Algunas personas tienen suerte en encontrar al amor de su vida desde muy pequeños, yo fui una de esas suertudas.
Aunque no todo fue sencillo, nada sencillo de hecho.
Fue un desastre, un completo desastre.
Si ellos supieran...
...
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Pero no lo haría, claro que no. ¿Por qué desperdiciaría lo bueno que sé que puedo tener con Isaac jugando a los celos?
La verdad una relación donde están constantemente buscando poner celoso al otro no es nada más que una relación tóxica, porque yo confío que sus sentimientos hacia mi son genuinos, reales, e igual de grandes que los míos. Así que no tengo por que estar poniéndolo celoso para probarlo.
Federico se levanta del banco separando nuestras manos y yo volteo a ver a Isaac con una gran sonrisa de alivio. Por que si seguía hablando con Federico sobre la recuperación de Fabrizia empezaría a llorar a mares.
—Isaac, hasta que apareces.—le digo y él aparta su mirada de Federico para ponerla sobre la mía, parece confundido, como si quisiera averiguar quien es Federico, conociéndolo bien no lo recordará a menos que yo le ayude, no tiene muy buena memoria con caras y nombres.
—Te estaba llamando, vi el mensaje sobre que no te fuiste con Lila y Lisa pero ya era muy tarde.—dice sacando su celular del bolsillo del traje de baño para mostrarmelo.
Yo solo le sonrío y hago un movimiento con mi mano mostrándole que realmente no tiene importancia.
—No tenia señal así que realmente mi celular no funcionaba.—le sonrío pero él sigue con la mirada confundida más cuando Federico deja caer la botella en la basura de la cocina. Y realmente es ahí cuando recuerdo su presencia ya que ver a Isaac recién bañado me dejó un poco perdida.
—Así que tu eres el famoso Isaac.—dice Federico acercándose a nosotros y tendiéndole la mano a Isaac. Este último frunce el ceño un poco y me mira levantando una ceja, pero yo estoy igual de confundida que él. Ya que yo no le he contado a Federico nada sobre nosotros, de hecho no se lo he contado a nadie aun. ¿sera que él sabe algo? y si si, ¿Milo lo sabe también?—Milo me ha hablado de ti y de tus hermanas, conocí a Ivy hace unos meses, es realmente una chica muy energética.—dice y los dos volvemos a respirar.
—Isaac.—digo luego de aclarar mi garganta.—Él es Federico, el mejor amigo de Milo.—le digo y noto como los ojos de Isaac se iluminan, recordando finalmente de donde lo veía conocido.
—Hola, lo lamento, realmente soy malísimo con los nombres y las caras, mi memoria es pésima.—dice y le devuelve el saludo riendo.
—¿Una cerveza? Hay que aprovechar que Ivy no está cerca, Milo me dijo que toda tu familia está aquí, y por alguna razón ella tiene una extraña manía de tirar a la basura mis bebidas alcohólicas.—dice e Isaac se ríe aunque noto que es un poco forzada.
El castaño accede a la cerveza a pesar de que sé que no la quiere realmente, no luego de todo lo que tomamos la noche anterior, pero creo que no quiere ser mal educado luego de confesar que no se recordaba del rubio.
Federico camina hacía la refrigeradora y saca dos cervezas y se la entrega a Isaac, los dos se sientan en los bancos y comienzan a hablar de un nuevo partido de fútbol que iba a ser la sensación o algo así.
