Tú.

935 98 9
                                    

El señor Anthony Stark envía una disculpa y una caja de habanos. Les indica que les espera para el almuerzo, deseando que tenga una mañana recuperada del jetlag.

Hay dos desayunos ingleses servidos, para Peter es una exageración así que roba el pan tostado del plato que su esposo devora. Apenas hablan, hay mucho frío y Peter sigue cansado.

Steve propone dar una vuelta antes del almuerzo, Peter sube a su regazo terminado el desayuno y le ordena ir a la habitación. El rubio no se opone, y es mejor así, Peter no podría explicarle que todo su mal humor y su calentura es por los nervios que le destrozan el estómago.

[...]

- Finalmente, Steve Rogers.- Tony se quita sus gafas.- Es un placer que estén aquí.

- El placer es de nosotros.- la vena inglesa de Steve.- Le presento a mi esposo, Peter Rogers.

- Mucho gusto.- se obliga a verlo y sostener la mirada.- Gracias por su hospitalidad.

- No es nada.- las castañas miradas parecen pelear y gritar.- Adelante.

El restaurante es de lo más elegante e inglés que los que hay en Inglaterra. Peter bufa y se ríe para él, utilizar la burla para escapar de la mirada castaña que apuñala su espalda es su mejor herramienta.

- ¿Qué tal están? Soy Virginia Potts.- lo que le faltaba, que ella también estuviera ahí.- Oh, tú eres-

- Peter Rogers, mucho gusto.- toma su mano y es gentil con el apretón.

- ¿Se conocen?.- Steve se ve algo confundido.- Mucho gusto, señorita. Soy Steve Rogers.

El almuerzo y la conversación inicia, Peter es bueno en leer la carta de los postres durante mucho tiempo, lo que sea para no tener que enfrentarse a la enojada y divertida mirada que Tony le lanza desde el otro lado de la mesa.

Le irrita que se atreva a verle enojado, como si hubiera sido él quien jugara con el otro. Maldito engreído, egoísta, que se cree la salvación de este mundo.

La charla es liderada por Steve y Pepper, Tony solamente bebe de su vaso y se dedica a juzgarle. Eso no lo intimida, trae un perfecto traje de un diseñador italiano y combina con el traje que también trae su esposo.

Se aseguro de fijar su cabello esta mañana y por el discreto reflejo de una de las cucharas sabe que no tiene nada entre los dientes. Respira profundo y cierra la carta, no es él quien debe sentirse avergonzado.

- Y Peter, ¿te puedo decir así?.- el genio le habla en cuanto sus miradas hacen contacto.- Tengo entendido que eres de por aquí, Long Island, ¿cierto?

- Sí, así es.- le cortara de raíz.

- Pero fue hace mucho tiempo.- Steve entra a su rescate.- Ahora es más británico que yo.

- ¿Y cómo se conocieron?.- Peter se tensa, Steve solo sonríe.

- Tony, no venimos aquí por eso.- Pepper llama la atención del millonario y Peter rueda los ojos.- Disculpen, ¿en qué estábamos, señor Rogers?

- Podría contestar tus preguntas en una cena Tony, ¿te parece?.- Steve esquiva a la pelirroja.- ¿Tú que opinas, querido?

Una historia sin final. [STARKER]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora