☆Deberes reales☆[Rubegetta]

¨el jardín¨

El jardín

Todos los sirvientes en el castillo del territorio de los osos se encontraban moviendo de un lado para otro ordenando el gran comedor y salón del castillo, la reina dirigía donde quería que estuviera todo, el rey caminaba de un lado para otro muy pensativo...

Alejado de todo ese caos se encontraba Rubén, un hermoso niño con apenas 7 años de edad, este era un híbrido de oso polar, con una piel pálida, un cabello tan blanco como la nieve y unos grandes ojos esmeralda que desprendían un brillo único.

Estaba jugando en el gran jardín del castillo, este era su lugar favorito, ya que tenía sus flores favoritas y una paz y tranquilidad que solo le ofrecía ese lugar, aun así lo que más le gustaba era su casa del árbol en el centro del jardín, estaba hecha de madera de roble fina, era muy acogedora y minimalista, tenía tan solo una amplia sala y una sola habitación que contaba con un dormitorio, enfrente de esta había un lago de agua cristalina, justo al lado de la casa había un columpio de madera decorado con flores en las agarraderas, a Rubén le encantaba pasar el día en ese jardín, como era de costumbre al subir a la casa se encuentra con un cerdito pequeño dormido en el sofá de la sala, que al escuchar al híbrido entrar se levantó y fue a paso rápido a sobarse un poco contra las piernas de su dueño mientras haciendo algunos soniditos.

Hola juan Carlos como estas, ¿me extrañaste? - el menor se agachó a la altura del cerdito para dales varias caricias, recibiendo como respuesta varios soniditos de parte del animalito, lo que el niño interpreto como alegría.

Rubén se volvió a levantar para dirigirse hacia la habitación, agarrar un libro de aventuras y comenzar a leer, se acabó 1, 2, 3, 4, libros... iba por la mitad del quinto hasta que escucharon pasos hasta la habitación, giro su cabeza hacia donde provenía el ruido, encontrándose con su hermano mayor Raúl recargado en el marco de la puerta de la habitación.

Raúl es el hermano mayor de Rubén, aunque no de sangre, ya que Raúl pertenece a los zorros, los padres de ambos lo encontraron en las calles del reino de los zorros a punto de morir a manos de un hombre con un cuchillo, lo que le dejo una cicatriz desde su mejilla derecha hasta el inicio de su nariz, si no fuera por el rey habría muerto esa noche... aunque sepan que no son hermanos de sangre, se quieren como si de verdad lo fueran, protegiéndose el uno al otro, aunque Rubén sea cinco años menor que Raúl, por lo que este protege a su pequeño hermano en todo momento, aunque Raúl fuera de los zorros era el heredero al trono del reino de los osos.

Hey calvo, todos te están buscando, ya casi llegan los invitados - "calvo" era un apodo que el mayor le había decidido poner desde que lo vio por primera vez, ya que Rubén era un bebe y aunque tenía varios mechones blanquecinos no se salvó de ese apodo.

Sabes que odio los banquetes reales, tengo que portarme bien todo el tiempo y usar modales y etiqueta - dijo el híbrido con notable fastidio en sus palabras, el mayor rio y se acercó a su hermano para empezar a repartir leves caricias en el cabello del menor.

Rubén soltó un leve suspiro y bajo su cabeza en forma de sumisión para que el mayor siguiera con las caricias, esa acción siempre lo relajaba, mas cuando podía oler el encantador olor a miel de su hermano - movió sus orejitas en distintas direcciones y abrazo al mayor, este rápidamente correspondió

Vamos tienes que prepararte para la cena - dijo todavía abrazando y dándole caricias al menor.

Está bien... - dijo con algo de pesadez

Entonces vamos rápido, las mucamas nos deben estar esperando - se separó del abrazo y tomo suavemente la mano del híbrido para encaminarlo hasta su habitación.

Que bien que llega príncipe Rubén, ya tenemos su atuendo listo, apresúrese, que la cena empezara en unas horas - una linda y amable sirvienta toma la mano del menor y lo encamina hacia el vestidor, mientras Raúl se sienta en el borde de la cama para esperar a su hermano.

Al pequeño oso le pusieron unos pantalones lisos de color azul celeste con una camisa manga larga color nieve junto con una coronilla de flores de color rosa y azul pastel.

Ya está... - dijo la mucama mientras alisaba un poco la camisa con sus manos

Gracias Candy -- dijo mientras hacia una pequeña reverencia y le daba permiso para retirarse

Cuando el pequeño salió del vestidor se encontró a su hermano leyendo tranquilamente un libro

- y... como me veo? - al pronunciar esto el mayor alzó la vista para encontrarse con una de las imágenes más lindas que había visto.

Heee... hermano? - el pequeño se acercó y paso su mano varias veces por la cara del mayor

He, si, si te escucho - decía todavía un poco embobado.

Que te pasa Raúl - dijo con algo de preocupación.

Nada hermanito, solo que no puedo creer lo lindo que estas --- eso lo dijo con una sonrisa tierna en su rostro ---- el menor rió un poco ---- eso si hoy en la fiesta tendré que andarte vigilando todo el tiempo, no quiero que cualquiera se te acerque ---- cambio su expresión a una más seria y se cruzó de brazos para poner más semblante de molestia, aunque el menor solo se rio más fuerte, lo que pronto lo contagio y también empezó a reír.

Entonces promete que estarás conmigo toda la fiesta ---- el menor le tomo las dos manos al mayor y lo miro a los ojos con una sonrisa

Lo prometo hermanito ---- acaricio suavemente las manos del contrario con sus pulgares y le dio un beso tierno en la frente ---- bueno calvo, tenemos que ir al comedor, hay nos deben estar esperando nuestros padres ---- sin decir más fueron hasta el comedor agarrados de las manos ---- al llegar vieron a su padre caminando de un lado para otro y a su madre intentando tranquilizarlo.