Esposa En Alquiler ➸ Juliantina G!P 《Terminada》

《30》•Efecto•

Maratón  de regreso 6/10

La obligación, pensó Valentína con tristeza. Por supuesto. ¿Por qué debería haber
ninguna otra razón para que se portara bien con ella?

-Bueno, y ahora cuéntenme qué tal les van las cosas como recién casadas.

-Estupendamente -contestó Juliana-. Val se ha venido a vivir a mi casa y en
solo unas semanas ha conseguido convertirla en un verdadero hogar. Y nuestros horarios se acoplan tan perfectamente que podemos venir y regresar cada día en mi coche, para que Valentína no tenga que conducir de noche. Y hasta ahora no hemos vuelto a recibir más visitas del Departamento de Inmigración.

-Excelente -Lucia sonrió, aunque miró pensativa a su hija, consciente de su
silencio-. ¿Y qué tal va la fórmula? Odio parecer un loro, insistiendo sobre lo
mismo una y otra vez, pero si quieres que te sea sincera, estoy tan emocionada con
Fabulous Face que apenas soy capaz de contenerme.

Juliana sonrió con ironía.

-Sí, ya me he enterado, Lucía. De modo que, aunque todavía no hemos hecho
todas las pruebas, te pondré al día de cómo están las cosas. Tenemos casi la completa
seguridad de que el Ingrediente X nos lo va a proporcionar una planta que al parecer
solo crece en la selva amazónica. Su nombre en latín es floris virginis, pero los nativos de Sudamérica la llaman la «flor de la doncella» y las propiedades que le atribuyen son precisamente las que ahora mismo nos interesan. Sin embargo, es posible que las historias que se cuentan sobre ella sean simplemente eso, historias, leyendas, mitos. Así que necesitamos investigar un poco más. Ahora mismo estamos probando con otras plantas similares a la floris virginis, para ver si vamos por el camino correcto. Aun así, mi instinto me dice que no nos estamos equivocando y que de aquí a muy
poco tiempo vendré a pedirte que formemos un pequeño equipo para trasladarnos al Amazonas, Lucia.

-No, no creo que yo pueda ir -respondió con calma.

Pero, por dentro, estaba loca de contenta mientras pensaba que ella no iba a
necesitar que hicieran ninguna otra prueba porque, sabiendo qué era exactamente lo
que Juliana estaba buscando, pretendía volar ella misma hasta Sudamérica para
conseguirlo.

Minutos después, completamente ajenas a los planes de Lucia, Juliana y Valentína
abandonaron la oficina y se dirigieron juntas hacia los ascensores. Antes de que
llegaran a ellos, Juliana agarró de pronto de la mano a su esposa y la arrastró hasta la sala de conferencias. Estaba vacía y a oscuras, y tampoco había mucha luz cuando encendieron las luces. Seguramente, la habían utilizado por última vez para realizar algún pase de vídeo, de modo que la iluminación era escasa. Sin embargo, para su sorpresa, Juliana no encendió más luces, sino que cerró la puerta y le echó el cerrojo.

-Juliana, ¿qué estás haciendo? ¿Por qué me has traído aquí? ¿Ha ocurrido algo
malo?

-Eso dímelo tú. Estaba a punto de hacerte esa misma pregunta.

-Yo... no te comprendo.

-Apenas has hablado en el despacho de tu madre, Valentina. Y la has dejado
preocupada, pensando que no eres feliz conmigo. ¿Estás triste, Valentina? ¿He hecho o dicho algo que te haya molestado? ¿Estás enfadada conmigo por haber hecho que despidieran a ese canalla de Zurita ? Y si es así, ¿es que todavía estás enamorada
de él?

-No, no es nada de eso.

-¿Entonces qué es? ¿Qué te pasa, Valentina?

-Nada. ¿Por qué me tiene que pasar algo?

-No lo sé, eso es lo que estoy intentando averiguar. Tengo la extraña sensación
de que me mientes, cariño, y eso no me gusta. No me gusta en absoluto. Si no es
Zurita, ¿entonces es que hay otra persona?