Un dia Jack Conway, el súper intendente de los Santos, se verá involucrado en una persecución, pero Tn, una detective privada, lo ayudará sin pedirlo con la persecución.
Conway, más tarde, le pedirá que la ayude en los casos más difíciles, tanto com...
Me desperté un poco aturdida. Sentía una molestia en el hombro y varios cables en mis brazos.
-Gustabo: hasta que por fin despiertas.
-Tn: -me quito la máscara para respirar. -¿que coño haces aquí?
-Horacio: nos enteramos que tu y el abuelo estabais en el hospital y venimos. ¿No te alegras de vernos?
-Tn: eh... Claro. -recapacito unos segundos y me siento alarmada. -¿dónde está Conway?
-Gustabo: Conway todavía está durmiendo.
-Tn: bien. -me quieto los cables.
Antes de que pudiera levantarme escuche unos ladridos. Watson entro a mi habitación seguido de Volkov y una médica. Watson salto a mi cama y me empezó a lamer la mejilla.
-Tn: -lo acaricio. -Yo también te he echado de menos.
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-Medica: por favor, aquí no pueden entrar perros.
-Tn: vale, lo llevaré a casa y vuelvo.
-Medica: no, no puede conducir.
-Horacio: Tn, tu descansa, nosotros llevaremos a tu perro a casa.
-Tn: ¿seguros?
-Horacio: si.
Les di las llaves de casa a Horacio y a Gustabo y estos se fueron con Watson. La médica se fue detrás de ellos para asegurarse de que Watson salía del hospital.
-Tn: Volkov, dime la verdad... El hombre que estaba ahí en el suelo, ¿esta vivo?
-Volkov: si te refieres a Rick Diaz, no.
-Tn: joder... -se me cristaliza los ojos.
-Volkov: ¿era algún familiar suyo? -preguntó Volkov con el tono más calmado que pudo.
-Tn: si... Era mi padre...
-Volkov: lo siento mucho, Tn. -me abraza.
Yo correspondi el abrazo y me desahogue un poco en el hombro de Volkov.
-Volkov: -se separa. -quédate aquí y descansa, yo iré a ver como esta Conway.
-Tn: vale.
Narra Conway
Me desperté muy mareado. Mire al rededor y rápidamente reconocí que estaba en un hospital. Vi a varios soldados, pero no veía al Contralmirante, tenía que preguntarle que me había pasado. Cuando me levante todos se alarmaron.
-Medica: debe quedarse quieto.
-Conway: ¡que me dejes, coño!
-Soldado: Conway, quedese quieto. -me dijo el soldado con acento ruso mientras me sujetaba.
