Después del primer encuentro con aquel alfa, pensó que no tendría que volver a saber de el a menos que hiciera algo ilegal y como a simple vista no parecía del tipo problemático, sólo unos días bastaron para saber que era todo lo contrario a lo que parecía.
Lo encontró una vez haciendo cosas ilegales cerca del pueblo y tuvo que regañarlo, lo encontró bebiendo a plena luz del día en el puente que estaba cerca de su nueva casa y tuvo que volver a regañarlo. De verdad, sus días eran un completo caos desde que el había llegado al pueblo, pero al menos ya se estaba acostumbrando.
Miro de reojo el reloj que colgaba de la pared en la comisaría y eso sólo le dio más pereza, así que se acomodó en su silla hasta encontrar una posición cómoda y cerró un momento sus ojos, esperando que no ocurriera nada mientras descansaba.
— Alex, despierta — soltó un gruñido al escuchar aquella voz e intentando ignorarlo se acomodó mejor en la silla.
— Déjame — respondió entre suspiros y volvió a cerrar sus ojos, disfrutando de manera inconsciente el aroma a caramelo que rodeaba al castaño.
— Lo haría pero si alguien entra y te ve durmiendo, puede que te despidan — hablo en un susurro y agitó un par de veces el hombro del pelinegro para que no se quedara dormido de nuevo.
— Bueno pues ya esta, dejó de ser policía — respondió rápido y cuando estaba a punto de caer otra vez, sintió un repentino agarre sobre su brazo que lo hizo levantarse — ¡hey! — reprochó con fastidio mientras forcejeaba.
— No puedes.
— ¡Si puedo!
— No.
— ¿¡Y por que coño no!? — grito con enojo y al ver la expresión seria del alfa, fruncio el ceño.
— Porque no planeo recibir regaños de nadie más — respondió calmado y Alex se sorprendió un poco por la respuesta pero seguía molesto.
— Entonces no hagas tonterías — el castaño chasqueo la lengua y desvió la mirada.
— No lo entiendes — tomó aire antes de continuar y lo volvió a mirar, como si hubiera tomado valor para decir lo que pensaba — sólo quiero que tu me regañes — remarcó la palabra "tu" en la oración y siguió — es decir, eres el primero que habló conmigo y me haz enseñado muchas cosas — hizo una mueca mientras pasaba una de sus manos por su nuca y por su expresión, parecía que buscaba las palabras correctas — eres mi primer amigo en este lugar y si dejas de ser poli ya no te veré...
Alex sintió como poco a poco sus músculos se relajaban y observó en silencio al contrario. Era la primera vez que lo veía tan serio y hasta cierto punto desesperado así que supuso que sus palabras eran sinceras. Se sentó de nuevo en su lugar y el castaño le siguió con la mirada, curioso de lo que haría.
— Esta bien, ya entendí — respondió sin darle mucha importancia y una gran sonrisa fue su respuesta — venga, dime tu nombre.
— Creí que no querías saberlo — dijo con burla y cuando Alex fingió acomodarse de nuevo para dormir, se apresuró a responder — Fargan.
— Bueno, si te queda.
Después de ese día Fargan dejó de causar problemas en el pueblo o cerca de el a cambio de que Alex le dijera donde vivía para poder ir a visitarlo cuando estuviera aburrido y muy a su pesar, aceptó, teniendo que soportar las inoportunas y constantes visitas del castaño hasta que consiguió otros amigos, que eran igual de nuevos que el.
Se alegró de al fin poder descansar por lo menos unos días pero no creyó que conforme más tiempo pasaba con el, más se acostumbraba a no estar solo, es decir, le agradaba su compañia y después de todo lo que paso, era obvio que se alegraría de pasar tiempo con alguien que no le mirara con lastima.
Termino de arreglar unas cuantas cosas en su huerto mientras le daba vueltas a la idea de que haría si perdía al único amigo que no lo trataba como si fuera una muñeca de porcelana.
— Hey — las feromonas le llegaron hasta la nariz y salió del pequeño trance en el que se había perdido para ver al castaño de cuclillas a su lado — lo estuve pensando todo el dia y la verdad es que te quiero preguntar... ¿alguna vez haz pensado en quitarte el casco?
La mirada curiosa le hizo dudar de si realmente debía negar y cambiar de tema o simplemente mostrarle.
— Nunca...— respondió e hizo una pausa — pero por ti podría — agregó dudoso y Fargan asintió repetidas veces con emoción mientras se levantaba.
Alex seguía dudando pero llevo ambas manos hasta el final del caso que lo protegía de dar explicaciones y lo fue levantando con lentitud, por si se arrepentía y cuando su rostro quedó expuesto por completo, cerró los ojos.
— Pero que eres una preciosura, Alex — dijo con una sonrisa al ver lo que el menor había estado ocultando. Su cabello negro alborotado, las largas pestañas que cubrían sus grandes ojos azules que de un momento a otro se abrieron con sorpresa y sus finos labios rosados que hacían contraste con su blanca piel — que guapete.
Alex creyó que se pondría a llorar al escuchar aquello, ¿que no lo había visto bien? ¿No vio sus ojeras, la pequeña cicatriz que tenía a lo ancho de su nariz o las heridas en los labios que el mismo se provocaba?
— Gracias...— respondió con sinceridad mientras dejaba el casco en el suelo.
Esperaba jamás tener que usarlo nuevo.
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Aᴘᴜᴇsᴛᴀ [ꜰɪɴᴀʟɪᴢᴀᴅᴏ]©
FanficEn un mundo donde la jerarquía era algo cotidiano, cuatro de los alfas más conocidos en el pueblo hacen una apuesta en la cual involucran a los seres más débiles y hermosos, omegas que les harían pasar por distintas situaciones. ━━━━━━━...