No puede quitar de su cabeza la sensación de tener su polla desnuda contra el culo de Raoul porque lleva la última semana restregándose contra él. Lleva días haciendo más cercano el contacto contra su piel mojada por el agua de la ducha y tocando cada superficie que le apetece de su cuerpo.
Y aunque la primera intención de Agoney es dejar claro ante los demás internos que ese chico rubio le pertenece, no puede evitar disfrutar de poder tocarle, a pesar de que aún no lo hace como le gustaría.
– Entiendo lo bueno que es romper un culo por primera vez, sobre todo si es un culo como ese – opina Néstor mirando en la misma dirección que Agoney, hacia Raoul – Pero ya ha pasado un mes, un puto mes.
– Lo sé.
– Estás dejando que se relaje demasiado, a cambio de nada.
– Tengo claro lo que quiero a cambio, y lo voy a conseguir a mi manera, ya te lo he dicho – aclara Agoney.
– Ya... Si es que alguien no lo consigue antes que tú – ríe Néstor.
Pueden ver a Raoul junto a Carlos, ambos comiendo en una de las mesas del comedor, como hacen cada día.
– Carlos no es ningún problema, prefiero que el rubito hable con alguien a que se vuelva loco aquí dentro – dice Agoney con tranquilidad – A mi me interesa su culo, no sus problemas, que le escuche y le aguante otro.
– Ya... El problema es que ese otro le escucha demasiado, o no, deja que me corrija – dice carraspeando su garganta – El rubio habla demasiado.
– ¿Por qué lo dices? – pregunta Agoney sin entender.
Néstor deja de mirar hacia Raoul y concentra sus ojos en su amigo, sabe muy bien que no va a gustarle lo que tiene que decirle.
***
Un mes y aún sigue rogando despertar y que todo sea una pesadilla, quiere volver el tiempo atrás para cambiar lo que hizo aquella noche.
Si Raoul hubiese escuchado a Alfred, si no hubiese tomado su coche, si no hubiese sido tan estúpido, no estaría ahí. Pero sobre todo, si antes de eso no hubiese sido tan imbécil al confiar en la palabra de uno de sus amigos, definitivamente no estaría ahí, sería todo diferente.
Porque los putos antecedentes por posesión de drogas, que adquirió meses antes de su noche de borrachera, son la principal causa de su encierro.
Si no fuera tan idiota, si no le hubiese salvado el culo a Rafa meses atrás, él no estaría en prisión. Lo peor de todo es que fue completamente inútil, porque sólo unos meses después, su querido amigo volvió a cagarla y sí, está igual de encerrado que él.
– Si es que mi vida consiste en joderla una y otra vez – comenta el rubio antes de entrar a su celda.
Y sí, una vez más, confirma que ha vuelto a cagarla cuando se encuentra con el ataque repentino de Agoney.
No esperaba verse acorralado entre la pared y el cuerpo moreno de su compañero, quien le ha estampado en un rincón de su celda, intentando no llamar la atención. Su mandíbula está tensa, su rostro muestra un claro enfado y sus ojos transmiten una furia que Raoul no comprende.
– ¿Crees que soy imbécil? – pregunta Agoney tomando su camiseta para volver a estamparle contra la pared – ¿No te ha quedado claro que si puedes moverte tranquilo por aquí es gracias a mi? ¡Contéstame!
– ¡Lo tengo claro! – responde Raoul con sus ojos muy abiertos.
– ¿Lo tienes claro? – pregunta reforzando su agarre – Eres mi perra, me perteneces.
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Detrás de ti - Ragoney
Fanfiction- Me olvidaré de ti, no pasaré ni un puto segundo de mi vida pensando en ti. - Fallarás en el intento, y ambos lo sabemos - susurra sobre sus labios - Vayas donde vayas, estés en donde estés, siempre estaré contigo, siempre estaré detrás de ti. Raou...