boyfriend ; bunny

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boyfriend; redlips

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El último día antes de las vacaciones se extendió por decreto del Ministerio de Educación de Colorado, así que a duras penas, después haberse desvelado viendo películas depresivas, Kenny asistió al colegio.

No prestó real atención a las películas en subtítulos norcoreanos de páginas dudosas, su mente divagaba sobre Leopold, su santo Leopold.

Aunque estaba acostumbrado a tragar sus sentimientos con todo el mundo, negar si odiaba o amaba, prácticamente sufrir en silencio porque preocupar a sus hermanos no era opción, Kenneth sentía muy fuerte que ocultarlos lastimaba a a Leo.

No preguntaría cómo o porqué, pero lo hacía. Estaba más que seguro.

La simple idea de decir "me siento destruído, ayúdame", infundía en Kenny un miedo abominable, porqué? Él buscaba la respuesta desde que conoció a Leo.
Aquel lindo y hawaiiano joven robaba la atención al sol y todos sus suspiros; cerca de Leopold, el calor era más agradable. Por supuesto que no estaba al tanto de que Kenny lo colocó en un pedestal y rogaba perdón mudo por cada una de sus estúpidas faltas.

Y todo porque no sabía decir "te necesito".

(...)

Cayó en su banca y durmió en silencio, la profesora conocía las prácticas perezosas y poco saludables de McCormick, por lo que ni intentó despertarle, sin embargo Leo no.
Miraba de reojo a su compañero por si acaso, volvió a copiar todo doble y, cuando sonó el timbre, al ver que Kenny no despertaba, colocó las tareas en su banco y el peso de él las sostuvo.

- Uh?- talló un ojo y las hojas cayeron, Cartman las levantó.

- Vaya, vaya- Kenneth estaba a nada de ignorar de nuevo a Eric- no es esta la letra de Butters? Creo que te escribió toda la tarea, si no la quieres me l-.

Casi arrancó el brazo del gordo, revisó la letra para verificar a su dueño y sonrió oculto en el anorak, Leopold, siempre considerado y amable, escribió las tareas que perdía por dormir.

Es un ángel, un puto ángel.

Guardó todo y fue a buscar a su salvador.

(...)

- No creo que pueda ir el viernes a ver películas, Leo, perdóname por favor.

- Eh?! Porqué?!

- Bueno... tengo una cita con Damien y, él no acepta un "no" como respuesta.

Algo andaba extraño en Phillip, no se conocían mucho, e igualmente Leo destacaba un par de cosas que escaparon del inglés sin que éste pudiera ocultarlas.

- Estás bien?

Pip abrió la boca para hablar y la cerró de nuevo cuando distinguió a Kenny acercándose.

- Hablamos en tu casa, sí?

Asintió, buscó a la razón de que saliera disparado y encontró a Kenneth, bufó sonoro y escondió sus manos en los bolsillos de la campera.

- Podemos hablar?

- Necesitas hablar? De qué?

- Ayer... creo que no te agradecí por ayudarme, y hoy tampoco por las tareas.

- No- soltó- estás siendo muy desconsiderado, Kenneth.

- Lo sé- Leopold abrió los ojos sorprendido y expectante a su respuesta- por eso quiero hablarte. Crees que...?

- Qué?

Ante los ojos de Leo, Kenny estaba simplemente revisando los escalones de la grada.
Por dentro, insultaba en idiomas que el pequeño nunca entendería.

Y era que no hallaba las palabras, tampoco el valor, para mínimamente susurrar que necesitaba, no, desesperaba por su ayuda.

Sus labios temblaron y esperó que Leopold oyera.

- Que vuelvas a ayudarme...

El poco aire en sus pulmones escapó, sentía el peso del mundo completo encima y mucho miedo de conocer la respuesta de su compañero con sólo verle.

- Lo pensaré.

En su situación, un "lo pensaré" sonaba muy alentador.

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Trataré de ser más activa, o al menos de terminar el fic rápido.
Y espero que no les moleste que este capítulo haya llegado a las 600 palabras solamente.

Atte, redlips.