Xiao Zhan conducía por aquella solitaria avenida, no podía dejar de temblar ni derramar lágrimas pero sobre todo, no podía dejar de pedirle perdón a Wang Yibo por haberse marchado sin tan siquiera despedirse, pero lo estaba haciendo por el, si para que él amor de su vida y sus seres queridos estuvieran a salvo el tenía que entregar su vida lo haría, sabía perfectamente que la petición que le había hecho Eider no era todo, que el hombre tenía algo más en mente y no le importo, sólo quería acabar con todo y que todos estuvieran a salvo, un sonido proveniente de la guantera de aquel auto lo hizo sobresaltarse, Zhan la abrió para encontrar aquel móvil que sonaba, sin titubeos lo tomó.
- Nunca me decepcionas mi amor.
- ¿Hacia dónde me dirijo?
- Conduce 2 cuadras más adelante y aparca frente a la fábrica abandonada, luego entra al callejón que está al lado.
- Eider...- La voz de Zhan se quebró.
- Tranquilo mi hermoso ángel...no te voy a lastimar...antes de hacerlo me corto una mano.
- Esta bien.
- Una vez que estés allí sabrás que hacer.
- De acuerdo.
- Te amo.- Colgó.
Zhan mordió su labio mientras derramaba lágrimas, por primera vez en su vida un "Te amo" le generaba enojo y repulsión, tal y como Eider le había indicado el doctor detuvo su coche en el lugar preciso, aquel sitio era oscuro, silencioso, tan lúgubre que producía que la piel del que lo viera se erizara, Zhan caminó por aquel callejón apretando sus manos en puños y respirando de manera agitada, no sabe por cuánto tiempo camino, sólo se detuvo al ver la pared que le anunciaba el final de aquel lugar, allí estaba el, de pie en la oscuridad y el frío de la noche tratando de descifrar que había en aquel lugar.
- Hola mi amor.- Un susurro se escucho en su oído.
- ¡Ei...!.- Zhan se sobresaltó y trató de girarse pero un pañuelo cubrió su nariz y sus labios, Zhan perdió el conocimiento cayendo hacia atrás en brazos de Eider.
- Por fin juntos mi hermoso ángel.- Eider sonrió y besó la mejilla de Zhan.
Xiao Zhan abría sus ojos con una gran pesadez y un fuerte dolor en su cabeza, el olor a cloroformo había inundado todos sus sentidos, aun aturdido pudo darse cuenta que se encontraba en una especie de habitación, la tenue luz del sol se colaba por un pequeño estrecho que había entre las tablas de lo que parecía una ventana, frente a él, sentado al pie de aquella cama una silueta conocida.
- Zhan.- Eider tenía los ojos acuosos.
- ¡No por favor!.- Zhan sollozo mientras retrocedía.
- Lo siento.- Eider se arrodilló sobre la cama mientras lloraba.- Lo siento, perdoname.- Trato de tocar el rostro de Zhan pero este retrocedió.- No me temas...por favor, no me temas.
- Ya...ya estoy aquí...- Zhan sollozo.- Por favor...por favor...no lastimes a mas nadie.
- Tu...- Los ojos de Eider derramaron lágrimas.- En verdad...estas aquí por salvar a los demás...
- ¡¿Por qué otra razón estaría aquí?!.- Zhan grito mientras lloraba.
- ¿No querías verme?
- Eider...- Zhan se arrodilló en la cama.- Detente, deten esto, ya no hagas más daño...ya no hieras a mas personas...
- Sólo...sólo viniste a...¿Convencerme?...¿A detenerme?
- Yo...
- En verdad...- Derramó lágrimas.- ¿No sientes nada por mi?
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Encuentro
RomanceLa vida es un camino largo y angosto, en el muchas veces encontramos baches, obstáculos, curvas, nunca se muestra como un camino recto y libre, debemos enfrentar los obstáculos que se nos presenta en dicho camino, muchas veces nos detenemos preguntá...