celos

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Narra rubius

Ya habían pasado varios meses desde el cumpleaños de Samuel, por lo que mi oso estaba un poco decaído, extrañaba mucho el olor a vino y uvas de vegetta, por lo que intente animarlo dándole otra sorpresa, mis padres me habían contado que hoy vendría a visitarme mi mejor amiga de infancia nieves, estaba muy emocionado, pero como iba estar por el castillo decidí ponerme algo simple.

Unos pantalones cafes y una chaqueta blanca acompañada con unos zapatos blancos y mi distintivo collar

En unos cuantos minutos nieves estaría llegando, así que iba a salir de mi cuarto a la puerta principal del castillo, saliendo choque con alguien, levante la vista y vi a vegetta?!, que hacia el aquí

— Hola ozito, estas bien? — porque estaba aquí, por qué ahora

— Samu... Que haces aquí? — como pasaría tiempo con los dos sabiendo que Samuel es un posesivo de mierda conmigo

— solo quería verte pequeño — sin previo aviso me tomo de las mejillas y me dio un beso en la frente, reí por lo bajo y le di uno en el cachete, mi oso estaba corriendo de un lado a otro muy feliz por ver a la persona con la que hace tiempo no convivía

— ven Samu, va a llegar una amiga mía hoy, tengo que recibirla —

— está bien ozito — sin decir más nos tomamos de la mano y nos dirigimos hasta la entrada del castillo donde estaba nieves esperándome.

Me emocione mucho al verla, así que me solté suavemente del agarre que tenía con vegetta y corrí a abrazar a mi niña

—Teddy! Jeg er allerede her ( ozito! Ya estoy aquí) — vegetta ladeo un poco la cabeza, estaba extrañado por el lenguaje de nieves

— ja jenta mí, du visste ikke hvordan jeg ville se deg ( si mi niña, no sabías las ganas que tenia de verte) —  definitivamente vegetta quedo aún más confundido, pero su expresión cambio a una de enojo al ver a nieves darme besos en ambas mejillas

— Eh! eh! — la verdad me causaba mucha gracia cuando vegetta se ponía algo celoso, por lo que también le di un beso en la mejilla a nieves — rubius! — me tomo de la cintura, me alzo levemente del suelo y me puso del otro lado de él, alejado de nieves

— pero no te pongas celoso vegetta — al decir eso empecé a reír, nieves solo miraba confundida

— ozito? — vegetta miro rápidamente a nieves enojado, no le gustaba que nadie que no fuese el usara ese apodo para referirse a mí, definitivamente era muy celoso, sin dejar que dijera nada tome a nieves de la mano y la empecé a guiar por el castillo, vegetta nos seguía el paso con los brazos cruzados y el ceño fruncido, hasta que nos topamos con auron en el camino

— Hostia nieves! — iba a seguir hablando pero vio a vege detrás de nosotros obviamente fastidiado por la presencia de nieves y empezó a reír, la verdad a vegetta no le gustaba compartirme — nieves quieres que yo te de le recorrido? — dijo auron guiñándole un ojo a vegetta provocando que el azabache sonriera un poco

—N-no gracias, y-yo quiero e-estar con mi ozito —

Narra vegetta

Como que su ozito?!, nieves, haz empezado una guerra

— C-como que tu ozito? — definitivamente me había salido de control y tenía un tic en mi ojo izquierdo

— Si, m-i ozito — al decir esto me miró directo a los ojos y me saco la lengua, como se atrevía?

— El es MI ozito — si volvía a decirlo una sola vez...

— Mi ozito — toda la paciencia que tenía se esfumó y empecé a gruñirle a nieves poniendo a rubius detrás de mí, sabía que era omega así que le intimidaría un poco, lo que nunca me espere fue que ella también empezara a gruñirme, antes de que la pelea fuera más larga la voz de una chica nos llamó la atención

— Nieves, cariño, deja a Samuel con su omega en paz — Akira? Que hacia ella aquí

— No, e-el s-s quiere q-quedar on mi osito — al escuchar eso por reflejo volví a gruñirle

— Samuel no sabes que gruñirle a una dama es de mal gusto? — Akira de verdad me sacaba de mis casillas avecés, pero en este caso era mejor que estuviera de mi lado para que alejara a nieves de mi omega

— mi ozito — de verdad, si pudiera tirar a nieves por una ventana lo haría con gusto

— si sigue diciéndole ozito a mi omega le seguiré gruñendo — dije con tono de fastidio mirando a Akira

— vamos Samuel, desde cuando eres tan posesivo con algo, aprende a compartir —volví gruñir

— buenoooo yo me voy a clase, los dejó —auron se fue corriendo prácticamente, dejándonos a rubius, a nieves, Akira y a mi     

— solo llévatela Akira — ya se me estaba agotando la paciencia

— no puedo hacer eso vegetta, nieves es la invitada de rubius y por ende debe pasar el día con ella, a no ser que ella quiera estar con otra persona, y por lo visto no es asi— solté un pesado suspiro y asentí — gracias por aprender a compartir vegetta — y sin más Akira se fue por donde vino, me iba a ir, pero sin previo aviso Rub me dio un beso tierno en la mejilla

— gracias por dejarme estar con nieves Samu —escuchar eso me derritió el corazón, así que antes de que se fuera le di un beso en la frente, para luego ver como se alejaba con nieves, en eso pensé, que al menos podía ir a su cuarto, sin más me dirigí a ese lugar, al llegar busque un libro, me recosté en la cama y empecé a leer olisqueando de vez en cuando el aroma tan dulce de mi oso, luego de unas horas vi como Rub entraba a la habitación

— hola samu~ — reí por lo bajo, me levante de la cama y camine hacia el — nieves me había propuesto que durmiera con ella... —

— bueno, si quieres ir con ella ... — mis feromonas cambiaron repentinamente a tristeza

— pero le dije que dormiría contigo, tontito —la verdad eso me alegró, así que tomé de las caderas a mi omega y me hundí en su cuello para oler mucho mejor su aroma, desde hace ya un tiempo que él me permita hacer eso, ya que le había dicho que su olor me calmaba, lo que era cierto, aunque a veces me pasaba y lamia un poco su cuello, esa vez no iba hacer la excepción

— vege que haces me da cosquillas — me encantaba la risa del albino, por lo que seguí lamiendo su cuello — jajajajaj ya basta vege — me decía aún en risas, de un momento a otro perdí un poco el control, en vez de lamer empecé a succionar, a dejar varios besos húmedos por todo su cuello

—v-vege que haces~ — no pare lo que Estaba haciendo, quería si quiera escuchar un gemido de esos dulces labios, al menos escucharlo gemir mi nombre, le alce un poco su chaqueta y adentre mis manos en esta

— ah!~ —tan dulce como la miel salió el primer gemido de sus labios, hubiera seguido de no ser por que recapacite y deje de hacerle todo lo que estaba haciendo

— lo siento Rub... no quería hacer nada sin tu consentimiento — estaba pensando que me dejaría en ese cuarto y nuestra buena relación se acabaría, en cambio me abrazó, aun dudoso correspondí

— gracias por esperar vege — se separó del abrazo y me dio un suave beso en los labios, esto era lo que había estado esperando por mucho tiempo, probar esos suaves y dulces labios...

—bueno, cámbiate y vamos a dormir —observe cómo se dirigía al baño y cerraba la puerta de este, yo solo agarre mi pijama y me comencé a vestir, que me quedara sin camiseta no estaba mal no?, luego de un rato vi a rubius salir con su adorable pijama de osito, siempre la utilizaba cuando dormía conmigo, sin más se subió a la cama y se acomodó, yo apague la luz y me recosté junto a él, yo abrazándolo por detrás, hundiendo mi nariz un poco en su cuello, para así inhalar un poco de su embriagante olor y caer dormido junto a el....

☆Deberes reales☆[Rubegetta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora