boyfriend ; bunny

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boyfriend; redlips

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Pip hablaba, pero no de lo que a Leopold preocupaba realmente: su estado.

Decía cosas sobre la película cada tanto, que las sátiras eran buenas depende tu país y el de la película, y demás que en un punto Leo ignoró.
Qué ocultaba? Quería ser un buen allegado y poder formar una amistad sólida con el, en verdad, único chico que tuvo interés en su persona. Sin embargo, otros problemas aquejaban a Leopold.

Estaba seguro de su respuesta?

Aprovechó el hablar de Phillip para repasar los pros y contras, por décima vez en cuarenta minutos, de aceptar ayudar a Kenny.
Sí, su mayor anhelo comenzó a ser "ser el apoyo de Kenneth", y de todos modos cuestionó sus ventajas y desventajas para evitar lo de la anterior vez.

Cómo? Kenny parecía ser tan impulsivo, o imprudente al menos, nada que ver con él, un riguroso observador que dudaba de todos sus pasos.

Tuvo suerte de que sus padres no supieran que "salía" con un chico, Kenny ofreció la oportunidad de cambiar las cosas y hacerlo del modo correcto.

Respiró hondo y asintió.

Abrió el chat de Kenneth, muerto desde su rompimiento, y escribió un sí muy seco. Directo. Que entendiera que no habría bromas ni "se me escapó".

Ken

- gracias.

Leo

- mañana quiero hablar contigo en la mañana si es posible, ven temprano.

Ken

- claro.

Parecía serio para él, un Kenneth sereno y abierto, al menos ese era su deseo.

- No estás escuchándome? Qué falta de respeto.

- No, Pip, perdón, es que necesitaba contestar, no hay problema.

El inglés hizo un gesto dudoso y se acomodó en su asiento.

- Sabes? Aunque no me escuches, me gusta estar aquí, contigo.

- A-ah, sí?- Leo dejó su teléfono a un lado.

- No quiero que llegue el viernes.

- Porqué? Creí que saldrías con Damien.

Leopold no conocía al famoso Damien, tampoco en el colegio a pesar de que todos los demás sí, y Pip lucía muy reacio a hablar de él.

- Por eso- masculló escondiéndose entre sus piernas.

Enserio que la curiosidad picaba, la preocupación también, acertó, ya que no tuvo palabras de consuelo, a dar palmadas amigables en su espalda, Pip sonrió y cambiaron de película.

(...)

Toc, toc!

Leopold se levantó de repente, los ronquidos de Phillip resonaban en la sala y temió que sus padres oyeran el toque en la puerta.

- quién demonios es a esta hora?- susurraba esquivando las frazadas del suelo.

Espió desde la ventana y sus cortinas a la figura en la entrada.