—Inclina más la cabeza, ¿Crees que mido dos metros? —habló y el hombre frente a él agachó el cráneo, sonrió un poco cuando acarició los músculos en su cuerpo, sus manos tocaron con suavidad los hombros anchos, pálidos, cubiertos de cicatrices de cortaduras, mordidas blanquecinas y quemaduras rosáceas, sus ojos avellana lo recorrieron con atención.
Se mordió el labio un poco y apretó las piernas, se acercó lo suficiente para sentir la calidez del cuerpo ajeno contra el suyo semidesnudo. El calor se le subió por las piernas hasta el estómago cuando sus dedos se hundieron en el abundante cabello negro de Hunter, suave, largo, el hombre frente a él suspiró por lo bajo y todos sus músculos se relajaron. El chico más joven se mojó los labios con su lengua y tomó los primeros mechones largos de la nuca, acercó la tijera y empezó a cortarlo.
—Me gusta sentir tus manos —lo escuchó decir y lentamente su cuello y sus hombros empezaron a llenarse de cabellos sueltos, Tyler marcó con su uña una ligera línea en el cráneo ajeno, determinando la zona que debía cortar por completo—. Me dan mucho sueño, Cachorro.
El menor sonrió cortando con más rapidez, Hunter estaba sentado en una silla vieja de madera, sin respaldo que amenazaba con romperse en cualquier momento, la mirada de Tyler vagó por las cicatrices que empezaron a marcarse en el cráneo ajeno, en la luz de la mañana que chocaba contra su piel, contra el suelo del baño y los cabellos oscuros que caían y se regaban por el suelo de madera. Tyler cortó el último mechón y Hunter bajó más la cabeza cuando el menor se inclinó para tomar el pote de jabón y la navaja de afeitar. El hombre repasó una mano grande por su cabeza y sostuvo el cabello largo cuando Tyler mojó la zona corta. Sus ojos avellana se clavaron en la piel de aquella zona, en la navaja cortando el cabello. La respiración de Hunter era serena, tranquila, cuando terminó volvió a buscar la tijera y empezó a recortar un poco el resto de cabello. La voz de Hunter sonaba lenta, rasposa, grave al hablar, al indicarle suavemente cómo lo quería.
No fue hasta que terminó que se permitió sacurdirle el cabello de los hombros, y de la espalda. Las manos de Tyler apretaron los músculos, y no fue hasta que sintió la cabeza de Hunter chocar contra su pecho que se encontró con sus ojos negros, intensos, y risueños. La cicatriz que recorría casi la mitad de su rostro estaba pálida, Tyler le sonrió, mordiendo sus labios cuando sus dedos recorrieron el cuello ajeno, cuando sintió la manzana de Hunter y este respiró profundo.
—No me toques así... —murmuró, entrecerrando los ojos, a pesar de las cicatrices, de la mirada cansada y de los labios agrietados que tenía... Hunter se veía sumamente atrayente para él. El sol pegó contra su pecho desnudo, y la mirada de Tyler se desvió un poco a las partes íntimas del hombre. Suavemente se inclinó, besando apenas sus labios, sus manos traviesas empezaron a acariciar su pecho, sus hombros, cuando se separaron apenas unos centímetros fue cuando chocaron miradas—. Mmn... No tenemos espejo pero... Te ves sumamente exquisito con tu cabello despeinado y húmedo.
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VIOLENCIA ANIMAL
HorrorHunter jamás había tenido un concepto de amor. Para él, los besos de sangre eran mucho mejores que los tiernos besos delicados, para él, las marcas, las mordidas a carne viva en los cuellos eran mucho mejores que los chupones, para él la violencia e...