Capítulo 8

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Los invitados empiezan a irse, las familias se despiden con grandes sonrisas, grandes abrazos y con la promesa que se verán pronto

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Los invitados empiezan a irse, las familias se despiden con grandes sonrisas, grandes abrazos y con la promesa que se verán pronto. Muchos de ellos secretamente se desean el mal, sea por que su empresa es más grande sea por un resentimiento del pasado. Pero así es la clase alta, todos se ocultan tras sus perfectas mascaras.

Los amigos de Miles corren de un lado al otro, tratando de huir de sus nanas para evitar irse. Los amigos de Milo se habían ido ya hace mucho, las vacaciones comenzaron así que no pueden desaprovechar mucho más tiempo en un cumpleaños de un niño pequeño. Claro que ninguno se fue sin despedirse, trataron de convencer a mi hermano de irse con ellos pero la mirada que le dio mi madre fue de completa advertencia. Milo les dijo que trataría de llegar después así que sin protestar se fueron rápidamente. Nadie contradice a Marcella Ricci.

Mi familia sigue aquí, aunque la fiesta haya comenzado casi que después de almuerzo ellos siempre se quedan a cenar.

Mi mirada está fija en Miles, que con una gran sonrisa abre sus regalos sobre las piernas de mi padre. Cada vez que desenvuelve uno todos gritan haciendo que el niño de 8 años se emocione extremadamente.

Mis tías hablan entre sí, planeado todo para el viaje, mis tíos animan completamente a mi hermano y juegan con él. Milo está sentado con la vista completamente ida, respirando muy lento, como si se hubiera quedado dormido. Voy a acercarme pero noto que Lisa se sienta a su lado y empieza a susurrarle algo al oído mientras le acariciaba el cabello.

Sin querer entrometerme retrocedo, volviendo a mi puesto, mirándolos curiosa. Miro al lado y veo como Lila y León están hablando con la madre de Isaac, los dos sonríen mucho, me imagino que verla luego de muchos meses fuera ha de ser realmente gratificante.

Una fuerte brisa hace que me abrace a mi misma, sonrío al verlos a todos antes de caminar por el iluminado camino del jardín y entrar a la casa.

Busco a Martín con la mirada para preguntarle si necesita ayuda con algo, luego de las fiestas el desastre es mayor que antes de ella. Como no veo a nadie más que algunas sirvientas con platos sucios decido subir las gradas, necesito buscar algo con que cubrirme o moriré de frío.

Mis pies se mueven mientras que mi mirada se va a las ventanas de las escaleras donde mi familia está reunida. El jardín está hermosamente iluminado por pequeñas luces por todo el lugar.

Mi celular vibra al recibir un mensaje.

Mira la historia de Orazia en instagram ya.

Mi ceño se frunce inmediatamente, mis ojos lo leen un par de veces. Muevo mi cabeza y decido salirme de los mensajes e ir a instagram. Mis dedos buscan la historia pero no la encuentro. Mis pies siguen caminando por inercia mientras mis dedos teclean el raro user name que tiene Orazia.

Cuando llego a mi habitación no me da la cabeza para encender la luz ya que la historia de mi mejor amiga ya se está reproduciendo frente a mis ojos.

Si ellos supieranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora