Agoney camina mostrando un rostro serio, pero la realidad es que sonríe por dentro, porque está satisfecho con el resultado de toda la situación que han pasado, pero a la vez, tiene presente cada detalle.
Se siente confundido, hay sentimientos contradictorios surgiendo cada minuto, porque aunque ha logrado lo que quería, y Raoul se ha rendido ante él, Agoney sabe que todo se ha debido a su miedo.
Le gustaría sentirse más seguro pero con Raoul le resulta imposible, porque su boca suelta palabras que definitivamente no coinciden con sus reacciones corporales. Su compañero acaba de tener una erección gracias a él, ha logrado excitarlo y tiene claro que no es la primera vez que sucede.
<Es pura necesidad>, se convence, porque es lo mejor para su cabeza, Raoul lo disfruta y el placer le nubla un poco los sentidos, pero él no puede hacer lo mismo, no debería.
– Entonces, ¿Eso fue contra la pared de la celda? – escucha una voz a su lado.
El funcionario que le guía a enfermería tiene la vista fija en su mano, que está inflamada, pero luego la dirige a su rostro, donde puede ver que tiene algunos golpes.
– Hay una marca en la pared por si quieres comprobarlo – susurra Agoney.
Efectivamente ha dejado una marca luego del puñetazo que dió contra la pared de su celda hace un par de días, cuando descubrió a Raoul leyendo su libreta. Fue demasiado fuerte, pero es que la rabia que sintió ante la situación le recorrió por toda la sangre, no pudo contenerse. Sabe que la pelea de esa mañana ha dañado más su mano, porque ahora duele mucho más, está lastimada y ya ha comenzado a inflamarse.
Recuerda el sonido de sus puños al impactar contra el rostro de Rubén, recuerda ver su piel completamente ensangrentada y en ese momento es consciente de lo salvaje que fue.
– ¿Qué haces fuera de tu celda? – pregunta Ricky al acercarse a él.
– El interno quiere ir a la enfermería, necesita que le revisen la mano – comenta su colega.
– Ya me encargo yo de él.
Con una señal, Ricky pide al funcionario que se retire, y mira con una media sonrisa a Agoney.
– ¿Qué?
– ¿Tenías que montar ese lío? – comienza a caminar para retomar el camino a la enfermería.
– Se lo merecían y lo sabes – se encoge de hombros – Por algo no intervinieron rápido.
– Éramos dos guardias en medio de semejante follón, tampoco somos idiotas – copia su gesto indiferente pero nota la mirada del canario en él – Vale, también sé que lo tenían merecido, pero podrías haber terminado en aislamiento.
– Era un riesgo que estaba dispuesto a correr.
– ¿Sólo por Raoul? – pregunta con una media sonrisa – Veo que no sólo te ocupas de él, también te preocupas por él.
– No te pongas en plan Juan Antonio, sabes cómo son las cosas aquí dentro – comenta tranquilo – Hice lo que debía hacer.
– Ya, claro...
– ¿Sabes algo de Néstor?
– No, pero debe estar bien, estaba prácticamente ileso.
– Es imbécil, yo debería estar ahí, no él – se lamenta el moreno.
– Es verdad, pero ambos sabemos que Néstor haría muchas cosas por ti.
Agoney lo sabe, tiene claro que la amistad de Néstor es incondicional y está más que agradecido, pero a la vez se siente responsable. Aunque Néstor lleve mejor el hecho de estar días completamente solo e incomunicado, sigue siendo una putada, es una situación que no merece.
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Detrás de ti - Ragoney
Fanfiction- Me olvidaré de ti, no pasaré ni un puto segundo de mi vida pensando en ti. - Fallarás en el intento, y ambos lo sabemos - susurra sobre sus labios - Vayas donde vayas, estés en donde estés, siempre estaré contigo, siempre estaré detrás de ti. Raou...