Capitulo 3

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Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.


Todo dependerá de la fuerza de voluntad que Itachi-san tenga—afirmó Tsunade, después de haber hecho todo lo posible por estabilizar al joven Uchiha—Nunca antes mire un veneno tan potente y rápido como el que ingirió—fueron las frases que Mikoto escuchó acerca de la salud de su primogénito.

—¿Y que se supone que debemos hacer ahora?—pregunto la madre.

—Nada más que esperar, Itachi-san esta en coma y depende de su cuerpo, la forma en que pueda ir desechando el veneno de la sangre. Tengo que advertirles, que puede llevar semanas en despertar o quizás meses—la madre del Uchiha se llevó la mano a la boca, para no gritar de frustración ante la delicada situación.

Fugaku abrazó a su esposa y juntos pasaron a la habitación de Itachi. Madara, Obito y Sasuke, se quedaron en la sala de espera, donde también estaban Hashirama y Mito, como algunos amigos de Sasuke. Minutos después, tanto Madara, como Obito, regresaron al distrito Uchiha, dispuestos a encargarse del funeral de Shisui.

—¿Donde está Izuna?—pregunto el lider Uchiha a uno de sus empleados.

—No lo hemos visto desde que se llevaron el cuerpo de su sobrino Madara-sama— respondió el empleado.

Madara negó con la cabeza, pensando donde podía estar su hermano y de pronto tuvo una idea.

...

Izuna había hecho un claro en el bosque, donde minutos atrás descargó toda su ira, culpa y sobre todo, el inmenso dolor del pecho que amenazaba con quebrarlo.

—¿Porque? ¿Porque Shisui?—se preguntó dentro de un monólogo que no conducía a ninguna respuesta—Él estaba siempre alegre, lleno de vida ¿porque no lo cuidé?—Izuna no recordaba la última vez que el lloró y ahora no podía hacer nada para contener el líquido que resbalaba por sus mejillas, Shisui era como un hermano pequeño para él.

Tenía mas sobrinos, sin embargo, siempre tuvo mas preferencia por Shisui, el cual vivió con ellos desde los seis años, haciendo que tanto Madara, como él, lo miraran casi como a un hermanito, mismo, que se encargó de llenar de felicidad la mansión, con su buen humor y el aura luminosa que poseía, a diferencia de Madara y él que tenían el aura oscura... Su luz se había extinguido, ya nunca más lo volvería a ver.

Madara miró desde lo lejos el destruido estado en el que se hallaba el bosque, que algunas horas atrás permaneció intacto. Izuna se veía fuera de si. No fue al hospital para saber acerca de Itachi, no porque no lo quisiera, ni mucho menos, sino porque Izuna, no podía razonar ante la pérdida de Shisui.

—Itachi esta en coma y no se saben cuándo despertará. Deberías ir a verlo, tal vez le haga bien escucharte durante su recuperación—le informo el lider Uchiha las últimas noticias, tratando de sacar a su hermano del estado en el que se encontraba. Izuna lo miró por el rabillo del ojo y continuó golpeando los árboles sin inmutarse—¡Ya basta Izuna! Se cuanto te duele, porque al igual que tu, yo también lo quería—le llamo la atención su hermano mayor, mientras veía las lágrimas manchar las mejillas de Izuna.

—Sabes que en parte, esto es mi culpa ¿verdad? Debía ser yo quien estuviera en su lugar—la culpa lo ahogaba—Si no me hubiera comportado como un cobarde, nada de esto estuviera pasando—gritó dolido sin importarle que sus nudillos ya estaban sangrando.

Madara suspiró con dolor, también a él le había afectado mucho la muerte de Shisui, porque al igual que Izuna, él le tenía mas afecto al chico, que desde pequeño vivió con ellos.

—No te culpes, ya te dije que fue él mismo, quien se ofreció a tomar tu lugar y lo hizo estando mas feliz que nunca—agregó el lider Uchiha al recordar la sonrisa que tenía el muchacho antes de partir—Él la amaba y no hubiera dejado a ningún otro Uchiha tomar el lugar que tanto soñó—Madara sabía que el chico no necesitaba matrimonios arreglados para pedir la mano de la joven que amaba y aunque él nunca la conoció personalmente, logró ganar su simpatía, por la forma en que el cachorro enamorado, hablaba de ella y de sus muchas virtudes.

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