El alcohol y las drogas siempre sobran en ese tipo de lugares y cualquiera que se atreviera a poner un paso dentro, vería la realidad de las jerarquías. Los alfas buscando captar la atención de algún omega para satisfacer sus necesidades más básicas y omegas deseando ser marcados por algún alfa de prestigio.
Claro que no todos eran así, siempre había quienes sólo iban a disfrutar de un trago y buena música o al menos así era en el caso de Lolito, quien no buscaba ningún tipo de compañia en ese momento y sólo deseaba una cosa.
"Mangel" chasqueo la lengua en cuanto escucho nuevamente la voz de su lobo y golpeó su frente con fuerza. Sólo por el se encontraba mirando atentamente la puerta, esperando que apareciera de un momento a otro para poder hablar.
— Joder...— comenzó a mover su pierna de forma inquieta y se cruzó de brazos, sin apartar la mirada de la salida.
Lo único que deseaba en esos momentos era saber porque desde la última vez que se vieron, su cuerpo y mente habían sufrido tantos cambios. Ahora ya no era capaz de sentir ningún tipo de feromona y su lobo no paraba de quejarse.
Se levantó del asiento de manera brusca, provocando que cayera al suelo y se acercó más a la colorida pista para distraerse un poco con los movimientos torpes que realizaban algunos y vaya que era divertido observar los intentos fallidos de las personas por captar la atención.
— ¡Qué bien bailas, lindura! — escucho a su lado y busco con la mirada a quien sea que estuviera bailando y se sorprendió un poco al ver como detrás suya se encontraba un pequeño chico de mascara blanca sobre una mesa.
— Vaya...— guardo ambas manos en los bolsillos de su pantalón y se acercó más a donde se encontraba.
Realizaba movimientos un tanto sosos pero lograba atraer las miradas gracias al cuerpo tan llamativo e inusual que tenía y aunque emanaba cierta tristeza, a los alfas no podía importarles menos.
— ¡Lolito! — una mano se posó sobre su brazo y al girarse se encontró con los lindos ojos azulados de aquel omega intruso de sus pensamientos — ¿¡puedes bajarlo!? — suplicó y al verlo así no pudo negarse, porque desde el segundo en que sus miradas se encontraron, quedó a su merced.
Se acercó hasta la mesa, ignorando los gritos de los alfas alrededor y en un movimiento rápido, tomó la muñeca del contrario para bajarlo de la mesa, intentando no ser demasiado brusco.
— Suelta — por su voz y sus intentos fallidos de empujarlo, era más que evidente que había bebido de más — estúpido alfa...— aunque eso hubiera sido suficiente para provocarlo, el ligero aroma a fresas a su espalda no hacía más que relajarlo.
— Ya vámonos — deslizó su mano desde la muñeca hasta el brazo, cosa que fue de mucha utilidad ya que estuvo por caer varias veces y lo llevo hasta la salida.
Cuando estuvieron lo suficientemente alejados, lo dejo caer en una de las bancas de madera que había por el camino.
— Gracias — agradeció el pelinegro con una pequeña sonrisa y Lolito pudo sentir como nuevamente su corazón latía con fuerza.
"Lo quiero" negó con la cabeza ante tal pensamiento y carraspeo nervioso, necesitaba preguntar si el estaba sufriendo los mismos cambios, pero ese no parecia ser el mejor momento para hacerlo ya que Mangel se encontraba mucho más concentrado en el chico frente a ellos.
— ¿Qué hacías otra vez aquí? — pregunto mientras se ponía de cuclillas frente a el, esperando una respuesta — Alex...— acercó una de sus manos hasta el rostro del omega y colocó un par de dedos debajo de la máscara para poder quitarsela con cuidado.
No lo conocía, nunca en su vida lo había visto por el pueblo y aunque escucho rumores sobre el, nunca les presto demasiada atención, pero si lo hubiera hecho, sabría exactamente porque ahora mismo ese omega se encontraba llorando mientras decía unas cosas que para Lolito no tenían ni el más mínimo sentido.
— Mangel, me hizo decirlo...— oculto su rostro entre sus manos y debido al llanto comenzó a sufrir ligeros espasmos — de verdad yo no quería mencionarlo... te juro que ya lo estaba superando — la voz le temblaba y en cuanto termino de hablar, Mangel lo envolvió con fuerza entre sus brazos.
— Tranquilo — mencionó con dulzura mientras hacía algunos movimientos circulares en su espalda, en un intento por calmarlo y ese hubiera sido un buen momento para dejarlos solos pero Lolito no podía apartar la mirada de Mangel.
— ¿Quieren que los lleve a casa? — pregunto un tanto temeroso en cuanto Alex se calmó y ambos asintieron. No era bueno con las palabras pero al menos podía ayudar de otras maneras — bien, aparta Mangel — el nombrado se hizo a un lado y con un par de movimientos rápidos, levantó al otro omega cual princesa. Estaba tan afectado por el alcohol que si caminaban a su paso, seguro tardarían horas en llegar hasta su casa.
— De nuevo... gracias — comenzó a caminar con Mangel a su lado y su lobo no pudo evitar regodearse de gusto. Tenía que estar realmente mal para que unas simples palabras le cambiarán tanto el estado de ánimo y si no fuera por el omega que tenía en brazos, seguro estaría sosteniendo su mano — si no fuera por tu ayuda, seguramente no hubiera podido sacarlo de allí.
— No lo creo — una sonrisa se formó en sus labios y se detuvo un momento para poder mirarlo — eres más valiente de lo que pareces y estoy seguro que habrías encontrado una manera de ayudarle — un leve tono carmesí cubrió las mejillas del pelinegro y de manera nerviosa, retomó el paso.
De verdad que era tan extraño el actuar del alfa que Mangel no podía creerse del todo aquella repentina amabilidad. Algo había cambiado, sólo en el o tal vez en ambos, pero de un día a otro ya no se creían capaces separarse. No había amor, claro que no, era algo mucho más complicado que eso y que podría traerles muchos problemas, más a Lolito, quien ya se encontraba entre la espada y la pared.
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Aᴘᴜᴇsᴛᴀ [ꜰɪɴᴀʟɪᴢᴀᴅᴏ]©
FanfictionEn un mundo donde la jerarquía era algo cotidiano, cuatro de los alfas más conocidos en el pueblo hacen una apuesta en la cual involucran a los seres más débiles y hermosos, omegas que les harían pasar por distintas situaciones. ━━━━━━━...