Capítulo 10

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Termino de ordenar el tremendo desastre que Isaac ha hecho, el de las maletas y el de mis emociones

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Termino de ordenar el tremendo desastre que Isaac ha hecho, el de las maletas y el de mis emociones.

Como sea cuando termino de ordenar todo salgo del cuarto completamente acarolada. Por alguna razón no se me ocurrió encender el aire acondicionado hasta que ya todo estaba en el closet. Lo dejo encendido para que el cuarto comience a helarse.

Camino hacia el apartamento que está a la par, como dije antes están un poco alejados pero aun así quiero ver si algúno de mis tios o mis padres están ahí o si me he quedado definitivamente sola. Quedarme hablando con un padre es mucho mejor que ir a la piscina donde está Isaac, necesito tiempo mental para recuperarme.

Para mi desgracia no hay nadie así que gruño y empiezo a caminar hacia las áreas públicas. Para mi sorpresa no me encuentro a nadie en la piscina, ni a Miles, ni a Elena, ni a Isaac. Cuando pensaba que estaba sola no creí que fuera tan literal.

—¡Mia!—aparto mi vista de la piscina y veo a lo lejos como Lisa está saludándome con sus dos brazos. Está en un traje de baño de dos piezas color verde menta dejando a la vista de cualquiera el buen cuerpo que mi primita tiene con tan solo 16 años. Tiene el tipico cuerpo que no importa cuanto comas sigue igual de flaca.

Le devuelvo el saludo, ella hace señas para que me acerque así que empiezo a caminar hacia ella. Detrás de ella veo a mi hermano que pone su dedo sobre sus labios para que no diga nada, mientras que Lisa sigue con los brazos alzados saludarme mi hermano la asusta abrazando su cintura, Lisa grita debido a que mi hermano está mojado. Yo me río y sigo caminando hacia ellos.

Antes de bajar las gradas hacia la playa siento como mi celular vibra.

Aparto el pelo que insiste en permanecer en mi cara debido al viento.

Cuando veo el nombre de Orazia en la pantalla dudo si contestarle o no. No hemos hablado desde la fiesta de Miles y a pesar de que sé que debí buscarla al momento de ver sus historias no pude, no pude seguir persiguiendo si ella lo único que hace es huir de mí. Soy su mejor amiga y pensar en esto es malo, suena mal y se siente mal, pero no puedo, no por el hecho que a pesar de todo lo que he sufrido siempre estaré para ella cuando ella jamas estará para mí, no como la necesito al menos.

Cuelgo la llamada molesta. Sin intenciones de que esto me afecte otra vez, decido apagar mi celular, las vacaciones empezaron y luego del desastre de año que he tenido necesito disfrutar al máximo todo lo que sea posible y pensar en los problemas de Orazia no es algo que me ayude a relajarme. Un par de días más que ella esté sin mí debería de ser suficiente para que recapacite ¿no?

Por muy mal que suene espero que me esté llamando llorando diciendo que finalmente terminó con Carlo, porque aunque le duela, lo que ella necesita es quitarse a ese parasito de su vida.

—Hoy no, Orazia, hoy no.—susurro antes de bajar las gradas.

Noto como Milo está jalando a Lisa hacia el mar y yo me río al ver los intentos de ese pequeño cuerpo contra el gigante cuerpo de mi hermano.

Si ellos supieranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora