No jugaré tu juego.

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Trato de esconderse lo mejor que pudo, pero la sangre deja un pequeño rastro escandaloso del elevador al baño, así que Steve le atrapa mientras lava su golpeado rostro.

- ¡DIOS MÍO! ¡PETER!.- le duele la cabeza y el grito de su esposo lo empeora.- ¿Pero qué te pasó?

- Me robaron un perro caliente.- lo dice con sus ojos entrecerrados, su labio inferior arde por el movimiento.- Estoy bien.

- Debes ir a al hosp-

- No, no. Estoy bien, cariño.- lo está, adolorido pero lo está.- ¿Podrías ver que hay en el botiquín?

Steve se dedica desinfectar las cortaduras en su ceja y su labio inferior, es muy delicado para no causar mayor dolor.

Lo sienta en le borde la bañera y quita su manchada camisa, pone un antiflamatorio en el golpe cerca de su costilla y se asombra cuando los puños de Peter también están de colores y con rastros de líquido escarlata.

- ¿Tu también lo golpeaste?

- ¿Perdón?

- Al asaltante, tienes tus puños morados.

- Ah, sí. Diría que fue una lucha de cuerpo a cuerpo.

- ¿Todo por un perro caliente?

- Era para ti.

- Oh, mi vida. Gracias por la intención, pero lo hubieras dejado. Ni todos los perros calientes mundo valen la pena para que te golpeen.

- Gracias guapo, eres un caballero.

- Déjame cuidarte, estarás bien.

Y lo cuida toda la noche, le prepara una rica sopa instantánea y lo abraza mientras duermen. Peter comienza tener un pequeñito cargo de consciencia, le miente al hombre que le ha cuidado tanto tiempo por cubrir a quien le destruyó.

Durante la mañana no hay rastro de su remordimiento, se esfumo rápido. Pero si hay seña de los golpes que el millonario le dio, su ceja esta levemente inflamada, igual que su labio. Le duele estirar su mano derecha, sus nudillos conservan tonos morados.

- Maldito imbécil.- lo dice lleno de rabia y algo de diversión, los entrenamientos dieron fruto, le rompió la cara a quien le rompió el corazón.

- El señor Rogers tuvo que salir temprano.- habla Dede, la persona encargada de la servidumbre del lujosos apartamento.- Me pidió que lo disculpara.

- Gracias.- es una señora de rubio cabello y un mal gesto en la cara.- ¿Podría traerme el té?

-  Le ofrezco negro, de hierbas, de-

- Um, mejor café. Gracias.- esta seguro que la señora no sabe preparar el té que el está acostumbrado a tomar.

Dede regresa con un bandeja de café y pan tostado, también tiene una bolsa plástica llena de hielo.

- Esto le ayudara con sus nudillos.- duele cuando la coloca, pero le duele rico por recordar lo que hizo con esa mano.

      [...]

- Todo esta listo, sino necesita más, me retiro.- son las siete de la noche y Peter termina de abotonar su linda camisa azul.

- Muchas gracias, Dede. Puede irse.- es sexy cuando a Steve le sale su lado más aristócrata.- Peter, ¿estás seguro? Porque me puedo excusar y podemos ir a descansar.

- No le dejáramos plantado al señor Stark.- se coloca al lado de su esposo, esperando que el elevador se abra.- ¿Qué dirá de nosotros?

Una historia sin final. [STARKER]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora