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CAPÍTULO TRES.
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Habíamos terminado de ver las siete películas de Harry Potter, por tanto, ya solo nos faltaba la última película, la cual estaba titulada Harry Potter y las Reliquias de la muerte (parte 2). Pero al momento de ver el reloj nos dimos cuenta de que ya sólo quedaban aproximadamente veinte minutos de vuelo, entonces decidimos dejarlo así.. ninguno de los dos dijo nada después de esto. Yo aún me encontraba recostada sobre su hombro, hasta que al levantar un poco la mirada, observé que Boggi estaba dormido.
Ring
Sonó el clásico sonido de mi celular, y sin mover mi cabeza, o emitir sonido alguno lo saque, para observar el mensaje que había enviado mi mejor amiga Andrea, que vivía en España.
—No puedo esperar porque nos veamos, te extraño. — Andrea Masorelli.
—Ya pronto nos veremos amiga, sigo en el vuelo pero en unas cuantas horas te veo, ¡te amo!. — Madison Beer.
Dirigí mi mirada hacia el chico que se encontraba a un lado mío, y me quede perdida observando su rostro, realizando lo perfecto que era, hasta que de tanto observar, unos cuantos bostezos comenzaron a salir de mi boca, y termine quedándome dormida.
(....)
— Madison, despierta. — Sentí como alguien movía mi hombro con delicadeza, y yo lentamente abrí los ojos confundida, hasta que logré reaccionar, dándome cuenta de que aún seguíamos en el avión. — Ya estamos a punto de aterrizar. — Asentí y me volví a sentar derecha sobre mi asiento, sintiendo un pequeño vacío al ya no estar recostada sobre el hombre de aquel chico.
— Pasajeros, como anteriormente les mencionamos, les pedimos por favor que apaguen todo tipo de aparato electrónico, y abrochen sus cinturones de seguridad, estamos a unos cuantos minutos de aterrizar en el aeropuerto internacional de España.. la aerolínea les agradece haber viajado con nosotros, y les deseamos que tengan el mejor de los tiempos aquí, gracias. —
