Dos días después.
Despertó al instante en el que sintió el agua caer por su cuerpo. Tyler abrió los ojos, retrocediendo contra la pared aún con los ojos picando del sueño. Miró hacia delante y se encontró con un hombre uniformado que no conocía, este traía en su mano un balde viejo de metal y cuando Tyler bajó la mirada a su cuerpo notó que no era agua. Sino que el color rojizo se alzó en su piel como una segunda capa de piel, sus ojos se agrandaron y su corazón latió de la desesperación cuando intentó quitársela con la mano.
Rasguñó su piel, con los latidos hasta el tope en su organismo, sentía cómo sus uñas rotas rasgaban la sangre ajena en su cuerpo, se sacó la camisa y se frotó el rostro con ella, siguiendo de sus manos y brazos. Se encogió en su lugar cuando notó que el hombre lo seguía viendo.
Tyler miró a su alrededor, y su piel se erizó cuando vio que no había nadie además de él en las celdas. Relamió sus labios y pegó su espina dorsal contra la fría pared, mirando con miedo, aterrado, por la simple idea de no saber qué pasaría con él frente aquél hombre. Los labios de Tyler temblaron y sus ojos sorprendidos no podían quitar su mirada de las rejas.
—Animal —le escuchó decir y Tyler se levantó de su lugar con torpeza, sus dedos se apretaron contra el concreto pensando que podría fundirse en él si ejercía presión con su cuerpo, sin embargo, fueron su miedo, su terror ante los sucesos quien permitió que la desesperación lo tomara por completo. Sus labios temblaron sin poder negarse ante el simple acto de verlo entrar en su territorio, de verlo abrir aquella reja fría y mirarlo de pies a cabeza.
Tyler bajó la mirada, pensando con rapidez cuando sintió la mano del hombre sobre su rostro. Su garganta se cerró por completo en un nudo enorme que no le permitía luchar contra él. Sus piernas se volvieron débiles y su fuerza se sintió tan mínima que no le quedó más que temblar y lamentarse en su lugar. Sintió la respiración ajena en su cuello y cerró los ojos. Sus manos se aferraron a otros brazos y empujó débilmente, sintió cómo su cuerpo era obligado a retroceder, quedando acorralado de arriba a abajo. Su cuerpo fue apretado con fuerza y suspiró con pesadez. Con la respiración irregular y los ojos llorosos, lo tomó de las piernas y lo alzó, pegándolo más contra la pared. Tyler negaba con la cabeza, sin poder hablar, preso de la desesperación. Se retorció en el momento en el que sintió una mordida en su cuello y apretó sus piernas contra él. Tyler se removió y golpeó al hombre con su cabeza, cayó mareado y lo empujó contra el suelo. Las manos de Tyler lo tomaron de la cabeza con rapidez y golpeó aquél cráneo con fuerza contra el piso. Se arrastró e intentó levantarse cuando sintió que lo tomaron de la pierna, se agarró de las rejas de la celda para no caer y miró hacia atrás.
—Aquí, escoria —gruñó apretando los dientes, Tyler notó cómo la sangre chorreaba de su cabeza y pateó con fuerza su cara. Se volvió con rapidez al momento en el que escuchó al hombre gruñir y cayó hacia el suelo. Se levantó y corrió con desesperación por los pasillos de las celdas, cojeando y agarrándose de las rejas para tener equilibrio. Observó la sangre en el suelo, las paredes manchadas y las marcas de manos en todas partes. El estómago de Tyler se dio vuelta por completo, sus tripas se retorcieron de asco y tapó su nariz, el olor putrefacto se coló en sus fosas nasales, observando las prendas rasgadas.
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VIOLENCIA ANIMAL
HorrorHunter jamás había tenido un concepto de amor. Para él, los besos de sangre eran mucho mejores que los tiernos besos delicados, para él, las marcas, las mordidas a carne viva en los cuellos eran mucho mejores que los chupones, para él la violencia e...