El funeral del oficial Xia se llevaba a cabo, Xia He era acompañado por sus compañeros y familiares, todos lloraban y lamentaban su partida, Wang Yibo regresaba a aquel lugar aunque todo en el dolía debía estar junto a su amigo hasta el último momento así que aún con su aspecto descuidado y triste el oficial se acercó al féretro cerrado, allí se detuvo por un momento, acarició aquella fría madera mientras lo observaba.
- No es justo Xia, no es justo...te vas y me dejas aquí...sólo ¿Quien cuidará de mi ahora? ¿Quien me regañara por no dormir o comer bien?.- Se recostó sobre el feretro y cerró sus ojos dejando correr sus lágrimas.- Dijimos que estaríamos juntos en esto, que trabajaríamos mano a mano, que nos protegeríamos, pero te me adelantaste, me dejaste atrás querido amigo.- Lloro.
- Yibo.- La madre de Xia acarició su espalda.
- ¡Tía!.- Yibo se levantó y se abalanzó sobre la señora Xia.- Tía...lo siento, no lo protegi.
- No digas eso mi pequeño.- La señora Xia lloró.- Ustedes siempre se protegieron el uno al otro, esto no es tu culpa y mi Xia lo sabe.- Lloró.- Lo quisiste como a un hermano y el te quiso por igual, para el fuiste ese hermano que yo no le pude dar.- Lo alejó y tomó su rostro entre sus manos.- Y por ese cariño que se tuvieron, por esa amistad quiero pedirte dos favores.
- Los que quiera tía.- Yibo limpio sus lágrimas.
- Por favor...atrapa a la bestia que lastimó a nuestro Xia, haslo pagar.- Lloro.- Y por favor...no me dejes sola ¿Si? Ya no tengo a mi bebé conmigo, no abandones a esta anciana tu también.
- No...- Yibo la abrazo con fuerzas.- Eso nunca pasará tía, hoy hago una promesa ante usted.- Observó el feretro.- Y ante Xia, prometo que cuidare de usted como si yo fuera Xia.- Limpio sus lágrimas.- Y prometo que haré pagar a ese maldito por todo el sufrimiento causado.
- Yibo.- Oswald llegó a su lado.
- Oswald.- Yibo observó al ruso y de nuevo rompió en llanto.
- Ven aquí.- Tiró de él y lo abrazó.- Vamos a que tomes algo, tu padre está preocupado porque no has probado bocado en todo el día.
- No quiero.- Yibo se alejó limpiando sus lágrimas.- No tengo apetito.
- Debes comer, acabo de escucharte decir que harás todo por atrapar a ese asesino entonces no puedes descuidar tu salud, también debes pensar que a Xia no le gustaría verte de esa manera.- Tiro de él con suavidad.- Primero alimentate y luego podrás llorar todo lo que quieras, yo te acompañaré.
Xiao Zhan y Eider regresaban a casa, el trayecto fue silencioso, Eider tenía los ojos hinchados y rojizos, la mirada baja y su ánimo apagado, Zhan conducía el auto de su novio aún así no podía evitar dar miradas casuales a este, lo compadecia, sabía que estaba sufriendo la pérdida de su amigo, Zhan fue testigo de las veces que su novio sonreía con emoción al hablar de sus compañeros y como gracias a ellos fue perdiendo el miedo, gracias a Yibo y Xia, Eider había empezado a abrirse en su trabajo, se volvía el hombre que quería ser, así que sabía bien el dolor que su novio sentía al perder a uno de esos amigos. Ambos llegaban al departamento de Zhan, mientras Zhan ingresaba Eider se quedaba de pie en la entrada con sus manos dentro de su bolsillo y la mirada baja.
- ¿Vienes?
- Esta noche iré a casa.- La voz de Eider era apagada.
- No quiero que estés solo.- Zhan tomó su mano.- Quedate esta noche.
- En verdad no...- No pudo terminar de hablar pues Zhan tiró de él y lo abrazo.
- Dejame cuidarte, dejame consolarte ¿De acuerdo? Quédate.
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Encuentro
RomanceLa vida es un camino largo y angosto, en el muchas veces encontramos baches, obstáculos, curvas, nunca se muestra como un camino recto y libre, debemos enfrentar los obstáculos que se nos presenta en dicho camino, muchas veces nos detenemos preguntá...