Capitulo 9

1.3K 140 100
                                    

Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.


—¿Como esta?—preguntó Mikoto al ver salir a Tsunade de la habitación donde permanecía Izuna.

—Por ahora está inconsciente y es mejor que así permanezca para que el veneno no avance tan rápido—respondió frustrada por no poder ayudar mas al hermano menor de la mujer frente a ella.

—¿Y que hay del antídoto?—cuestionó llorando, al saber que su hermano estaba en verdadero peligro de muerte.

—Trataré de encontrarlo lo mas rápido posible... pero no garantizó que lo encontremos a tiempo, es por eso que le aplique unos sedantes, de ese modo no se alterará mucho por los dolores que esta por experimentar. Les sugiero que no lo dejen solo y traten de bajarle la temperatura a como de lugar—les aconsejo la rubia antes de partir para tratar de encontrar información acerca del veneno, mismo, que debilitaba lentamente al hermano menor del líder Uchiha.

[...]

Madara llegó corriendo al enterarse lo que había sucedido con su hermano. El líder estaba fuera de si y no podía pensar en otra cosa, mas que salvar la vida de Izuna al precio que fuera necesario.

—¿Porque no usan los mismo que usaron con Itachi?—le preguntó desesperado a Tsunade en el hospital de Konoha, a donde se dirigió después de saber que tal vez no encontrarían la cura.

—No es la misma situación... Itachi ingirió una muy pequeña dosis de veneno, en cambio Izuna, lo tiene dentro de los canales que conducen el chakra, no es fácil de tratar—respondió la rubia tratando de hacer entrar en razón al Uchiha mayor.

—¿Cuánto tiempo le queda?—indagó con el corazón adolorido.

—Lo máximo son cuatro días... lo siento mucho, pero fue lo único que pude hacer por ahora—espetó antes de ver como el lider Uchiha salió desolado y sin esperanzas de su oficina.

[...]

Hinata miraba como los miembros Uchihas iban y venían sin saber que mas hacer. Ella tenía la necesidad de verlo, comprobar que el estaba con vida, pero ¿con que derecho podía ella entrar? No era mas que una sirvienta, la cual no podría explicar su presencia dentro de la habitación de uno de los dueños del lugar donde es empleada. Sintiéndose inútil, se fue hacia la cocina para preparar té con dangos para todos, eso era lo único que podía hacer para mantenerse ocupada.

Estaba por terminar cuando recordó que dentro del clan Hyuga, se manejaban diferentes tipos de venenos, algunos de ellos eran letales y por esa razón, se les obligaba a descubrir el antídoto, de esa manera podían estar preparados en caso de envenenarse accidentalmente. El corazón le latía con mas fuerza, ahora más que nunca teína que ver el estado en el que estaba Izuna y quizás, podía buscar los ingredientes adecuados para la cura. El problema era que la única persona en quien podía confiar era Itachi y hasta ahora, no lo había mirado por ningún lado.

El aroma a dangos y también a pan recién horneado, comenzó a llenar cada rincón de la mansión Uchiha, haciendo que Obito se hiciera presente en la cocina. Se veía muy preocupado, pero el habré no disminuía según sus propias palabras.

Hinata lo miró y de inmediato se apresuró a servirle un vaso de té. La idea era que empezara a relajarse mientras se enfriaban los dangos.

—¿Como esta su tío Obito-san?—preguntó la Hyuga con cautela, tratando de no demostrar su gran preocupación por él.

—Por ahora está inconsciente, pero Tsunade nos dijo que no se puede quedar sólo debido a la fiebre y los fuertes dolores que le vendrán en las próximas horas—respondió desanimado.

Sentimientos ajenos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora