Peter Parker de Rogers, así es su nombre en su natal New York, pero como no vive más ahí, es solo Peter Rogers.
Estudió bioingenería, tiene un título en astrofísica, una maestría en Física Cuántica y otra en Matemáticas Avanzadas, es un genio con todas las letras, pero se le conoce mejor como el bonito esposo del hombre de negocios Steve Rogers.
No se queja, Steve es un caballero atento y muy amable, le llena de los mejores y más caros obsequios, le paga todos sus gastos y le impulsa a seguir estudiando. Sin olvidar que Rogers, a pesar de sus cuatro décadas, es jodidamente guapo.
Prácticamente Peter Parker se ganó la lotería al convertirse en su esposo de mentiras. Los dos primeros años de matrimonio lo fue, vivían juntos pero cada quien en sus asuntos. Era más una compañía para el solitario hombre.
Pero con el convivir se convirtieron en muy buenos amigos y finalmente amantes. Peter no le ama romanticamente, le ve más como un muy caliente y guapo amigo con derecho. A Steve no parece importarle, así que su matrimonio se vuelve admirable ante la sociedad.
Sin escándalos, ni sorpresas, ni nada. Es el matrimonio perfecto para la sociedad de Londres, Inglaterra. Siempre tomados de la mano y con sonrisas de perfecta dentadura para las cámaras.
Mantienen una imagen sana, el modelo de lo que un matrimonio debe de ser. Aunque claro, no es del agrado para aquellos que consideran una aberración que dos personas del mismo sexo estén unidos por algo tan sagrado como el matrimonio, pero no importa. No a la pareja.
Peter lo aprendió muy bien a sus dieciocho jóvenes años, que nadie debe meterse en los gustos y decisiones que él tome. Que lo único que debe importar en su vida, es su propia opinión, y a veces la de Steve, cuando había que decorar algunas habitaciones de la mansión. Lastimosamente, lo aprendió después de que jugaran con sus sentimientos y ser humillado por la persona que consideraba el amor de su vida.
Pero ya no importa, han pasado diez años desde aquel evento que le cambió la vida por completo. Si lo considera, fue para bien, se volvió calculador e inteligente para las decisiones a tomar. Resultó favorecedor aquel enojo y desesperación, se aferró a la mejor propuesta de su vida y bueno, está en el lugar que cientos de personas desean estar.
Tiene un adinerado, sexy y amable esposo como compañía, tiene maestrías y postgrados, tiene un armario similar a la de la reina. No puede pedir más, vive en una de las mejores ciudades del mundo y es la envidia de mucha gente. Es feliz, o lo era hasta que su esposo le da la noticia.
- No podía negarme.- el rubio se corrige.- No podíamos.
- Ya aceptaste.- se queja.- Sin consultarme si quiera.
- Sé que no es de tu agrado volver, pero no hay alternativa, querido.- es la última palabra que Steve da, y es ley.
Maldita sea. Si hay alternativas, divorciarse y quedarse en Londres, pero no es para tanto, Steve es su rey Midas y Peter se acostumbró a cierto estila de vida extremadamente caro.
Que más da, algún día tendría que volver. No planeaba que fuera por insistencia del mismo idiota que le mintió, que jugó con el y le humilló, pero ya no es ese mismo niño, así que puede lidiar con eso.
Sabe que esa asociación es de suma importancia para su esposo, así que será educado, amable, social y todo lo que su esposo necesite para adquirirla. Es probable que ese maldito malnacido ni le recuerde, así que le ignorará y fin de la historia.
Son unos meses nada más, viviendo en la Torre Stark, viéndole de vez en cuando y sonreír por cortesía. Cuando Steve se vuelva su socio, volverán a Londres y continuarán con sus felices rutinas.
El viaje dura más de diez horas y es una suerte que su anfitrión no les reciba, para lo que a Steve le parece una falta de educación para Peter es el mejor regalo de bienvenida que le pueden haber dado.
- Que descortés.- se queja su esposo en el vehículo que les lleva a su vivienda temporal.- Nos invita y ni siquiera nos recibe.
- Seguro le gusta hacerse el importante.- no es que quiera que Steve le odie, solo comenta para no dormirse.- En sus entrevistas me parece muy egoísta, ¿a ti no?
- Si, un poco.- Peter sonríe con malicia.- Pero vengo a por dinero, no por su amistad.
Por el comentario Steve se gana un beso suave, lento y sin ritmo, es un contacto que le reconforta y le transmite algo de calma.
- Creo que primero será cama y después la cena.- la barba del mayor provoca cosquillas contra su oreja.- ¿Tu qué opinas?
- Que nos estamos tardando.- que mejor manera de calmar sus nervios con el sucio y perverso sexo.
Peter Rogers está listo para ver de nuevo a Tony Stark, en igualdad de condiciones. Puede que le de un puñetazo, pero cuando nadie le vea, tiene una imagen que cuidar y no puede hacer que su esposo pierda un importante socio.
- Pero que feo edificio.- Steve musita contra la ventana del vehículo.
- Igual que su dueño.- no es que le odie... bueno si, pero también le agradece, sus mentiras le pusieron donde está ahora y bueno, aprendió muy bien su lección.
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Una historia sin final. [STARKER]
FanfictionLas mentiras de Tony y el orgullo herido de Peter traen consecuencias: un matrimonio por conveniencia y las ganas de vengarse. Peter esperaba no volver a ver nunca más al mentiroso y egoísta Tony Stark. Pero la vida no te da lo quieres. Tony en ca...