🗡️Asesino 2🗡️

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La muerte correcta está escrita.
Colmaré la necesidad.
Mi arco está tenso.
Mi arco está listo.
Soy la bala y el garfio.
Estoy armada y lista
Desde mi mira, lo tallo
como un escultor. Moldeo
su última mirada a todos.
Cambio sus ojos y su cráneo
constantemente de posición.
Conozco su sexo de macho
y lo recorro con mi dedo índice.
Su boca y su ano son uno.
Estoy en el centro de la sensación.
Un tren subterráneo
viaja a través de mi ballesta.
Tengo un cerrojo de sangre
y lo he hecho mío.
Con este hombre tomo en mis manos
su destino y con este revólver
tomo en mis manos el periódico y
con mi ardor tomaré posesión de él.
Se inclinará ante mí
y sus venas saldrán en desorden
como niños... Dame
su bandera y sus ojos.
Dame su duro caparazón y su labio.
Él es mi mal y mi manzana y
lo acompañaré a casa.

"El asesino"

Anne Sexton





Dicen que la mente de los asesinos está llena de misterio, de pensamientos extraños e indescifrables los cuales ni ellos mismos pueden encontrar explicación, pero también estaba llena de inteligencia, una inteligencia la cual podía superar a cualquier que se hacía llamar genio, la mente de un asesino siempre está trabajando, maquinando, moviendo sus mancuernas para planear su siguiente movida la cual se efectúa de maner perfecta y limpia, una inteligencia sin igual.

Eider Qi sin duda era el dueño de este tipo de inteligencias, fue por ello que pudo llevar cada uno de sus planes con perfección, ejecutandolos de manera magistral y limpia, para un ser humano promedio algunas veces es dificil fingir, hacer que quienes lo rodean puedan caer en sus mentiras, quizás lo logran hasta un lapso de tiempo pero a la larga terminan siendo descubiertos, pero no para Eider, el oficial Qi tenía una gran habilidad para las mentiras y para fingir, todo le salía de manera natural y es por esto que para el no fue problema engañar a aquellos que lo rodeaban.

Tenía un plan y debía llevarlo a cabo, su ira estaba desatada, se sentia furioso con todos y necesitaba ventilar aquel sentimiento, finalmente aquella personalidad oscura se había desatado, no había quien lo parara.

- Dejame volver.

- ¿Para que? ¿Para que arruines nuestros planes?

- No lo hare.

- Claro que no lo harás, porque ahora soy quien controla.

- Es mi cuerpo.

- Nuestro cuerpo.

- Te van a descubrir.

- ¿Crees que soy igual que tu? ¿Por eso siempre te llevo la delantera?

- ¿Vas a pretender estar ciego para siempre?

- Solo hasta que complete mi objetivo...solo hasta que me deshaga de esas escorias.

- ¿Que vas a hacer?

- Ya veras.

- No lastimes a Zhan por favor.

- ¿Lo ves? Eres un hipócrita, me acabas de pedir que no lastime a Zhan, pero...¿Que hay de Yibo?

-.......

- ¿Ves? Tu silencio lo dice todo, lo odias tanto como yo.

- N...no es cierto.

- Mejor déjame en paz y solo observa.

- ¿Qué harás?

- Solo debes saber que después de esto, ya no habrá más Yibo...le diremos adiós al oficial Wang.

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