritaba que siga con su vida, si Kenny no pedía ayuda es que no la deseaba.
Y la otra parte, más despacio y con una voz tomada, susurraba que no se rinda, que esté junto a Kenneth sin importar si pedía ayuda o no.

Concilió el sueño entre las dos voces, temeroso de hacerle caso a una y errar su decisión.

Y es que quería tanto ayudar.