Una historia sin final. [STARKER]

Debería.

- Muy bien, ¿cuál es tu plan?.- James ha lanzado sobre su escritorio lo que se supone debe ser su tarea. - Ya no lo soporto más, ¿cuándo le dirás a Steve que estás al tanto de?

Peter aprendió a ser inteligente después de la lección que Stark le dio, hace más de diez años. Así que mira a James por más tiempo del que debería y sonríe complacido.

- No le diré nada, no te preocupes.- le dice con tranquilidad.- Tu no le has dicho lo que viste con Stark, así que no temas, estamos a mano.

- ¿Le eres infiel con su socio?.- osa preguntar.

- ¿Te acuestas con tu jefe?.- contesta con la misma incredulidad que James utilizó.

Ambos se ven, por lo que parecen horas, hasta que Bucky no resiste más y libera una risa llena de estrés.

- ¿Debería pedirte perdón? Te mereces una explicación, al menos de mi parte.- inicia, pero Peter ha levantado la mano y le detiene.

- Deberías muchas cosas, pero realmente no me interesa. Tu sigue con lo que estás y no te metas en mis asuntos.- sin ánimo termina.

- ¿Quieres decir que yo puedo seguir siendo el amante de Steve y tu el amante de Stark, y todos estamos en paz?.- pregunta como si fuera la hora.

- ¿Qué es esto? ¿una negociación de amantes?.- Tony ha filtrado su cabeza por la puerta.- Porque me interesa.

- Solo para aclarar, yo no soy amante de nadie.- dice Peter dignamente.

- Claro que lo eres, eres mío.- dice el castaño entrando donde no fue invitado.

- Yo no soy de nadie.- debate. Sabia que por la hora, cerca de las tres de la tarde,  Tony llegaría en cualquier momento.

- ¿Seguro? Porque todo tu cuerpo lleva mi nombre tatuado.- contesta el ingeniero.

- Cuanta tensión sexual hay aquí, debería irme.- y James se levanta.- Continuaremos después con nuestra conversación.

- Haces bien, mapache.- dice Tony, mientras se sienta en el lugar que James ocupaba.

Peter sigue en su silla giratoria, se pregunta en qué momento dejo que Tony se infiltrara en su oficina y en su vida. El MIT sería solamente para él, lejos de Steve, James y Tony.

Pero no, nada le salía como él quería. Tenia a James en sus cursos, tenía a Steve cada noche recogiendole en su lujoso vehículo y tenia al genio de Tony Stark por las tardes.

Y no había modo de sacarle de ahí, llegaba con algo de comer y se sentaba a mirarle, una vez le había dicho que era un experimento, ver hasta donde daba la serena calma de Peter.

Otra vez le había dicho que no tenia más que hacer, que Potts dirigía su compañía y se aburría en su taller. Así que le quedaba de paso para ir y molestar un poco.

Otra vez, bajo el efecto de algunos tragos, le dijo que era porque le extrañaba, porque verle le recordaba a esa época donde fue realmente feliz. Aunque claro, después de tremenda confesión, no se apareció por al menos quince días.

Peter le cuenta a Nastasha, la nueva rubia le dice que podría quebrarle un par de dedos y no le volvería a molestar jamás. Pero Peter no quiere eso, aunque tampoco sabe lo que quiere.

Porque no esta nada bien que cerca de las dos de la tarde comience a sentir cierta impaciencia, la incertidumbre sí esa tarde tambien el ingeniero irá a acabar con su tranquilidad.

Pero, ¿qué sacaba con todo eso? Nunca más le había vuelto a tocar, evitaba a toca costa mirarlo mientras metía pasas o nueces a su boca, huía del contacto físico y se cansaba de poner un gesto de fastidio cada vez que le escuchaba hablar.

- Hoy estás más callado que lo normal.- Tony lo saca de su meditación.- ¿Más problemas?

- Tú eres mi más grande problema.- le dice.- ¿Porqué vienes?

- Quiero saber qué pasó, quiero conocer los verdaderos motivos por los que me dejaste.- y la confesión le toma completamente desprevenido.- ¿Porqué Steve y yo no?

Peter esperaba cualquier otro de sus chistes y sus sarcásticos comentarios, esperaba cualquier cosa antes que ver la curiosidad innata en los enormes ojos castaños.

- ¿Acaso se te olvido la noche que fui a buscarte a tu casa?.- si removiendo el pasado conseguía la paz de su futuro, muy bien, lo haría.- ¿Se te olvidaron tus gritos?

- Fue una mala noche.- se excusa.- Estaba borracho y un poco drogad-

- Esa noche eras Tony Stark, no eras Edward.- y decirlo en voz alta deja mal sabor en su boca.- Esa noche me mostraste quién eras realmente, ¿esperabas que me quedara después de eso?

- No era para que te fueras al otro lado del continente.- contesta.- Además, tú también me mentiste.

- ¿Sabes? No es el momento ni el lugar para hablar de esto.- utiliza sus dedos para presionar su sien.

- ¿Entonces cuándo será?.- Tony se recuesta en el escritorio.- ¿Dónde será? ¡Quiero saberlo! ¡Quiero oírlo de tu boca!

- ¿Oír qué? ¡Por Dios, Tony! Deja las cosas como están.- también grita.- ¿De qué te sirve saber que pasó?

- Dejar de odiarte.- confiesa.- No quiero seguir odiando a la persona que más ame.

La risa en Peter comienza nasal, luego se convierte en una carcajada estruendosa, contiene ira disipada y burla, mucha burla.

- Soy yo quién debería odiarte, pero no lo hago.- "ya no" piensa.- Déjalo así, sigue tu vida, haz lo que quieras pero ya déjame en paz, por favor.

Tony le ve, haca un gesto con los labios y se levanta. Peter le conoce, le conoce tan bien que sabe lo que esta por decir.

- No te dejaré en paz hasta obtener lo que quiero.- y se va, sin voltear a verle.

Y Peter se hunde de nuevo en pensamientos y recuerdos que no debería tener, debería pensar en cual será el futuro de su fraudulenta relación y que debe preparar para su vida.

Pero Tony va metido debajo de su piel, así que un par de oraciones le sacan de órbita y es lanzado a un espacio con agobiantes recuerdos que, a pesar del tiempo transcurrido, siguen siendo dolorosos.